REFLEXIONANDO SOBRE LA PRÀCTICA EDUCATIVA.

REFLEXIONANDO SOBRE LA PRÀCTICA EDUCATIVA

Si antes de leer el texto de P. Perrenoud “Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar”, me hubieran preguntado sobre  “la reflexión de la práctica”, hubiera respondido que es algo cotidiano dentro de la labor docente. Porque lo comprendía como el hecho de “pensar” y “evocar” aquellas situaciones y aspectos que propician u obstaculizan el trabajo didáctico que se realiza en el aula y en la escuela y que conforme a ello hacemos los ajustes. Sin embargo, la lectura ofrece de forma completa y clara lo que significa la reflexión sobre la práctica y su importancia en el oficio de la Docencia. Y se extiende más allá de “pensar y evocar”; implica una reflexión metódica que nos permita actuar y tomar decisiones  con mayor conciencia  comprendiendo nuestra forma de ser, de crear y mantener lazos con los demás. Sugiere que debemos hacer de la práctica reflexiva una parte importante de nuestra identidad profesional.

El texto menciona que la práctica reflexiva es un trabajo que exige una actitud y determinación que nos permita dar tiempo y espacio para el análisis; para tener la capacidad de autorregulación y poder aprender. Es un entrenamiento intensivo y voluntario. Expresa que deben considerarse diez razones que permiten al docente reflexionar sobre su práctica para tener una visión definida del oficio de enseñar.

Las razones que puntualiza son:

1. Compensar la superficialidad de la formación profesional. No es suficiente una formación académica; quien enseña debe contar con una formación didáctica y pedagógica. Se puede dominar un área del saber, pero es necesario conocer las necesidades de los alumnos, atender con mayor puntualidad a los menos dotados. Ir más allá de lo cotidiano; y esto se puede desarrollar  a través de la práctica reflexiva, que no solo es una competencia, es parte de la conciencia profesional, del ser maestro.
2. Favorecer la acumulación de saberes de experiencia. La experiencia en sí misma no constituye una fuente de autoformación, puede ayudarnos a sobrellevar las situaciones, a tener beneficios inmediatos que llevan a la pereza intelectual. Sin embargo, si a la experiencia le sumamos la reflexión sobre la práctica, produce saberes que se podrán aplicar a otras situaciones; se ajusta, se refuerza, se integran saberes y tendremos una intervención docente más eficaz (“nunca es inútil saber más”)
3. Acreditar una evolución hacia la profesionalización. De forma sencilla, la profesionalización es saber lo que se hace; tener una confianza e identidad con nuestro saber y quehacer docente. Para lo cual, la práctica reflexiva es una condición necesaria; propicia la responsabilidad y autonomía.
4. Preparar para asumir una responsabilidad política y ética. La práctica reflexiva a analizar los dilemas, a crear elecciones y a asumirlas. Permite centrarnos  en las finalidades y valores de lo que hacemos: ¿cómo?, ¿por qué? (Ética)
5. Permitir hacer frente a la creciente complejidad de las tareas. La práctica reflexiva no es suficiente pero es una condición necesaria para hacer frente a la complejidad de la educación en la actualidad. La enseñanza es compleja y la reflexión  no deja que te resignes a las dificultades, propicia la actividad y autonomía, para transformar las situaciones, visualizarlas como problemas que se pueden resolver con un método (movilizar y adoptar medidas).
6. Ayudar a sobrevivir en un oficio imposible. Se menciona la enseñanza como un “oficio imposible”; porque la enseñanza es un oficio de lo humano y al trazar objetivos fuera de la acción ordinaria, se cae en la sensación de fracaso. La práctica reflexiva n os permite alejarnos de esta idea y enfocarnos en las circunstancias para encontrar un camino. Comprender lo que ocurre y actuar; saber lo que depende de la acción profesional y lo que escapa de ella.
7. Proporcionar los medios para trabajar sobre uno mismo. La reflexión sobre la práctica influye en lo teórico (se rectifica un error) y en lo personal (trabajar sobre uno mismo). No debemos menospreciarnos, pero sí exigirnos; comprender que no somos el problema, pero sí parte de él, si no actuamos. Hay que admitir que no dominamos todas nuestras acciones y actitudes, pero podemos trabajar sobre nosotros mismos.
8. Ayudar a afrontar la irreductible alteridad del aprendiz. Hay diferencias culturales entre docentes y alumnos. La práctica reflexiva nos permite comprender de dónde provienen nuestras relaciones con los demás para actuar de forma profesional ante esas diferencias. Reflexionar sobre la propia práctica es reflexionar sobre la propia historia.
9. Favorecer la cooperación con los compañeros. En un equipo de profesionales hay divergencias, y más en uno dedicado al oficio de lo humano, la enseñanza. Por lo que es muy necesaria la comunicación, lo que regula las relaciones; y ello se logra con verdadero análisis colectivo de la práctica.
10. Aumentar la capacidad de innovación. Transformar la práctica significa innovar. El motor para realizar esto es la práctica reflexiva. Pensar, actuar y transformarse.

Comprendo la importancia de la reflexión de la práctica, sobretodo en el trabajo de la docencia. Pensar en nuestro desempeño para darle sentido a lo que hacemos, no hacer por hacer. El trabajo es parte de nuestra vida, debe ser una fuente de identidad y satisfacción, como se menciona en el texto.

...