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DISMINUCIÓN DE LA CALIDAD DE ATENCIÓN SECUNDARIA A LOS TIEMPOS DE ESPERA PROLONGADOS

jeeloopTarea26 de Agosto de 2019

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DISMINUCIÓN DE LA CALIDAD DE ATENCIÓN SECUNDARIA A LOS TIEMPOS DE ESPERA PROLONGADOS.

INTRODUCCIÓN

Durante la realización de este trabajo tuve que recabar diversa información, iniciando de lo general a lo particular lo cual me permitió conocer más a fondo la problemática causada por los tiempos de espera prolongados en los sistemas de salud, mediante datos estadístico de evaluaciones a nivel nacional, documentándome no solo con datos de Instituto de Salud del Estado de México, si no de varias instituciones de salud pública, teniendo una perspectiva más amplia de esta situación y sus consecuencias. Al ir profundizando en el tema e ir de lo general a lo particular sin darme cuenta comencé a observar de manera más crítica mi centro de trabajo, y pude darme cuenta que llega un momento en el cual dejamos de percibir que los tiempos de espera prolongados juegan un papel importante dentro de la calidad de atención en los servicios de salud y con ello la satisfacción que genera dicha atención en los pacientes, e incluso la influencia que pueden tener en el apego a un tratamiento. Realizando esta evolución determiné algunos de los factores que provocan un alargamiento en los tiempos de espera y disminución en la calidad de atención; al mismo tiempo me di cuenta de que, si bien, no podemos cambiar de un día para otro la situación a nivel institucional podemos trabajar de manera personal e ir alentando a compañeros y autoridades para trabajar en conjunto y tener mayor impacto sobre la población y la institución misma, lo que nos permitirá realizar un cambio para obtener nuestro objetivo, todo esto mediante la concientización sobre los factores que son modificables y que; aunque parezcan diminutos, se convierten en un gran beneficio para el personal y los usuarios al sumar esfuerzos, ayudándonos a brindar una mejor calidad de atención, inicialmente con la finalidad de disminuir los tiempos de espera y aumentar nuestra calidad de atención, pero que impactan de manera general nuestro centro de trabajo, nuestra población y de forma indirecta el resto del instituto.

MARCO TEÓRICO

La palabra calidad proviene etimológicamente del latín qualitas o qualitatis, que significa perfección. El diccionario de la Real Academia Española la define como «propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor». En esta definición se concibe a la calidad como un atributo o característica que distingue a personas, bienes y servicios.

Probablemente, una de las definiciones más clásicas sobre lo que representa la calidad en la atención médica fue propuesta por Lee y Jones; quienes la refieren como el conjunto de juicios de valor aplicados a diversos aspectos, propiedades, ingredientes o dimensiones del proceso llamado atención médica. La atención médica se define como el tratamiento que proporciona un profesional de la salud a un episodio de enfermedad claramente establecido, en un paciente dado.

De esta atención se originan dos aspectos: el primero es la atención técnica, la cual es la aplicación de ciencia y tecnología para la resolución de un problema de salud. El segundo es la relación interpersonal, que es la interacción social, cultural y económica entre el profesional de la salud y el paciente (Coronado-Zarco R., 2011).

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Uno de los retos que enfrentan los sistemas de salud en todo el mundo es el diseño de estructuras organizativas que permitan brindar a los pacientes una atención médica adecuada, que se define como aquella que combina de manera óptima el conocimiento científico y la tecnología con un trato sensible y respetuoso hacia los usuarios de servicios de salud, en un marco temporal oportuno. Varios de estos atributos de la atención médica se han agregado en el término “trato adecuado” (Centro de Investigación en Sistemas de Salud, 2011).

Sin embargo el tiempo de espera es algo relativo, dado que no existe un consenso para determinar que éste sea razonable. Tomando en cuenta que no todos los padecimientos implican el mismo grado de riesgo, se dice que un tiempo de espera razonable es aquel que no causa empeoramiento de la patología del paciente.

En México existen evidencias de que una de las principales causas de insatisfacción con los servicios de salud es la espera prolongada para recibir atención médica (Centro de Investigación en Sistemas de Salud, 2011). Ya que los tiempos de espera en instituciones públicas tienden a ser muy largos. Para recibir atención ambulatoria el tiempo promedio de espera de 91 minutos. Los tiempos de espera en servicios de urgencias son mejores. Alrededor de 70% de los usuarios  esperan menos de 15 minutos para recibir atención, aunque 13% esperan más de una hora (Gómez-Dantés, 2011).

