REFLEXIONES EN CUANTO AL ENTORNO SOCIAL Y SU INFLUENCIA EN LAS MANIFESTACIONES VIOLENTAS DE LOS ESTUDIANTES

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RÓMULO GALLEGOS”

AREA DE POSTGRADO

REFLEXIONES EN CUANTO AL ENTORNO SOCIAL Y SU INFLUENCIA EN LAS MANIFESTACIONES VIOLENTAS DE LOS ESTUDIANTES

Autor: Adriana Montero

Tutor:

San Juan de los Morros; 2013

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RÓMULO GALLEGOS”

AREA DE POSTGRADO

REFLEXIONES EN CUANTO AL ENTORNO SOCIAL Y SU INFLUENCIA EN LAS MANIFESTACIONES VIOLENTAS DE LOS ESTUDIANTES

Proyecto para optar al título de Magister en Educación

Mención Desarrollo Comunitario

Autor: Adriana Montero

Tutor:

San Juan de los Morros; 2013

INTRODUCCION

El término violencia proviene del latín violentia, o sea fuerza. Según la Organización Mundial de la Salud (2001), se entiende por violencia, aquella manera de obrar acompañada de coacción o fuerza física, sobre una persona, a fin de influir en su voluntad y obligarla a actuar de manera determinada. La violencia equivale a obligar a una persona, haciendo uso de la fuerza, la intimidación o la coacción moral, a obrar contra su voluntad.

Al respecto Vinyamata (2003, p. 73), opina que “la violencia es todo aquello que puede representar o significar perjuicio, producir por efecto o defecto un mal a otro, a uno mismo o al entorno, ya sea realizado o llevado a cabo de manera consciente o inconsciente”. Por su parte, Abramovay (2005) considera que en todas las definiciones del concepto de violencia, existe el consenso, que, “todo y cualquier acto de agresión física, moral o institucional dirigido contra la integridad de uno o varios individuos o grupos, es considerado como acto de violencia” (2005, p. 16).

En la escuela básica venezolana, se ha iniciado el proceso de identificación de un fenómeno social que afecta el proceso de enseñanza aprendizaje los niños y su desarrollo emocional, así como, la convivencia escolar y las relaciones con todos los actores sociales del hecho educativo.

Se refiere a la violencia escolar en sus diferentes expresiones, que no son nuevas en la escuela, sino que han estado ocultas. En estos casos, no se les ha otorgado la relevancia debida por el desconocimiento del tema, o como manifiesta Ortega (2000) porque existe “una incomodidad moral” para caracterizar como violencia escolar algunos hechos violentos entre alumnos. Su vertiginoso aumento en términos de número de casos (o la mayor conciencia de su existencia), frecuencia de ocurrencia diaria, variada gama de expresiones y consecuencias; están preocupando a individuos y a organismos nacionales e internacionales, lo que ha llevado a que se investigue la violencia escolar para caracterizarla en la realidad educativa venezolana (Esté, 1999; Universidad Central de Venezuela y Cecodap, 2005; Delgado, 2007; Rodríguez, 2007).

Es por ello, que surge este estudio, debido a que en la comunidad XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX requiere que los docentes reflexiones en cuanto a las manifestaciones violentas Por lo tanto, el propósito fundamental de este estudio radica en considerar el entorno social como medio de influencia en las manifestaciones violentas de los estudiantes de la uexxxxxxx, Para el cumplimiento de este propósito, el presente estudio se ha dividido en cinco horizontes.

El horizonte I, contextualiza la realidad del estudio, además de establecer los objetivos tanto el general como los específicos de la investigación, acompañado de la justificación e importancia del mismo.

Seguidamente, el horizonte II, está enmarcado por la perspectiva teórica referencial, donde en ella se plasman los antecedentes e investigaciones previas, además de las bases teóricas y sustento legal de la presente investigación. En este aspecto se han considerados todos los aspectos relativos a las teorías que concernien a la violencia escolar, por cuanto estos teóricos permiten revalorizar el abordaje de la tesis de grado.

Posteriormente en el horizonte III, se expone el abordaje metodológico, donde se explica la naturaleza y tipo de la investigación, postura epistemológica, método, escenario y técnicas para recabar la información, además de las técnicas para el análisis y la interpretación de la información.

