La Educación Como Violencia Simbolica

La Educación como Violencia Simbólica

La sociología de la educación es una disciplina que utiliza los conceptos, modelos y teorías de la sociología para entender a la educación en su dimensión social.

En esta ocasión hablaremos de Bourdieu, el cual fue conocido significativamente dentro de la sociología de la educación, ya que el cual hace su contribución a un área especializada de la misma sociología con la teoría de la violencia simbólica y de la reproducción social en las sociedades avanzadas.

El presente se realiza, esperando explicar la consistencia de la teoría simbólica que maneja el autor.

Bourdieu considera que la escuela ejerce una violencia simbólica sobre sus usuarios, ya que a través de ella se impone el sistema de símbolos o significados sobre los diversos grupos o clases sociales, concibiéndose esta imposición como legítima.

“Toda acción pedagógica es objetivamente una violencia simbólica en tanto que es una imposición, por un poder arbitrario, de una arbitrariedad cultural”

¿Qué quiere decir esto?

Que una vez que se considera legítima se usa para esconder las relaciones de poder las cuales están actuando en todo momento dentro de la sociedad, y como resultado se obtiene el éxito de estos grupos. En la medida de que es aceptada como normal esta imposición, que está pero no se reconoce como tal: en las modas, en el hablar, en la forma de desenvolvernos, etc.

La cultura contribuye a la misma reproducción de una forma sistemática y sin darnos cuenta, esta cultura se presenta entonces como arbitraria en su posición y en su contenido ya que ciertos aspectos de esta no pueden explicarse a partir de un análisis lógico ni de la misma naturaleza, como ejemplo serían las distintas religiones las cuales son diferentes de acuerdo a la mismas sociedades o el tipo de personas que se quieren obtener. Por ejemplo: en unas culturas en algún tiempo la enseñanza eran para producir guerreros, en nuestros tiempos servidumbre.

Para comprender como funciona la reproducción de lo social, incluso de sus estructuras de dominación, Bordieu se vale de la noción de habitus y con ella intenta dar cuenta del modo por el que los agentes sociales encuentran al mundo como evidente en si mismo, y, con ello, constituyen la relación de dominación de la que son parte.

Los habitus se definen como "sistemas de disposiciones duraderas, estructuras estructuradas predispuestas para funcionar como estructuras estructurantes”.

Analizando lo anteriormente expuesto, el habitus, es un sistema de disposiciones, una manera de ser, un estado habitual del cuerpo, una predisposición, una inclinación.

Actúa como una estructura, que se manifiesta en la forma de actuar del individuo, la forma de interactuar con el otro.

En la conformación del mismo, juega un papel fundamental la familia, mediante la acción socializadora, es a través del proceso de socialización que el individuo realiza una reabsorción del mundo objetivo en el interior de la conciencia, de tal modo, que las estructuras de ese mundo objetivado determinan las estructuras subjetivas de ésta.

El habitus entendido como un sistema de disposiciones duraderas y transferibles, al integrar todas las experiencias pasadas, funciona como matriz de percepciones y acciones futuras.

"…asegura la presencia activa de experiencias pasadas, que, depositadas

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