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ELECCION DE PAREJA Y DINAMICA FAMILIAR


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2015  •  Prácticas o problemas  •  2.272 Palabras (10 Páginas)  •  240 Visitas

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ELECCION DE PAREJA Y DINAMICA FAMILIAR

En mis años de experiencia como terapeuta familiar, he tenido la oportunidad de estar en contacto institucional con familias con un miembro esquizofrénico que me ha planteado retos y dudas sobre la conceptualización y causas de la enfermedad mental. A través de la consulta privada el trabajo con parejas, familias e individuos, con diversas patologías y cuya característica común ha sido altos indicies de confusión, dolor y deseos mágicos. Que confían que el terapeuta ponga fin inmediato a su sufrimiento.

Esto me ha llevado a una constante búsqueda, observación y estudio para tratar de explicar la génesis de la disfuncionalidad y el dolor y desde ahí planear e implementar diversas técnicas de abordaje.

En este camino he encontrado una gran diversidad de enfoques y métodos terapéuticos que muchas veces lejos de darnos una Visión Global y Unitaria del Problema, lo escinden y parcializan.

Por otra parte tengo que reconocer las limitaciones de nuestra capacidad para poder abarcar todo el conocimiento del ser humano, así como la constante transformación de los conceptos que de una manera dinámica brotan de todos los sistemas que nos auxilian para tener un marco referencial y que se ajusten a las condiciones y experiencias de vida de una época lugar determinados y en un tiempo dado.

En las últimas décadas, la Terapia Familiar se nos presenta como una alternativa de tratamiento al considerar que las relaciones de un individuo con otras personas y sobre todo con miembros cercanos de su familia, pueden afectar de un modo notable sus problemas, sus reacciones a dichos problemas, su cronicidad y las respuestas a las tentativas Terapéuticas.

De este modo existe la tendencia hacia la aceptación de un punto de vista en que los problemas no son siempre “propios” de un individuo u otro, sino que pueden proceder de las diversas relaciones entre la gente observándose disfuncionalidad en ellas.

La revolución de la Terapia Familiar ha provocado en el terreno de la Psiquiatría y la Psicología que se amplíe el campo de observación más allá del individuo, cambiando los modelos para explicar su conducta, ya que dicha conducta no es independiente de los procesos relacionales que lo vinculan con los demás miembros que lo rodean, ni tampoco es independiente de los procesos intrapsíquicos, sino es el resultado del juego entre las partes interactuantes, dentro de un proceso y afectación reciproca en el que la alteración de cualquiera de estas partes tendrá como resultado una alteración en el ser humano.

Los procesos intrapsíquicos y los interpersonales son la cara y la cruz de la moneda, donde los mecanismos intrapsíquicos determinan la relación interpersonal y esta a su vez puede reforzar y perpetuar estos procesos intrapsíquicos, o bien modificarlos como resultado de una nueva experiencia.

Dada la complejidad y abundancia del conocimiento nuevamente nos vemos en la necesidad de circunscribirnos a considerar solo una parte de los mismos, pareciendo que a veces enfatizamos o relevamos lo intrapsíquico y otras lo interpersonal. Al respecto considero que ambos son esenciales y complementarios y el Terapeuta debe ser capaz de conocer y adoptar ambos puntos de vista sin exclusión. (Sager, 1976)

A través del presente trabajo sobre las relaciones objetales y la elección de pareja, no pretendo dar una visión exhaustiva del tema, lo cual sería imposible dada la complejidad y extensión de observaciones y consideraciones que diversos autores han hecho. Más bien deseo invitarlos conjuntamente a reflexionar sobre dos aspectos aparentemente opuestos e irreconciliables como son lo intrapsíquico y lo relacional. Para ello contamos con la ayuda de la Teoría General de los Sistemas, la cual nos permite articular lo relacional e intrapsíquico como parte de un continuo interactuante y reciproco, donde cada uno influye al otro y viceversa y no como dos aspectos separados y polarizados uno del otro.

Slipp (1984) considera que la Teoría de las Relaciones Objetales puede ser usada como el punto que una de las diversas posiciones y conecte lo intrapsíquico con lo interpersonal y familiar como un todo.

Lauro Estrada (1990) dice que utilizando el modelo de las relaciones objetales se puede desarrollar unas tipología de interacción familiar que incluya el área intrapsíquica. Situación que enriquecería ambos enfoques además de facilitar el tratamiento, favorecer al paciente y a las personas importantes que lo rodean.

Sin embargo la Teoría de Relaciones Objetales también ha tenido un desarrollo donde autores representativos de diversas escuelas lo han abordado con variaciones.

Antes de seguir adelante creo que es importante considerar los términos “relaciones de objetos”. Según Laplanche también se le conoce como “relaciones objetales” y se usa para designar el modo de relación del sujeto con su mundo. Como “objeto” debe entenderse una persona hacia la cual es dirigida o desplazada la pulsión. La palabra “relación” se refiere a la interrelación entre el sujeto y sus objetos, es decir no solo es la manera en como el sujeto constituye sus “objetos” sino también como estos moldean su actividad.

La relación que se establece con los objetos es el resultado completo y total de una determinada organización de la personalidad, de una aprehensión más o menos fantasmática de los objetos y de unos tipos de defensa predominantes.

En 1914 el Ensayo sobre Narcisismo, Freud aborda por primera vez las relaciones de objeto. En 1921 en Psicología de las Masas y Análisis del YO, establece la diferencia entre la elección de objeto y la identificación con un objeto. Significando que la elección de objeto se refiere a cuál de sus padres ha de ser el modelo sexual hacia el que orientara sus necesidades instintivas y la identificación con un objeto será de cuál de sus progenitores adquirirá su modelo de rol, su identidad sexual y el carácter de su YO.

Ferenczi, discípulo de Freud es el primero en notar la afectación recíproca (transferencia y contratransferencia) en la relación paciente – terapeuta, pero es una discípula y analizada suya la que sienta las bases de la Teoría de las Relaciones Objetales. Me refiero a Melanie Klein quien enfatiza que desde que el niño nace existe un YO capaz de formar relaciones objetales primarias y parciales o impulsadas por los instintos y la ansiedad.

Klein distingue la posición esquizoparanoide donde el niño se relaciona parcialmente con su madre proyectando en ella sus instintos agresivos al mismo tiempo que la conducta y la actuación de la madre hacen que la introyecte como objetos buenos y malos, matizados a través de su fantasía.

Por medio de la posición depresiva el

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