Ensayo- Didáctica

Dentro del desarrollo de la Didáctica se han dado diversas posturas que buscan, una definición propia y de su campo de estudio. Dentro de las posturas más relevantes se encuentran “la funcional – positivista y la sociocrítica”^[1], estas dos tradiciones o posturas, si bien buscan la mejora del área, parten de diferentes premisas para ello; esto no quiere decir que sean completamente contrarias, ya que cada una tiene una estructura y evaluaciones similares, pero su interpretación y su intervención sí difieren totalmente. Parece importante señalar primero, las características de cada una, para después poder argumentar en favor o en contra de cada una, y de esa forma lograr obtener de cada uno los aspectos necesarios.

Dentro de la postura positivista, también llamada “científico – tecnológica”^[2], se puede identificar rápidamente una línea de tipo funcionalista, es decir que busca a partir de la aplicación de un método riguroso, lineal e “inequívoco”^[3], es decir el  método científico, la obtención de variables, así como sus características y sus posibles modificaciones; todo esto con el objetivo de obtener leyes que se puedan aplicar a la totalidad del problema analizado, Medina lo resume de manera concreta y precisa,señalando que:

           “la ciencia requiere el descubrimiento de leyes y concepciones fundadas y adecuadas en torno a la pertinencia y justificación de los procesos de enseñanza (y) aprendizaje; desarrollando la tecnología aplicada para lograr <>”^[4].

La postura sociocrítica, llamada también socio – política, es la segunda postura que surgue en contra oposición al paradigma positivista. Dentro del sociocítico se redefine, según Álvarez, la idea de un estudio global donde se tomen en cuenta todos los factores que surgen  en la vida diaria, es decir los aspectos de tipo político, económico, social y (quitar el hasta) cultural.

Lo anterior se rige bajo la idea de “comprender los fenómenos educativos en esta complejidad para poder interpretar aquella construcción del conocimiento, que es conflictiva y multidireccional […]”^[5].Dentro de este enfoque se puede inferir el estudio de los agentes que intervienen en los procesos de enseñanza y aprendizaje, no como objetos que se adecuan a una determinada estructura, sino como sujetos que pueden surgir con contras y pros en ambos procesos, además de tener presente las influencias externas que surgen dentro de sus constante formación.

Se busca que la investigación, en este paradigma, sea “[…] la base de la emancipación y del núcleo de un nuevo discurso de intereses práctico-creadores en una nueva conciencia de reflexión y ética social”^[6].

Si bien no se puede exponer de forma neutral el pro y contra de cada una de las posturas sin que una quede rechazada, sobre todo por el tipo de formación existente dentro del sistema educativo mexicano; lo que sí se puede considerar es una fusión; con esto se desea dar una posible aceptación de ambas, con todo y sus límites existentes en cada una, para que después de ser comprendido y aceptado se logre identificar los puntos que prometen una mejora dentro del campo educativo y con lo cual se compensen los límites que prevalecen en una y  otra.

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