¿ Cualquiera puede ser un gerente competente?

¿ Cualquiera puede ser un gerente competente?

De acuerdo con el artículo “ Las habilidades gerenciales y su importancia en la Dirección Empresarial” de Paola Andrea Ruiz Rojas, existen 4 funciones administrativas: planificación, organización, direccionamiento y control.

La autora menciona que según Katz existen tres habilidades gerenciales principales que debería de desarrollar un gerente competente para llevar a cabo estas funciones administrativas de manera eficiente:

1. Habilidades técnicas: Son los conocimientos acerca de un campo específico, que se adquieren en la escuela o por la experiencia, los cuales permiten a una persona llevar a cabo un trabajo específico. En el caso de un gerente, esta habilidad le permite conocer los requerimientos del área que va a liderar.

2. Habilidades sociales: Este tipo de habilidades cuando se desarrollan permiten a una persona relacionarse, comunicarse, ser empática, tener autocontrol, ser asertiva.

En el caso de un gerente estas habilidades lo ayudarán a motivar, guiar y persuadir a otros, además de fomentar un ambiente agradable en la oficina, para lograr que muchas personas trabajen en una meta y objetivo comunes.

3. Habilidades conceptuales: Estas habilidades, son de tipo cognitivas y le permiten a la persona tener una visión global del negocio. Entender todas sus áreas y la manera en que se relacionan entre sí para poder operar e influir positivamente en la empresa.

Además también menciona otras habilidades gerenciales que también considera necesarias para una gestión eficiente:

4. Rol de liderazgo convincente

5. Empoderamiento

6. Promoción y desarrollo del personal

7. Comunicación eficaz

8. Manejo de conflictos

9. Negociación

Por otro lado Carlos Largarcha habla de una perspectiva nueva para llevar la Gerencia de Negocios, a la cual llama la Gerencia Humanista, la cual consta de dos partes: Se trata estructuras organizacionales donde se permite que las personas utilicen todo su potencial y se les permita desarrollarse libremente, en dónde no existe el control a los empleados. Él lo llama empresas donde los empleados pueden “florecer”.

Contrario a la manera tradicional en la que los empleados deben obedecer las órdenes del jefe y las políticas establecidas, en la gerencia humanista se logra que las personas logren una autorregulación, ya que cuentan con la libertad de escoger sus horarios, su lugar de trabajo, su manera de trabajar, inclusive su sueldo.

Él habla de que cuando a los empleados de una empresa se les trata como adultos responsables, estarán más satisfechos, realizados y felices, lo que conllevará a una autorregulación, y su participación aportando su máximo potencial en beneficio de la empresa.

Si no fuera porque una empresa así ya existe en Brasil, y además es muy exitosa, yo hubiera pensado que se trataba de una teoría imposible de llevar a cabo. Porque en mi experiencia, cuando en una empresa no se controla al personal (y ha sucedido dónde trabajo), los empleados acaban haciendo lo que les conviene, incluso llegan abusar y a robar.

Este fue el punto que a mí me hizo reflexionar, y es justo en el que se relaciona por completo con el artículo de Paola Andrea Ruiz Rojas; la exposición de Largarcha se enfoca más en la posibilidad de tener empleados más motivados

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