Trabajo de Grado de Alfonso Mancilla revisado

INTRODUCCIÓN

La labor educativa envuelve un compromiso y responsabilidad de gran relevancia. Por consiguiente, el directivo y docente deben gestionar su organización educativa como gerentes ejerciendo estilos de trabajo de acuerdo a la necesidades organizacionales que promuevan la autorrealización en su equipo de trabajo que debe ir según la visión y misión de la escuela; de esta manera, la sociedad presente demanda de gerentes con un liderazgo propio y efectivo con su práctica escolar.

Actualmente, el estilo gerencial compone habilidades y capacidades que influyen directamente en éxito de la escuela. Por cuanto, el liderazgo  pedagógico es esencial en el  directivo y docente como gerentes de una gestión escolar y pedagógica, son éstos los que coordinan el proceso formativo según la situación individual o grupal de la institución educativa. Se busca la alternativa idónea de gestionar los procesos de enseñanza y del aprendizaje para que el escenario institucional se encuentre de forma armónica con el propósito de que todos los actores involucrados en el proceso, generen un producto de calidad educativa. 

Es así que, es el docente el que ejerce una acción directa, sin embargo los ámbitos de influencia del directivo son claves para la mejora de los aprendizajes, en la calidad de la práctica docente, las condiciones de trabajo y el funcionamiento de la escuela. Por lo que se puede afirmar que el rol del directivo en la mejora de la calidad de la escuela es potente.

        No obstante, la gestión de las escuelas ha sido asumida convencionalmente como una función básicamente administrativa, desligada de los aprendizajes, centrada en la formalidad de las normas y las rutinas de enseñanza, invariables en cada contexto; basada además en una estructura cerrada, compartimentada y piramidal, donde las decisiones y la información se concentran en la cúpula, manteniendo a la comunidad educativa en un rol subordinado^[a]. 

Por lo tanto, los directivos escolares deben poseer competencias que les permita la reflexión sistemática sobre su práctica pedagógica, la de sus colegas, el trabajo en grupos, la colaboración con sus pares y su participación en actividades de desarrollo profesional. Incluye la responsabilidad en los procesos y resultados del aprendizaje y el manejo de información sobre el diseño e implementación de las políticas educativas a nivel nacional y regional, como también los procesos administrativos que deben desempeñar.

        De tal manera, el presente estudio buscó investigar la orientación pedagógica desde la función gerencial de los directivos de la E.B. “ Josefina Molina de Duque”, caracterizándose por ser una investigación de naturaleza descriptiva, de campo, enmarcada en el enfoque cuantitativo y bajo la modalidad de un proyecto factible.

       Visto de este modo de investigación la misma se estructuró en VI Capítulos. El Capítulo I contiene la formulación del  problema e incluye los objetivos de la investigación, además de su justificación e importancia. En el Capítulo II asociado con la fundamentación bibliográfica, comprende los antecedentes y las bases teóricas que respaldan las variables objeto de estudio. El Capítulo III asociado al diseño metodológico involucra el tipo de investigación, población y muestra, validez, confiabilidad, instrumentos de recolección de datos y análisis. El Capítulo IV comprende la presentación y análisis de los resultados. El Capítulo V las conclusiones y recomendaciones. El Capítulo VI está asociado a la formulación de estrategias de orientación pedagógica desde la función gerencial dirigidas a los sujetos de estudio. Se finaliza con las referencias y  los anexos.

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento  del Problema

La educación representa un sistema que debe estar en constante evaluación y control debido a los diversos cambios sociales, educativos, tecnológicos, entre otros, que se presentan en este mundo globalizado. Justamente tras esta realidad, los protagonistas de dicho proceso educativo, a saber, docentes y directivos,  se encuentran inmersos en retos constantes que le obligan a modificar sus roles fuera y dentro del aula.

Es allí donde los directivos tienen una importante participación debido a que son guías de los docentes para que todos puedan unir esfuerzos en el funcionamiento efectivo y coordinado en la búsqueda de los objetivos de la institución educativa. Al respecto, Chacón (2011) resalta: “El saber pedagógico también es adquirido por el director al actualizarse sobre lo que acontece en la educación, el director tiene que estar al día desde la curiosidad por los cambios, por la innovación…” (p.53).

En torno a lo citado, se resalta que la continua preparación, no sólo en cuanto a lo cognoscitivo, sino en gerencia y liderazgo por parte de los gerentes educativos, redunda en un factor diferencial que conllevará a la institución a una escuela de calidad, con procesos actualizados e innovadores. Conforme a esto, la dirección constituye la garantía de consecución que conduce a las metas y objetivos organizacionales que la institución se ha planteado.