La espera para acceder a la atención de la salud puede abarcar distintos ámbitos: espera para recibir atención ambulatoria, espera para recibir atención hospitalaria, espera para someterse a estudios diagnósticos y espera para recibir procedimientos terapéuticos, quirúrgicos o de rehabilitación. Por lo tanto, un paciente que requiere atención médica puede circular por varias listas de espera hasta recibir un procedimiento clínico que tenga un impacto sustantivo en su estado de salud (Centro de Investigación en Sistemas de Salud, 2011).

La satisfacción del paciente y sus familiares suele ser usado como método de valoración de la calidad del sistema de salud, punto en el que, como ya habíamos comentado, influyen ampliamente los tiempos de espera, debido a que los usuarios buscan un servicio donde, además de resolver la causa por la que consultan, se les atienda sin tener que esperar por largo tiempo.  Así, evaluar la calidad de la atención desde la perspectiva del usuario es cada vez más común. (Coronado-Zarco R., 2013).

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De acuerdo a la Encuesta nacional del Sistema de salud en México realizada en abril de 2018; por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública (CESOP), se le preguntó al 90.3% de la muestra que alguna vez ha sido atendida en alguna institución de salud de carácter público, como calificarían diversos aspectos de la institución donde fueron atendidos, hablando específicamente de tiempos de espera se obtuvieron los siguientes resultados: 4.3% lo califica como muy bien, 26.8% bien, 22.4% mal y 22.6% muy mal. (Encuesta nacional del Sistema de salud en México, 2018).

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Con los datos arrojados por este estudio podemos observar que el 49.2% del total de los encuestados califica el tiempo de espera en los diversos sistemas de salud como malos o muy malos, dándonos cuenta que la población en general desea ser atendida sin esperar o bien, esperando un tiempo muy corto para ser atendida, al no cumplir esta expectativa se provoca una insatisfacción en los usuarios, la cual se ve reflejada como una disminución de la calidad de atención en los indicadores con los cuales son evaluados éstos servicios.

Medir la satisfacción de los usuarios de los servicios sanitarios es de suma importancia ya que un paciente satisfecho se muestra más dispuesto a seguir las recomendaciones médicas y terapéuticas y, por lo tanto, a conservar o mejorar su salud, llevándonos a cumplir el objetivo principal de los sistemas de salud, preservar o recuperar la salud.

Actualmente el Instituto de Salud del Estado de México enfrenta un problema con la disminución de la calidad de atención debido a sus tiempos de espera prolongados  por múltiples problemáticas. El seguro popular cubre a autoempleados, desempleados, trabajadores del sector informal y sus familias. Pese a esto, se cuenta con menor presupuesto que otras instituciones de salud, por lo tanto no se cuentan con los recursos necesarios para cubrir plazas médicas y de enfermería; aunado a esto existen aproximadamente 1.3 médicos, 1.9 enfermeras y 0.6 camas por 1000 afiliados al Seguro Popular de Salud (Financiamiento del sistema único de salud, Febrero 2019), dando como resultado la sobresaturación de las unidades, y repercutiendo directamente en los tiempos de espera, ya que acuden más pacientes de los que se pueden atender con el poco personal asignado a las unidades y en el periodo de tiempo correspondiente a su horario laboral, al no tener tiempo y personal suficiente se va retrasando la atención y dejando pacientes sin la misma. Otro factor importante que repercute en esta problemática es que frecuentemente acuden pacientes que deben ser atendidos como urgencia debido a que sus padecimientos son más graves o ponen el peligro su vida y, por lo tanto, se les debe dar prioridad sobre el resto de los usuarios, aun cuando éstos lleven un tiempo largo de espera, provocando que se prolongue su estancia en la unidad y se retrase su atención. Es debido a estas situaciones que la población tiene que esperar un lapso prolongado de tiempo para recibir atención médica; lo cual, además de conducirnos a una insatisfacción y baja de la calidad de atención, nos lleva a cierta renuencia por parte de los pacientes en cuanto a seguir la terapéutica y recomendaciones que como médicos les otorgamos y muchas veces, principalmente en los servicios de urgencias esta situación nos lleva a empeorar su estado de salud, esto se da ya que al recibir la atención después de tanto tiempo de espera, el paciente y sus familiares, se encuentran fastidiados o molestos y se cierran ante el médico, dando como resultado desconfianza hacia las unidades médicas y hacia los médicos en general. De la misma manera se provoca una mala actitud y predisposición a recibir mala calidad de atención cuando necesitan recurrir nuevamente a alguna institución pública de salud y este tipo de críticas y evaluaciones se van transmitiendo de persona en persona, hasta que la mala opinión sobre las unidades se vuelve general.

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