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Estrategias Para La Educación Basadas En Normas De Competencia

Noy_08724 de Marzo de 2014

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Estrategias para la educación basadas en normas de competencia

El aprendizaje significativo

Factores de la relación didáctica

El espacio fundamental de la gestión escolar es la relación didáctica, es decir, el tipo de vínculo y de comunicación que se establece entre facilitador y alumno.

Los tiempos del aprendizaje no pueden ser tan estandarizados con la completa indiferencia a las individualidades, como se ha venido haciendo, y lo mismo ocurre con los contenidos, forzados a ser adquiridos al mismo ritmo, en el mismo tiempo y de la misma manera por todo un grupo.

La interacción entre facilitador y alumnos debe estar orientada más al desarrollo de sus habilidades y capacidades operacionales que a contenidos arbitrariamente seleccionados; de esta manera no sólo se potencializa el desempeño de la persona, sino su propia capacidad para seguir aprendiendo y la autogestión que garantiza ir mejorando al propio ritmo, la competencia para la vida y el trabajo.

Tanto el facilitador como el alumno, deben desarrollar por principio un auto percepción más objetiva, un mejor proceso de ubicación situacional y la adquisición de la auto responsabilidad de su propio proceso de formación, de desarrollo y de su competencia, no sólo en el trabajo sino en toda su vida.

Cuando se habla de la relación didáctica, se refiere a una forma de relación interpersonal, básicamente determinada por la intencionalidad de aprender centrada en una de las partes, y la intencionalidad de facilitar ese aprendizaje en la otra. La relación debe quedar establecida, de tal manera que el aprendizaje y la enseñanza se articulen de una manera continua a través de la significatividad.

La experiencia ha demostrado que aquellos facilitadores que desarrollan su práctica profesional con mayor sentido y de manera significativa, logran que los alumnos encuentren caminos más cortos y efectivos para un aprendizaje verídicamente significativo.

Si el aprendizaje significativo habla de un alto grado de congruencia entre el conocer, el ser y el hacer del alumno, sólo un alto grado del mismo tipo de congruencia en el facilitador puede proporcionarnos la enseñanza significativa correspondiente.

Aprendizaje y enseñanza se unen así en la exigencia común de congruencia por parte de los sujetos que participan en la relación didáctica, y se diferencian de manera muy precisa cuando, buscando la autogestión, asume cada participante de manera consciente y comprometida su responsabilidad: el alumno, conducir y desarrollar su aprendizaje y formación; y el facilitador, propiciar el logro de los mejores resultados de los procesos del alumno.

El aula, taller o las prácticas que se realizan en las empresas, son el espacio donde se privilegia la interacción humana con un sentido claro de formación para el desarrollo y la competencia, de ahí que se atienda a una serie de factores, de los cuales los más relevantes son:

a) Congruencia

Dado que en la relación didáctica el facilitador pone en juego no sólo el dominio cognitivo de su campo profesional y el manejo de técnicas grupales de trabajo, sino un conjunto de habilidades de comunicación y la experiencia en el desarrollo de la naturaleza humana, la enseñanza no puede reducirse a recetas o pautas de instrucción y transmisión de información.

b) Aceptación

Para lograr la atmósfera necesaria, en donde exista la seguridad que los alumnos requieren para poder expresar una auténtica libertad psicológica, se propone la aceptación incondicional, que posibilita un acercamiento a la dimensión afectiva de éstos y a los componentes de sus motivaciones, necesidades e intereses.

c) Diálogo incluyente

Se entiende por diálogo incluyente, la necesidad de considerar primero el planteamiento del que nos habla, y a partir de comprenderlo, elaborar nuestra propia respuesta o comentario. Es una forma de diálogo que invita a comunicarse en lugar de confrontarse para obtener el reconocimiento y la razón, sin importar la veracidad, lo justo o lo adecuado que pueda ser nuestro discurso.

d) Evaluación (no calificación)

De la idea de rescatar toda la riqueza que un verdadero diálogo de aprendizaje implica, se desprende la necesidad de desarrollar una actitud más evaluadora que calificadora de las situaciones y de las personas, es decir, facilitadores y alumnos, necesitan hacer una mayor consideración de lo que les rodea, que calificarlo o descalificarlo al influjo de prejuicios, certezas obsoletas o ideas preconcebidas que impiden enriquecer nuestras estructuras cognitivas y lograr un mejor desarrollo como personas.