En el horizonte IV, se describe mediante la categorización y la triangulación, los hallazgos de la investigación mediante cuadros y figuras, exponiendo lo que opinaron los informantes claves al momento de aplicar el instrumento cualitativo de recolección de información; y por último, en el horizonte V, el investigador realiza las consideraciones y sugerencias, las cuales fueron arrojadas posterior a la realización de la investigación.

HORIZONTE I

Conceptualizando la Realidad

El Problema

La adolescencia, al igual que la niñez, es un periodo evolutivo que ha sufrido cambios en su grado de “visibilidad” social a través de la historia y las culturas. Aunque es evidente que la pubertad -entendida como el conjunto de cambios físicos que denotan la madurez física de una persona adulta- ha existido siempre, la adolescencia, tal y como hoy la entendemos, es un concepto que no está presente en la sociedad occidental hasta ya entrado el siglo XX.

Desde el punto de vista histórico, y haciendo un repaso de la obra Historia de la Vida Privada (Ariès y Duby, 2000), encontramos que en el periodo de la Antigüedad ya existía un interés por el paso de la infancia a la edad adulta. Platón (427-347 a. C.) y Aristóteles (384-322 a. C.) concebían esta transición como el momento en que se accede a la razón pero también como la época de las pasiones y de las turbulencias.

Es por ello que la adolescencia constituye un importante periodo de transición en el curso del desarrollo humano, puesto que implica el paso progresivo de la infancia a la edad adulta. El cambio es la esencia de la adolescencia. En efecto, el segundo decenio de la existencia humana se caracteriza por la variedad e intensidad de las transformaciones

Sin embargo en los últimos años el fenómeno de la violencia escolar se ha registrado en varios países, numerosas culturas y en algunas sociedades. Actualmente nadie desconoce la existencia de la violencia en los centros educativos, ni de su directa relación con los procesos de enseñanza aprendizaje y el desarrollo cognitivo de los estudiantes. Diversos han sido los estudios con el fin de develar los verdaderos alcances del fenómeno de la violencia escolar (Díaz, 2004; Parra, 1998; Serrano E Iborra, 2005; Torres, 2005; Equipo psicoeducativo UISEK, 2005) y diversos los teóricos del mundo que han dedicado sus estudios a la caracterización, tipología, causas y consecuencias de la violencia escolar.

Ante todo lo expuesto se considera que la escuela es un espacio social por excelencia, en el cual se pretende de una reflexión constante por parte de sus diferentes miembros, para sobre la práctica educativa aprender a valorar el éxito y a revisar los conflictos y dificultades que se presenten a través de un esfuerzo colectivo.

En este sentido, Massaguer (1997) plantea que la aceptación de normas debe basarse en construir una vida colectiva que valore la crítica y el diálogo, en donde predomine la confianza mutua y la participación de todos, generando un buen clima de convivencia escolar.

En otras palabras la manifestación de violencia entre los y las estudiantes produce efectos que inciden tanto en las prácticas pedagógicas como en el desarrollo de las diferentes dimensiones que les permitan establecer relaciones consigo mismo, con los aprendizajes adquiridos y con las estructuras sociales que le rodean, por lo cual la perspectiva de los efectos violentos en los y las estudiantes son más notables en su rendimiento escolar, en el aprendizaje y desarrollo de competencias además que la violencia es un fenómeno social que excede la problemática de los centros educativos.

Un aspecto importante es la LOPNA en su artículo 32-A que señala:Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho al buen trato. Este derecho comprende una crianza y educación no violenta, basada en el amor, el afecto, la comprensión mutua, el respe recíproco y la solidaridad.

Los padres, madres, representantes, responsables, tutores, tutoras, familiares, educadores y educadoras deberán emplear métodos no violentos en la crianza, formación, educación y corrección de los niños, niñas y adolescentes. En consecuencia, se prohíbe cualquier tipo de castigo físico o humillante. El Estado, con la activa participación de la sociedad, debe garantizar políticas, programas y medidas de protección dirigidas a la abolición de toda forma de castigo físico o humillante de los niños, niñas y adolescentes.

Por lo tanto la misma es un problema que perjudica gravemente el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula, así como las relaciones sociales existentes en la misma, tanto entre compañeros como entre estudiantes y docentes más específicamente,

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