Ambitos De Diseño Del Curriculum

Cuando se habla de un modelo cerrado se está aludiendo a una reglamentación muy detallada por parte de la Administración educativa. Todo aparece ordenado estrictamente y las posibles adaptaciones a las circunstancias concretas de cada realidad individual son francamente mínimas, la intención estriba en conseguir una oferta curricular común y uniforme para toda la población.

decisiones curriculares están expresadas a partir de criterios de estilo técnico: objetivos estrictamente prefijados, contenidos distribuidos en torno a la asignaturas y separadas entre sí, evaluación basada en los resultados y todo apoyado en textos y manuales perfectamente listos para ser aplicados en la clase. En definitiva el desarrollo del currículum consiste en un traslado automático de las prescripciones generales, al aula.

propio de los sistemas centralizados, es decir, aquellos donde se delegan y reparten las competencias de forma piramidal, jerárquica y en relación a un severo control que asegure una distribución homogénea de las decisiones adoptadas con el consiguiente olvido de las peculiaridades y necesidades de la “periferia”.

En el modelo abierto, las prescripciones generales son mínimas, quizás exclusivamente algunas relativas al ordenamiento del sistema educativo y poco más.

El punto básico lo configura la importancia concedida a las diferencias como garantía de respeto a la diversidad.

El marco curricular tendrá una continua revisión de acuerdo con el marco sociocultural particular en el que se encuentra y al que pretende servir.

Para diseñar el currículum se aboga más por los procesos que por los resultados y para ello se definen unos objetivos amplios, exclusivamente orientativos, afín de atender a las necesarias adaptaciones que concurran a lo largo de la experiencia educativa.

Los contenidos rompen la tradicional distribución en materias fragmentadas para pasar a agruparse según distintas modalidades interdisciplinares que le impriman funcionalidad a los conocimientos.

El currículum básico

Un ejemplo de esta propensión a regresar a los puntos de partida lo tenemos nuestro entorno. Es el caso de la denominada “Ley de Calidad” donde la Administración educativa, amparada en la tradicional caída de los niveles, ha promovido una mayor centralización y fijación de los contenidos mínimos, con lo cual la comprensividad, contextualización y autonomía docente regresan a unos formalismos de los que apenas se desprendieron.

Por otra parte el grado de apertura y el nivel de flexibilidad requiere de un doble contraste, por un lado hay que compararlo con la tradición de la que se procede y otra con el nivel alcanzado en otros lugares así,

Se observa una creciente interpretación que defiende el diseño del currículum como una responsabilidad compartida en la que intervienen distintos agentes y diversas instancias, es decir, el currículum básico parece abrirse camino y asentarse en el planteamiento educativo de nuestro entorno socio-cultural.

Las decisiones adoptadas serán por tanto producto de un diálogo cada vez más próximo a la experiencia concreta que se trate, así por lo general de las prescripciones estatales, se pasa a su adecuación contextual por los centros y, por último se adaptan a las realidades concretas de cada grupo de alumnos y alumnas, este proceso de concreción progresiva del currículum significa una descentralización en la práctica del currículum común.

Las responsabilidades sobre el currículum, vista la distribución más extendida entre los sistemas educativos mínimamente organizados, comienza con la instancia político-administrativa que lo ordena (GIMENO, 1988). Coincide por tanto con el más alto nivel de responsabilidad y las decisiones dirigen su atención a la totalidad de los ciudadanos. En nuestro caso, este primer nivel, se corresponde con la Administración estatal y la Administración autonómica, que integra todo lo referente a la cultura de la comunidad para la que se legisla. Coincide con el currículum básico o currículum prescrito que garantiza que todo el alumnado tenga acceso a las experiencias educativas que se consideran esenciales para su desarrollo y socialización.

El marco común que se establece con el currículum básico obedece a tres necesidades socio-educativa muy importantes:

- definir el proyecto educativo social que responda a las necesidades y características culturales de la sociedad a la que se refiere.

- garantizar la igualdad de oportunidades (equidad) de todo el alumnado evitando, con su intervención, las posibles desviaciones provocadas por la desigual distribución de la enseñanza según la procedencia sociocultural del alumnado.

- asegurar una aceptable homologación de las acreditaciones dentro del sistema educativo y permitir distintos traslados y cambios de residencia sin efectos traumáticos para los estudiantes a causa de titulaciones y requisitos dispares.

El currículum común o básico puede adoptar distintas formas y ser desarrollado según criterios dispares, pero, en general, alude a las materias y contenidos esenciales que constituyen el núcleo sustantivo de los estudios que deben ser cursado por todo el alumnado, tiene por lo tanto un carácter prescriptivo.

no recoge todo el programa, sólo una parte del mismo, pues tan importante, a efectos de riqueza cultural, resulta la base común como la posibilidad de incorporar otras dimensiones directamente relacionadas con la población a la que se dirige. En este sentido cuando se habla de currículum nacional, en cualquiera de sus acepciones, se hace alusión

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