DERECHO AMBIENTAL sobre contaminación energética
julitocesarMonografía25 de Octubre de 2015
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CAPÍTULO I
- ENERGÍA
- CONCEPTO.
En el año 1807 Thomas Young propuso la palabra energía (del griego Ergén que significa trabajo). Entonces energía es la capacidad que tienen los cuerpos para realizar trabajo y producir un cambio, y su medida viene dada por la cantidad de trabajo que realiza. Todo cuerpo en sí mismo posee cierta cantidad de energía. La energía puede pasar de una forma a otra de acuerdo a la Ley de la conservación de la energía, pero no puede ser creada ni destruida.
- TIPOS DE ENERGÍA.
- EMERGÍA LATENTE O POTENCIAL
Es la cantidad de energía en reposo que no lleva a cabo ningún trabajo, es decir puede imaginarse como una energía almacenada dispuesta a servir o desarrollarse cuando las condiciones que las rodean sean favorables para ello. Ejemplo, así un cuerpo pesado (una piedra) mantenido a cierta altura del suelo no se pondrá en acción; mientras se deje caer. La energía potencial es la que produce trabajo y energía actual.
- ENERGÍA ACTUAL O CINÉTICA.
Es la energía en acción o en movimiento que poseen todos los cuerpos. Es la capacidad que tiene todo cuerpo en movimiento, y de aquí podemos establecer que “La materia no se crea ni se destruye se transforma”.
- FORMAS EN QUE SE MANIFIESTA LA ENERGÍA
- ENERGÍA LUMINOSA.
Esta energía procede del sol que hace posible la vida en nuestro planeta. Esta energía se emplea para el uso industrial y calefacción doméstica, pero todavía es un proceso costoso.
- ENERGÍA MECÁNICA.
Esta energía no es más que la suma de la energía potencial y cinética que posee un cuerpo.
En = Ep + Ec
Ambas formas de energía, potencial y cinética, constituyen la energía mecánica del cuerpo.
- ENERGÍA ELÉCTRICA.
La energía eléctrica es un movimiento de electrones que tratan de igualar una desigualdad electrónica. La corriente de electrones no puede observarse por sí mismo, sino por los efectos que produce. La desigualdad electrónica, la diferencia de potencial, se mide a través del voltaje y más específicamente en voltios, la medida de la cantidad del flujo de electrones, que pasan en segundos, se llama amperaje y se mide en amperios.
- ENERGÍA QUÍMICA.
Se encuentra en las moléculas de los alimentos y los combustibles. Los músculos convierten la energía química de los alimentos en energía mecánica. Transformando la energía del carbón, la madera, el petróleo y el gas en calor, hace funcionar motores y se obtiene calefacción.
- ENERGÍA TÉRMICA.
El calor produce trabajo. En una máquina de vapor el calor se obtiene por la combustión del carbón; el vapor obtenido de esa combustión es la energía que permite el movimiento de la máquina.
Algo similar ocurre en los automóviles, donde la combustión de la gasolina produce energía térmica o calorífica. El calor de explosión de los gases hace funcionar el motor.
- ENERGÍA NUCLEAR.
La energía del núcleo del átomo es capaz de liberar energía calorífica y mecánica en grandes cantidades, ya que su poder destructivo es incalculable (bombas atómicas). La investigación y aplicación de este tipo de energía se está utilizando en bien de la humanidad.
- IMPORTANCIA DE LA ENERGÍA EN LOS ECOSISTEMAS.
La materia puede transformarse en energía y la energía en materia. Los biólogos pueden constatar esta afirmación en el proceso respiratorio, donde los alimentos se desdoblan y liberan la energía química que poseen, la cual permanece en las células en forma de la molécula de ATP (Adenosin trifosfato).
La transformación de energía en materia se presenta en el proceso recíproco, es decir, en la fotosíntesis, la cual permite almacenar la energía radiante del sol como materiales químicos orgánicos.
Las estructuras heterótrofas dependen de la energía de las moléculas alimenticias que han sido procesadas por las autótrofas, además que la mayor parte de los seres vivos también requieren del oxígeno, liberado en la fotosíntesis, para efectuar su proceso respiratorio aeróbico. En la respiración aeróbica, fermentación y respiración anaeróbica se genera el CO2 material indispensable para el desarrollo fotosintético.
Sólo en las células autótrofas pueden encontrarse la máquina biológica de alta eficiencia capaz de transformar la energía solar en otras formas energéticas potenciales para el uso de los demás seres vivos.
