EL ROL DEL DOCENTE INVESTIGADOR

En un mundo que gira alrededor de constantes y crecientes cambios, en donde las sociedades se hacen cada vez más exigentes y sus necesidades van ascendiendo sin pausas en la búsqueda del progreso eminente, en ese mundo es fragante el papel del docente, como es incuestionable su transformación con el paso de los años, y así el cúmulo de funciones que recaen sobre él.

El docente desde siempre ha cumplido papeles como facilitador y mediador de conocimientos, modelo de conductas, no escapando de ser padre, madre, amigo, cantante, de enfermero en fin se ha adaptado a cuanto rol sea necesario mientras esto facilite el logro de su labor. Esta diversidad de roles se ha venido dando por medio de los diferentes cambios en el quehacer docente como son las situaciones presentadas en el aula y fuera de ella, las diferentes políticas educativas, la tecnología y los cambios en los diseños curriculares.

Actualmente se habla de un docente investigador; y cuando se hace referencia a investigador no es solo por el simple hecho de documentarse y actualizarse en todos los aspectos surgidos en el día a día, sino porque muestra una nueva forma de educar en donde destella su capacidad de recapacitar sobre su práctica y apreciar posibles alternativas para mejorarlas.

El docente investigador emerge de la necesidad de dejar atrás aquel aprendizaje de tipo repetidor de contenidos programados en donde el alumno juega un papel tenue, para dar paso a la enseñanza efectiva-afectiva en donde se potencia al ser humano a descubrir, a reflexionar, actuar, a crear e innovar.

El docente investigador es aquel que fortifica su saber e indaga en nuevos orbes que le ayudaran a mantenerse actualizado en lo que al ámbito educativo se refiere, además percibe de alguna manera las fallas que pueden presentar los alumnos desde diferentes representaciones de su vida escudriñando la manera más apropiada de dominar o maximizar el rendimiento de sus discípulos.

Sthen House (1991) discierne que “es docente investigador aquel que sea capaz de reflexionar en su acción; pudiendo así autoevaluar su función, innovando, transformando y trascendiendo en una sociedad incesante de cambios”. Dicho de otro modo es investigador aquel docente que vas más allá de una instrucción lacónica, que delibera sobre su oficio e inquiere el modo de mejorarla.

En palabras de Fidel Castro (1981), “al maestro…lo concebimos como un activo investigador que toma partido ante los problemas y plantea soluciones desde un punto de vista de la ciencia de nuestros intereses en clases”. En otras palabras es un docente investigador aquel que no se queda de brazos cruzados ante los problemas que puedan presentarse en el mundo donde decidió emprender su labor sino que busca ingeniosas soluciones.

El docente investigador se caracteriza por ayudar a su aprendiz sin presumir de su conocimiento, orienta a sus alumnos, los enseña a analizar sus ideales, sueños, fortalezas y debilidades tal como si fuera él. Desecha los discursos vagos, comparte sus vivencias y conocimientos animando a sus estudiantes a estudiar con asiduidad.

Vive educando en valores en su práctica constante, atacando la rutina poniendo amor en su condición de enseñar, brinda afecto a sus alumnos no dejando atrás la eficacia y la efectividad de su labor, y difunde sus construcciones, vivencias con su comunidad educativa.

En fin, el docente investigador es aquel que lucha contra los paradigmas de una educación regularizada, ves más allá del currículo escolar, de las tareas estandarizadas, no se atemoriza ante el cambio y busca los medios necesarios para lograr que sus alumnos aprendan de la manera más placentera posible y logren alcanzar las metas propuestas a través aprendizaje significativo.

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