Es entonces que los gerentes son responsables de acuerdo a lo indicado por Marín (2004)

…integrar en un todo coherente los elementos que forman el complejo organizacional, dependiendo de ella el éxito o fracaso de la organización, porque de que vale contar con una excelente planificación, un personal bien formado, una estructura, una instalación y sistematización cuidadosamente diseñada, si no hay una Dirección estimulante, responsable, con iniciativa, emprendedora que lleve efectivamente a la organización a cumplir su misión y visión… (p. 20)

En este orden de ideas, el directivo debe ser el pilar y el promotor de los cambios, escogiendo las mejores estrategias pedagógicas hacia los docentes, lo que minimizará la brecha de la incertidumbre que implica todo cambio, motivando a la búsqueda de un futuro integrador que finalmente influirá en la formación de estudiantes con una educación efectiva y de calidad.

Bajo esta perspectiva, el directivo debe acompañar pedagógicamente a los docentes en todo lo concerniente al proceso educativo, que de acuerdo con Sandoval (2012), “… tiene como objetivo ir al lado de otro modelando estrategias de enseñanza bajo un enfoque humanista proporcionándole guías para planificar, ejecutar y evaluar procesos de enseñanza y aprendizaje”. (p.28), de esta forma, el docente al contar con este tipo de herramientas y acompañamiento pedagógico por parte de los directivos, le dará más soporte y mayor motivación de la manera en que practica su rol como docente.

Igualmente, la función directiva promueve al director como líder pedagógico, subraya el concepto de comunidad, la importancia de los valores compartidos. De acuerdo con Martínez, (2003), “la integración de los valores pedagógicos con los aspectos técnicos, surgirá una escuela mejor gestionada, tanto desde una perspectiva socio-cultural, como desde una perspectiva técnico-profesional” (p. 45). En otras palabras, la función directiva en la escuela, establece que la misma comprende los procesos de gestión de los recursos humanos de la organización escolar, incluyendo los docentes y alumnos, conjuntamente con el manejo de los procesos administrativos y gerenciales que permiten el funcionamiento de la institución escolar dentro de esquemas de eficiencia.^[b]

Adicional a ello, Rodríguez (2011), revela algunas características de un directivo pedagógico, las cuales se mencionan a continuación:

…centra su quehacer educativo en: formular, hacer seguimiento y evaluar las metas y objetivos del establecimiento, los planes y programas de estudio y las estrategias para su implementación. Organizar, orientar y observar las instancias de trabajo técnico-pedagógico y de desarrollo profesional de los docentes del establecimiento. (p.4)

Por lo tanto, más que una función supervisora, el directivo que orienta pedagógicamente, analiza global y holísticamente todo el sistema en el que se encuentra inmerso, de este modo al visualizar cada elemento y darle su importancia debida, podrá impulsar medidas eficaces para consolidar las metas y objetivos del plantel educativo y que pueden ser enmarcadas en un sistema que mejora continuamente.

No obstante, en la actualidad en el sistema educativo venezolano se puede denotar que muchos directivos desatienden dicho acompañamiento pedagógico y debido a sus funciones administrativas, descuidan todo lo inherente al proceso educativo que se gesta en su institución. Mosqueda (2012) deja ver una situación común en muchas instituciones:

Son pocos los directivos que utilizan la sinergia de la gerencia para asesorar a los docentes de aula apoyándose en la figura del Acompañante Pedagógico, y hacer las orientaciones y correcciones pertinentes, y junto con ellos, tomar las decisiones que puedan prevenir el mayor número de equivocaciones en función de la calidad educativa. (p.58)

A este respecto, resulta preocupante que existan gerentes educativos que no estén a la vanguardia de lo que demanda la educación actual, en otras palabras, hay carencia de directivos alineados con paradigmas contemporáneos que envuelvan una redimensión de la forma de pensar y actuar en los diversos procesos, a saber, administrativos, pedagógicos, de gestión curricular, entre otros.

En efecto, el no contar con directivos actualizados, impedirá lo que añade Perdomo (2010), circunscribirse a un modelo acorde al “…contexto de una visión del hombre, del mundo y de la Educación como elementos capaces de transformar y transformarse”. (p.70). Por ello se hace necesario deslastrarse de antiguos modelos de supervisión que abran nuevas perspectivas para la transformación de ciudadanos de una nueva era, que transformen la sociedad actual, en especial, la venezolana.

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