Relaciones Publicas

1.3 la ética en las relaciones publicas

La ética se ocupa de cómo deberíamos vivir nuestra vida. Se centra en preguntas sobre lo que esta bien o mal, lo que es justo o injusto, que es preocuparse por alguien y que no…

La conducta de una persona no solo se mide en función de su conciencia, sino también en función de algunas normas de aceptabilidad que han sido definidas por la sociedad, los grupos profesionales o la empresa que los contrata. La dificultad de valorar si un acto es ético reside en el hecho de que las personas tienen distintos patrones y percepciones de lo que es (bueno y malo).

El sistema de creencias de una persona también puede determinar como actúan en una determinada situación.

Existe el enfoque de la justicia, a justicia social, que plantea que todo el mundo debiera recibir el mismo trato o, si fuera desigual, de forma justa, en función de una desigualdad que sea razonable. El enfoque de la virtud supone que los individuos alcanzaran el máximo potencial si practican virtudes como la honradez, la valentía, la compasión, la generosidad, la lealtad, la integridad, la justicia, el autocontrol y la prudencia.

Los profesionales de las relaciones públicas tienen el dilema de tener que tomar decisiones que satisfagan:

1- El interés publico.

2- Al empresario.

3- El código ético profesional de la organización.

4- Sus valores personales.

En un mundo ideal, ninguna de las cuatro características anteriores tendría que entrar en conflicto. Sin embargo, en la realidad, suelen hacerlo.

Tal vez en una ocasión se le pedirá que tenga en secreto un plan de reducción de plantilla y no se lo comunique a sus compañeros de trabajo. Es posible que se le invite a defender prácticas empresariales que contaminen el medio ambiente o puede que le pidan que diga coas de un producto o servicio que no sean ciertas. La respuesta a estas complejas cuestiones suelen depender de la interpretación del individuo sobre lo que constituye el decir la verdad, el mantener una promesa, la lealtad y lo que es moralmente correcto.

2.1.1 conocimiento de la situación presente de las relaciones publicas con el personal (sondeo).

Antes de que se inicie un programa de actividades tendiente a mejorar las relaciones con el personal, deberá conocerse primero la situación actual de la organización, investigando cuales son las opiniones y actividades actuales del personal y las posibles motivaciones que les dieron origen, a fin de poder detectar las dificultades que existan y sus causas, así de como conocer las opiniones favorables a la empresa con objeto de apoyarlas mejor e incrementarlas. Para obtener esta información lo más recomendable seria hacer un sondeo de opinión inicial que sirviera de base, en caso necesario, para la realización de una segunda encuesta de opinión mas profunda.

Primer sondeo

Esta primera investigación tiene como fin obtener una idea general de las opiniones tanto buenas como malas del personal con respecto a la organización, y de las posibles razones en que se fundamentan, así como de demostrar la buena fe de los altos niveles directivos para conocer los puntos de vista y los problemas de su personal.

Lo primordial seria empezar esta investigación dando una vuelta por las instalaciones de la empresa para observar a los empleados en su trabajo y entablar conversaciones durante el mismo. En este primer contacto con el personal se debe dar especial interés por cimentar el hecho de que la organización tiene un honrado deseo de conocer las opiniones y problemas de los empleados, y sobre todo de cooperar con ellos para solucionarlos. A continuación se presenta algunas recomendaciones para la realización del primer sondeo:

1- No necesariamente se debe preocupar por determinar una muestra exacta de los empleados a entrevistar, aunque claro esta debe tratarse de que esta sea estratificada, entrevistando empleados de variados niveles jerárquicos, de diversas secciones o departamentos.

2- Se deben incluir bastantes preguntas “abiertas”, para que se ofrezcan respuestas alternativas al entrevistado par que escoja la que desee.

3- Se debe hacer saber a los entrevistados que en los informes que se hagan sobre los resultados de la investigación no aparecerán sus nombres, a fin de que sus respuestas no se vean afectadas por temores.

4- Las respuestas del personal a las preguntas abiertas deben ser transcritas al pie de la letra, ya que si el entrevistador intenta escribirlas con sus propias palabras es muy factible que destaque aspectos inadecuados, desvirtuando el sentido exacto expresado por el empleado.

El que se realice o no esa segunda encuesta dependerá también en grado del tamaño de la organización y de los recursos de que se dispongan.

Segundo sondeo

En caso de que resulte necesario hacer una segunda encuesta de opinión extensiva, se deberá empezar por definir claramente cuales son los objetivos de la misma, para diseñar la muestra y el cuestionario en que se basen las entrevistas. Esta prueba nos dará la pauta para corregir posibles errores y poder decir definitivamente las preguntas que habremos de hacer, determinar las respuestas alternativas que debemos ofrecer a los entrevistados en las preguntas cerradas, definir la forma de redactarlas para que sean claras y accesibles a todos los empleados y para que nos den información que realmente queremos, y establecer el orden mas adecuado de la mismas. En seguida se presentan algunas recomendaciones para la realización del segundo sondeo:

1- ES MUY CONVENIENTE EMPLEAR PREGUNTAS CERRADAS, a fin de que el entrevistado escoja la que desee. Este tipo de preguntas facilitan enormemente la realización de las encuestas tanto para el entrevistador como para el entrevistado.

2- También deben facilitarse la ocasión para que el entrevistado agregue algún comentario por propia iniciativa.

3- No es conveniente emplear un cuestionario intenso, con demasiadas preguntas; en caso de que sea necesario, realizar varias encuestas.

4- Al ser muy numeroso el personal

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