- RUTA DE LA ENERGÍA EN EL ECOSISTEMA.
La “Ruta de la energía” se establece desde que los autótrofos, generalmente fotosintéticos, producen materiales orgánicos que resultan la fuente energética para otros heterótrofos, iniciándose así la cadena alimenticia y el flujo de la energía en el ecosistema.
La fuente principal de energía en la tierra es la radiación solar. El planeta solo aprovecha, por medio de la fotosíntesis, alrededor del 2% de la gran cantidad de energía solar que recibe; a pesar de ello, 120 mil millones de toneladas de materia orgánica se producen anualmente.
Este 2% del inmenso flujo de ondas electromagnéticas provenientes del sol son susceptibles de ser captadas y transformadas por los productores primarios, los cual es las transmiten a los heterótrofos o consumidores en forma de compuestos orgánicos endergónicos. Estos materiales químicos endergónicos los consumen los heterótrofos y, estos, a su vez, los convierten en sustancias de naturaleza más compleja.
La materia orgánica procesada es más compleja y seguramente la utilizará el consumidor del siguiente orden; por ejemplo un carnívoro usará la materia orgánica de un herbívoro, quien a su vez consumió directamente los productos fotosintéticos de los autótrofos. También los heterótrofos en su metabolismo pueden producir materiales más sencillos e incluso productos inorgánicos que serán empleados por algunos otros organismos fotosintéticos, los cuales utilizaran el bióxido de carbono y el agua sintetizada como productos de desecho de la respiración aeróbica.
CAPITULO II
2.0. CONTAMINACIÓN ENERGÉTICA.
2.1. CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
El hombre, como individuo y como colectividad social, necesita vivir a expensas del medio ambiente que lo rodea (son sistemas abiertos en régimen no estacionario que necesitan evacuar cuando menos la entropía que generan). Para su desarrollo, los sistemas vivos necesitan un continuo aporte dCe recursos vitales (masa y energía), y se ven forzados a evacuar productos de desecho (masa y energía). El ambiente natural, la biosfera terrestre, es un sistema termodinámico mucho mayor que el sistema formado por todos los seres humanos que en él viven (p.e. la masa de la atmósfera ya es =lo6 veces la masa de la humanidad), y hasta época reciente no había que tener cuidado más que de asegurarse la disponibilidad de recursos vitales: agua y alimentos (agricultura, ganadería), ya que el aire está siempre disponible, su almacenamiento y distribución, y de deshacerse de los subproductos (ventilación, eliminación de aguas residuales, basuras, etc), aunque en este caso eliminación quería decir simplemente echarlo a un lado.
Hasta época reciente la actividad humana era muy limitada a escala planetaria (actividades domésticas individuales y actividades artesanales en núcleos de población pequeños, mayoritariamente en ambiente rural, y era difícil imaginar que las actividades en una parte del mundo se notasen en las otras. Ha sido especialmente la llegada de los vuelos espaciales, donde cada hora y media se ven pasar todas las partes del mundo (satélites en órbita baja), o donde se tiene una visión permanente de casi medio mundo (satélites geoestacionarios) lo que más ha ayudado a darse cuenta de que la biosfera es una exigua y delicada cáscara compartida por toda la humanidad.
Por cuantía, la actividad humana más contaminante es la combustión. A este respecto resulta revelador comparar la población humana en 1990, unos 5. lo9 habitantes, con la de vehículos. Suele considerarse como núcleo urbano una comunidad interdependiente, es decir, donde cada grupo se especializa en una actividad y depende para las demás de los otros, a diferencia de las agrupaciones rurales, en donde cada familia es prácticamente autónoma en su abastecimiento.
Desde que el hombre dominó el fuego (ya lo sabía producir artificialmente hace unos 30000 años) y sus múltiples aplicaciones (iluminación, calefacción, procesado de alimentos y de materiales ingenieriles), se vio obligado a soportar el humo sucio, irritante y tóxico, asociado. Hasta la llegada de la Revolución Industrial, el humo era de madera, sus compuestos contaminantes consistían en hollín, monóxido de carbono e hidrocarburos parcialmente pirolizados, y su escala era tan pequeño que sólo daba lugar a problemas locales de contaminación. Con la llegada del carbón se añadieron las cenizas volantes, los óxidos de azufre y los de nitrógeno y ya empezaron a surgir algunos problemas ecológicos globales, aunque en aquél entonces la mejora de la calidad de vida en los centros industriales hacía incluso desear esa contaminación fabril.
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