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Sistema Inmune

tahina27 de Octubre de 2012

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SISTEMA INMUNE

Inmunidad:

Es un término médico que describe el estado de tener suficientes defensas biológicas para evitar la infección, enfermedad u otra invasión biológica no deseada. La inmunidad involucra tanto a componentes específicos y no específicos. Los componentes no específicos actúan como barreras o como eliminadores de patógenos para detener la infección por microorganismos antes de que puedan causar la enfermedad. Otros componentes del sistema inmunitario se adaptan ellos mismos a cada nueva enfermedad encontrada y son capaces de generar inmunidad específica contra el germen patógeno.

Sistema Inmune:

El sistema inmunitario es la defensa del cuerpo ante organismos infecciosos y otros invasores. Mediante una serie de pasos llamados "respuesta inmune", el sistema inmunitario ataca a los organismos y las sustancias que invaden los sistemas del cuerpo y causan las enfermedades.

El sistema inmunitario se compone de una red de células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para proteger al cuerpo. Las células mencionadas son glóbulos blancos (leucocitos) de dos tipos básicos, que se combinan para encontrar y destruir las sustancias u organismos que causan las enfermedades.

Los leucocitos se producen o almacenan en varios lugares del cuerpo, que incluyen el timo, el bazo y la médula ósea. Por este motivo, estos órganos se denominan "órganos linfáticos". Los leucocitos también se almacenan en masas de tejido linfático, principalmente en forma de ganglios linfáticos, que se encuentran en todo el cuerpo.

En el cuerpo, los leucocitos circulan desde y hacia los órganos y los ganglios por medio de vasos linfáticos y vasos sanguíneos. De esta manera, el sistema inmunitario funciona de forma coordinada para controlar el cuerpo en busca de gérmenes o sustancias que puedan ocasionar problemas.

Fig.1 Sistema inmune

Repuesta Inmune:

Es la forma en que el cuerpo reconoce y se defiende a sí mismo contra los microorganismos, virus y sustancias reconocidas como extrañas y que son potencialmente perjudiciales para el organismo.

Fig. 2

Tipos de inmunidad:

Los seres humanos tienen tres tipos de inmunidad: innata, adquirida y pasiva:

Inmunidad innata o natural:

Todas las personas nacen con inmunidad innata (o natural), que es una forma de protección general. Muchos de los gérmenes que afectan a otras especies no nos hacen daño. Por ejemplo, los virus que producen leucemia en los gatos o moquillo en los perros no afectan a los seres humanos. También se observa el caso contrario: algunos virus que producen enfermedades en los seres humanos (como el virus del VIH/SIDA) no afectan a los gatos o los perros.

La inmunidad innata también incluye las barreras externas del cuerpo, como la piel y las membranas mucosas (por ejemplo, las que recubren la nariz, la garganta y el tracto gastrointestinal), que constituyen la primera línea de defensa para evitar que las enfermedades ingresen al cuerpo. Si esta barrera defensiva exterior se rompe (como por un corte), la piel intenta sanar la ruptura rápidamente y las células inmunitarias especiales de la piel atacan a los gérmenes invasores.

Inmunidad adquirida

El segundo tipo de protección es la inmunidad adquirida (o activa), que se desarrolla durante el transcurso de nuestras vidas. La inmunidad adquirida comprende la actividad de los linfocitos y se desarrolla a medida que las personas se exponen a las enfermedades o se las inmuniza contra ellas mediante la vacunación.

Inmunidad pasiva

La inmunidad pasiva se "pide prestada" a otra fuente y dura poco tiempo. Por ejemplo, los anticuerpos de la leche materna inmunizan temporalmente al bebé contra las enfermedades a las que la madre estuvo expuesta. Esto puede ayudar a proteger al bebé de las infecciones durante los primeros años de la infancia.

No existen dos sistemas inmunitarios idénticos. Algunas personas parecen exentas de contraer infecciones, mientras que otras parecen enfermarse constantemente. Con el transcurso de los años, el sistema inmunitario de las personas entra en contacto con cada vez más gérmenes y adquiere inmunidad contra ellos. Por este motivo, los adultos y los adolescentes tienden a resfriarse menos que los niños: sus cuerpos han aprendido a reconocer y atacar inmediatamente a muchos de los virus que provocan los resfriados.

Clasificación de inmunidad:

Inmunidad humoral: Este tipo de respuesta está mediado por moléculas circulantes responsables del reconocimiento específico y la eliminación del antígeno: los anticuerpos. Tal inmunidad puede ser transferida a individuos “vírgenes” o que nunca han estado en contacto con tal antígeno mediante plasma (fracción líquida, celular de la sangre coagulada) o suero (líquido resultante de la coagulación de la sangre).

