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Rol Aioros Y Milo


Enviado por   •  2 de Junio de 2015  •  2.376 Palabras (10 Páginas)  •  141 Visitas

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SCPostulante » Aioros dice:

**Sobre los cielos que acogen al místico santuario de Grecia, un hombre se ejercita al sol del crepúsculo que hacen encandecer su imagen recubierta por arena y sudor mientras si inagotable energía se derrama sobre la misma tierra donde los héroes de las epopeyas griegas han sido forjados -El Santuario- Murmura en postura de combate, practicando sus golpes cuando uno de estos se detiene la vislumbrar la cumbre más alta de aquel monte, ese que alberga los aposentos sagrados de Athena*

SCPostulante » Milo dice:

***Y mientras las grecas tierras del mediterráneo se tiñen del cálido color anaranjado de los inmensos cielos despejados, una segunda figura con impetuoso avance y orgulloso porte se adentra a las ya habitadas arenas de entrenamiento una de tantas donde se llevan a cabo los combates entre distintos aspirantes que ejercerán después sus habilidades adquiridas en contra del mal en constante ataque - Interesante que estés aquí ... – exclama la misteriosa voz del cuerpo que poco a poco va tomando más nitidez conforme se acerca a la antagónica figura de otro aspirante - Aioros... - después de ello se detiene a una distancia prudente, sonriendo de lado**

SCPostulante » Aioros dice:

**La mirada fija sobre el rocoso horizonte no se despega de ahí mientras el cuerpo de aquel firme personaje se erige con soltura; riéndose como aquel entonces voltea posando sus ojos por encima de su hombrera izquierda -Milo, El Despiadado- Argumenta cuando su fisionomía entera da vuelco hacia el recién llegado, sacudiendo sus manos desde donde brota una sutil nube polvosa -No le encuentro interesante mi estancia en este lugar, pues aquí es donde me gusta entrenar- Argumenta cordial, estoico mientras extiende su diestra en forma de saludo*

SCPostulante » Milo dice:

*** Sus ojos, críticos y de llamativo fulgor se posan directamente en lo que serían los contrarios, quien le recibe con un apretón de manos al que el espartano se niega con obviedad - Entrenando? O conversando con el cielo? - burlesco pero firme exclama, manteniendo su postura sin hacer ningún ademan de corresponder a la tranquila personalidad de su contrario, un viento cruza la tensa escena, ondeando sus ropas desgastadas y la larga cabellera violácea del aspirante a Escorpio**

SCPostulante » Aioros dice:

**Reclinando aquella mano, sus ojos entonces se cierran por un mínimo instante que igualmente es usado para expresar con rigidez los vocablos solemnes que entonces se hacen sentir en aquel campo -Es importante, para un caballero, fortalecer no solo el cuerpo... Si no también el espíritu- Sabiduría y esperanza por igual entrelazadas con su voz -Sé que algún día Athena regresará a esta tierra, es por eso que en espera de su llegada yo debo hacerme más fuerte... Para ser digno y capaz de protegerla- Y como si las cuestiones propias del escorpión no inmutaran su gallardía, los ojos de Aioros nuevamente rozan con las alturas, viéndolas con fe*

SCPostulante » Milo dice:

*** Aquellos vocablos inspiradores no son suficientes para doblegar el rígido espíritu del escorpión, quien con criterio propio tan solo atina a levantar una de sus cejas - Y dime... - buscando interrumpir inmediatamente después de que él terminara sus palabras - que piensas hacer con esa fuerza... si terminarás perdonando a cualquiera que te suplique por su vida? .... - inconforme con la suave y apacible expresión y acción con quien ahora comparte el tiempo, no muy ameno para sí - Eres muy flexible... y no hay espacio para eso entre las filas de Atena... será una guerra... no una pelea de niños de colegio... - **

SCPostulante » Aioros dice:

**A pesar de la cruda actitud contraria, una sonrisa se esboza con sutileza sobre el semblante iluminado de noble guerrero -Calma- Exclama cuando sus pies comienzan una efímera marcha hacia el frente, haciendo elevar una diminuta estela de polvo tras de sí cuando su mano ahora pretende descansar sobre el hombro de aquel aspirante -Ya nos veremos entonces- Mustia intentando evadir entonces al mismo, justo después que su mano hubiese tocado con suavidad la hombrera de sus ropas -Por ahora debo seguir entrenando-*

SCPostulante » Milo dice:

***Inevitablemente el roce es sentido por el ya irritado escorpión, quien no hace más que fruncir el entrecejo y de súbito reaccionar potentemente ante aquella calma que desde siempre le había parecido sobrante en un campo de batalla - Entonces entrena conmigo! ... solo así sabrás que tu actitud no es suficiente para vencer en un combate! - con la misma prontitud con la que su interior reacciona, es como una de las esbeltas y atléticas piernas del postulante se retrasan para obtener un equilibrio perfecto, mientras tanto, en impulso y sincronía perfecta proyecta su puño cerrado hacía la mejilla de su antagono, buscando un golpe potente y poderoso para no volver a ser ignorado**

SCPostulante » Aioros dice:

**Dicha eventualidad se parte jactada por la coalición imponente de aquel puño, arrastrando este el rostro de Aioros cual sin más se ve con el cuello doblegado hacia un costado, haciéndose sus pasos lerdos y erróneos hasta detenerse a una poca distancia -Milo- Susurro perdido entre el hilar carmín que entonces hace presencia bajo el labio del mismo -Todo aquel que sirva a Athena debe compartir su sentido de justicia y bondad- Amenaza cuando nuevamente su postura se balancea, erigida como la más digna escultura de mármol tallado -Con gusto te ayudaré a llenar el vacío que hay en tu corazón- Burlón quizá, pero con la verdad plasmada en su lengua que expresa sin miedo alguno ante el escorpión cuya herida ahondada no produce la inmutación de su faz, dirigida ahora contra él*

SCPostulante » Milo dice:

*** Su puño no se inmuta en lo mas mínimo al impactar con el rostro del noble aspirante, al que sigue mirando cada vez con más determinación a arrebatar aquellos pensamientos que jamás servirían en un combate, así pues, se prepara para su segunda ofensiva, esta vez provocada e iniciada por las palabras que Aioros escupe ante el ya posicionado Milo - La nobleza jamás servirá al momento de acabar con tu contrincante! - entre dientes le responde, y con la misma letalidad con la que su puño fue lanzado en contra del rostro de él, es como ahora, su otro brazo pretende otro movimiento similar, solo que esta vez, los nudillos impactarían en el área del costado más accesible que el uniforme de entrenamiento pudiese dejar - Será una pérdida de tiempo

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