Son Estrategicas Las Personas En La Empresa

¿Son estratégicas las personas en la Empresa?

Constantemente escuchamos que las personas son el activo más valioso de una compañía. Los departamentos de Recursos Humanos suelen utilizar esta frase para comunicar la importancia de la gestión de personas en las organizaciones. Un discurso preconcebido de exaltación de “su gente” y “su cultura”.

Lamentablemente, demasiadas organizaciones se comportan como si sus empleados fueran un activo que deben administrar y mantener como si fueran máquinas, de fácil e inmediata sustitución. Un gasto contable en vez de una inversión a largo plazo. No obstante las organizaciones y compañías hoy en día no deben ser representadas como un estilo de mando vertical y autoritario, pues no está en el foco de la mayoría de los jefes la importancia de la motivación, de la conectividad y del trabajo en equipo. Aplican el viejo perfil de capataz y patrón de fundo, donde el miedo es el conductor del modo de mandar.

Las organizaciones se enfrentan a disyuntivas cuando las personas no son consideradas como el eje central del negocio, lo que podría desencadenar a una baja orientación al mérito y falta de una gestión institucional del rendimiento. Ausencia de propuestas de desarrollo de liderazgos. Formación y capacitación desenfocadas respecto de las necesidades de la institución. Exacerbado foco en la productividad y falta de preocupación por la calidad de vida laboral, ausencia de políticas de Recursos Humanos evidenciando falta de comunicación y diálogo interno.

Las empresas dependen directa e irremediablemente de las personas, para operar, producir bienes y servicios, atender a los clientes, competir en los mercados y alcanzar objetivos generales y estratégicos. Es seguro que las organizaciones jamás existirían sin las personas quienes les dan vida, dinámica, impulso, creatividad y racionalidad.

En el actual contexto competitivo, donde las empresas deben estar dispuesta a incorporar “value proposition in employment” administrar a las personas significa gestionar de manera estratégica el capital humano desde: el reclutamiento, la selección, retención, programas de formación y desarrollo, sistemas de evaluación del desempeño, compensaciones, calidad de vida laboral, gestión de cambio y la organización del trabajo.

Por otro lado, esto implica desarrollar habilidades de liderazgos para formar equipos de alto rendimiento, donde se estimule la innovación, implementar y ejecutar estrategias que promuevan la excelencia. No cualquier liderazgo. Se caracteriza por poner la positividad, la horizontalidad relacional, las conversaciones indagadoras y la conexión con las personas como los elementos causales de climas laborales sobresalientes. Esto es exigente para los jefes de cualquier nivel jerárquico, pues los tensiona para cambiar el típico estilo de patrón de fundo que la mayoría hemos aprendido hacia un estilo cercano, directo, cuidadoso, horizontal, exigente y mirando la positividad del vaso medio lleno.

Es necesario dar a los trabajadores un trato adecuado es, en primer lugar una exigencia ética, este trato adecuado demanda reconocer que se lidera a seres conscientes y libres, esto exige veracidad y una adecuada participación a cada situación. Coincido con Isidro Fainé, experto en alta dirección de empresas, quien afirmaba “Liderar es una cuestión de confianza, de libertad, de vivir en la verdad, lo importante es tener un proyecto y hacer participes del mismo a tus colaboradores, que tienen todo el derecho del mundo a saber para qué trabajan”. Por tanto ¿quién es más importante en una empresa, el empleado, el accionista, el proveedor, el cliente?, la respuesta de podría ser que lo más importante es el empleado, si este está motivado, trabaja a gusto, hará las cosas bien y el cliente será bien atendido, y a su vez, estará satisfecho, en consecuencia se conseguirán los objetivos y por lo tanto los accionistas recibirán compensación, lo mismo que los proveedores sirviendo a una empresa sostenible.

Desde mi perspectiva los valores que están a la base de las compañías exitosas tienen un enfoque inclusivo e integrador, además la importancia de los stakeholders en la creación de valor compartido, la búsqueda de la excelencia en la gestión, el compromiso social,

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