Cultura Política

¿Dónde está la franja Amarilla?

Me gustaría opinar a la luz de los problemas que se viven a nivel de mi ciudad, no escojo mi barrio o una comunidad en especial porque quiero abarcar los problemas sociales en general que día a día observo en ésta ciudad (Manizales).

Empezaré hablando de la situación de violencia en aumento que se observa, es bien deprimente ver cómo ahora las personas matan hasta por $50.000 y si les ofrecen $25.000 también lo hacen; ustedes se preguntarán cómo puede ser esto cierto y más aún en Manizales, que no figura como la ciudades más violentas de Colombia?; pues les cuento que me gusta mucho hacer trabajos con comunas muy pobres y es allí donde me he dado cuenta de tantas cosas que el común de la gente no se entera, es más ni siquiera se percatan, porque llegamos a pasar tan indiferentes con el dolor y la pobreza de los demás, que poco o nada nos importa. Era una de esas personas que antes de estar un poco “untada” de ésta gente y de ver “los toros desde la barrera”, juzgaba bastante todos los delincuentes, llámese ladrones, matones, secuestradores, etc.; pero ahora que conozco más de cerca la realidad de éstas personas entiendo que ante tanto injusticia, tanta inequidad, tanta corrupción, tanta miseria, tanta hambre, éstas personas optan por lo único que desafortunadamente les queda: “matar por cinco pesos, robar, extorsionar, secuestrar”.

Colombia tiene a la mayoría de su gente en condiciones de extrema pobreza, pues los pocos que logran tener un salario mínimo les alcanza escasamente para sobrevivir y entonces qué hacen aquellos que nunca pudieron tener acceso a una educación siquiera primaria? Aquellos a los que les negaron todas las posibilidades desde niños por pertenecer a un hogar menos digno que la clase “opulente”? aquellos que aún no caminaban y ya estaban en un anden estirando su manito para pedir una moneda con la que muy seguramente lograrían solo tomarse una aguapanela? Aquellos que desde su cuna estuvieron con sus posibilidades cerradas y fueron día a día creciendo con ese dolor, ese resentimiento contra la sociedad, esa rabia de no poder tener siquiera acceso a las condiciones mínimas que debe brindar un país (salud, educación, vivienda).

Es bien triste y denigrante ver unos cuadros en las puertas de los hospitales públicos donde llegan las personas de clase social baja, aquellos que por más favorecidos que estén tienen un SISBEN y aquellos que en su mayoría no tienen absolutamente nada; -nada es nada-. Me ha tocado ver personas muriéndose de una apendicitis, madres próximas a dar a luz, niños heridos, con sus extremidades quebradas, heridos de bala, de cuchillo, etc, que llegan a las puertas de un hospital y son devueltos de la manera más infame porque no tienen un carnet de salud o en su defecto porque no tienen un centavo con qué pagar. No soy conocedora a fondo de los temas legales pero se supone que deben ser atendidos, eso suponemos todos; pero la realidad y la frialdad en la que hemos caído todos es tan horrible que a los médicos o funcionarios públicos de los hospitales poco les importa.

Yo me pregunto y les pregunto: Cómo no va a quedar un ser humano resentido el resto de su vida con actuaciones como éstas, con un país que no les ofrece lo más mínimo? Con un país en el que tienen que robar para subsistir porque si las personas que ahora tienen postgrados, maestrías, las encontramos sin trabajo y regalándose por cualquier salario, qué podemos esperar para ellos que nunca tuvieron una oportunidad siquiera de estudiar? En todas partes los excluyen, los rechazan, porque no son aptos para la sociedad. Si ustedes fueran padres y sus hijos estuvieran sin nada que comer, los dejarían morir de hambre? Verdad que no? Mataríamos si es del caso para que ellos sobrevivan.

Considero entonces que en mi ciudad tenemos varios problemas delicadísimos: una tasa de desempleo de las más altas del país (superior al 14%), drogadicción, prostitución, un problema de inseguridad tremendo, por ende violencia en grado extremo, delincuencia común, como ya lo mencionaba extorciones y secuestros.

Todo esto ocasionado por el resentimiento del pueblo, por la pobreza, la ignorancia,

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