Inmunidad celular: Mediada por un tipo de células circulantes denominadas linfocitos, los cuales se dividen en linfocitos B (LB) y linfocitos T (LT); estos últimos, a su vez, experimentan una ulterior súper-especialización dividiéndose en linfocitos colaboradores y citotóxicos. En otra palabras; cuando el ámbito del choque antígeno-anticuerpo es a nivel de las células orgánicas. Cuando los agentes extraños se encuentran en el interior de las células sólo pueden ser destruidos si son alcanzados por anticuerpos que actúan dentro de ella, y así evitar que se sigan reproduciendo. Ambos mecanismos de acción se complementan mutuamente, ya que en una persona que padece una enfermedad infectocontagiosa pueden existir gérmenes intracelulares y extracelulares.

CELULAS DEL SISTEMA INMUNITARIO

El sistema inmunitario se compone de una red de células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para proteger al cuerpo. Las células mencionadas son glóbulos blancos (leucocitos) de dos tipos básicos, que se combinan para encontrar y destruir las sustancias u organismos que causan las enfermedades.

Los leucocitos se producen o almacenan en varios lugares del cuerpo, que incluyen el timo, el bazo y la médula ósea. Por este motivo, estos órganos se denominan "órganos linfáticos". Los leucocitos también se almacenan en masas de tejido linfático, principalmente en forma de ganglios linfáticos, que se encuentran en todo el cuerpo.

En el cuerpo, los leucocitos circulan desde y hacia los órganos y los ganglios por medio de vasos linfáticos y vasos sanguíneos. De esta manera, el sistema inmunitario funciona de forma coordinada para controlar el cuerpo en busca de gérmenes o sustancias que puedan ocasionar problemas.

Los dos tipos básicos de leucocitos son:

1. los fagocitos, que son células que destruyen a los organismos invasores

2. los linfocitos, que son células que permiten al cuerpo recordar y reconocer a los invasores anteriores y lo ayudan a destruirlos

Los fagocitos incluyen varias células diferentes. El tipo más común son los neutrófilos, que principalmente atacan a las bacterias. Si los médicos sospechan una infección bacteriana, pueden pedir un análisis de sangre para saber si el número de neutrófilos del paciente ha aumentado debido a la infección. Los otros tipos de fagocitos tienen funciones específicas para garantizar que el cuerpo reaccione adecuadamente a un determinado tipo de invasor.

Tipos de linfocitos:

Linfocitos B:

Son células especializadas del sistema Inmunológico (también conocidas como células B) que tienen como función principal producir anticuerpos (también llamados inmunoglobulinas o gamaglobulinas). Los Linfocitos B se desarrollan de células primitivas (células madres) en la medula ósea. Cuando maduran los linfocitos B, se encuentran en la medula ósea, nodos linfáticos, baso, ciertas aéreas del intestino, y en meno extensión en el fluido sanguíneo.

Cuando las células B se estimulan con un material extraño (antígenos), responden madurando en otro tipo de células llamadas células plasmáticas. Las células plasmáticas producen anticuerpo. Los anticuerpos encuentran su camino hacia el fluido sanguíneo, secreciones respiratorias, secreciones intestinales y hasta en las lágrimas.

Los anticuerpos son moléculas de proteínas altamente especializadas. Para cada antígeno existen anticuerpos moleculares con diseños específicos. Por lo tanto, hay anticuerpos moleculares que embonan, como llave y chapa, al virus del pollo, otros que específicamente apuntan a la bacteria que causa la difteria, y otros que son compatibles con el virus de paperas.

La variedad de anticuerpos moleculares es tan extensa que las células B tienen la habilidad de producirlos contra virtualmente todos los micro- organismos en el medio ambiente.

Cuando las moléculas del anticuerpo reconocen al micro-organismo extraño, se unen físicamente al micro-organismo e inician una compleja cadena de reacciones involucrando a otros componentes del Sistema Inmunológico que eventualmente destruye al micro-organismo.

Linfocitos T.

Los linfocitos T (algunas veces llamadas células T) son otro tipo de células inmunológicas. Los linfocitos T, no producen anticuerpos moleculares. Las funciones especializadas de los linfocitos T son:

-Atacar directamente antígenos extraños como virus, hongos, tejidos trasplantados.

- Para actuar como reguladores del sistema inmunológico.

Los linfocitos T se desarrollan de células

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