Cuando el diálogo incluyente y la evaluación son herramientas significativamente aprendidas, los grupos de trabajo dan sorprendentes evidencias de una mayor creatividad y de relaciones interpersonales más solidarias y satisfactorias.

Etapas del aprendizaje significativo

El aprendizaje significativo, a cualquier edad y en cualquier contexto, tiende a seguir cuatro etapas generales que el facilitador debe tener en cuenta para lograr alcanzar los resultados del proceso de formación o capacitación:

a) Incompetencia inconsciente: en esta primera etapa no sólo se ignora lo que se ha de hacer sino que tampoco se tiene ninguna experiencia de ello. Es la etapa de la “ignorancia dichosa”.

b) Incompetencia consciente: esta etapa exige toda la atención consciente. Es la más incómoda, pero también es la etapa en que más se aprende. Puesto que es incómoda, resulta importante que los facilitadores apoyen plenamente a los alumnos y les expliquen que esa incomodidad es señal de que están aprendiendo. Si la etapa de la incompetencia consciente se hace demasiado larga o demasiado incómoda, los alumnos pueden desalentarse, y por eso es importante dividir la habilidad en fragmentos manejables.

c) Competencia consciente: esta etapa es en la que la persona es capaz de hacer lo que se requiere, pero aplicando atención y concentración.

d) Competencia inconsciente: En esta etapa, la habilidad se convierte en una serie de hábitos automáticos y la mente consciente queda en libertad de realizar otras acciones mientras la mente inconsciente se encarga de practicar la habilidad.

La idea que tenga el facilitador de lo que es el aprendizaje y de cómo se produce influirá considerablemente en el diseño y la presentación del curso de formación o capacitación.

Si una persona piensa en las cosas importantes que ha aprendido en la vida, seguramente comprobará que no las fue encajando pieza a pieza de un modo consciente; sus experiencias y conocimientos le llegaron de una vez como intuiciones nuevas, sin que “intentara” que ocurriera así.

La mayor parte de nuestros procesos de pensamiento es inconsciente; sólo percibimos los resultados y en vista de que gran parte del aprendizaje es inconsciente, de lo que se trata es de crear un entorno abierto que permita explorar y experimentar sin peligro, en el que las personas puedan mostrarse como son; un entorno en el que los alumnos asuman la responsabilidad de su propio aprendizaje, al tiempo que se hacen cada vez más responsables de su desarrollo personal y profesional.

El joven que aprende

En este sentido, nuestros docentes atienden tanto a jóvenes como jóvenes, y es el aprendizaje joven el más difícil de enfrentar ya que existen una serie de obstáculos que se oponen a éste, por lo que aunque no es esencial para nosotros como docentes conocer por qué los jóvenes se sienten inseguros y temerosos ante una experiencia de aprendizaje, si es importante reconocer estas sensaciones y saber qué hacer al respecto.

Características distintivas del aprendizaje joven

Aún cuando la mayor parte de lo que hemos tratado se ha relacionado, hasta ahora, con el aprendizaje de los jóvenes, muchos factores son suficientemente generales como para plantear la pregunta: ¿Es diferente el aprendizaje de los jóvenes al aprendizaje de los niños? Y, si es así, ¿en qué es diferente?

El aprendizaje en general, varía con la edad, el sexo, el temperamento, etc.; sin embargo podemos citar algunas características que diferencian el aprendizaje de los jóvenes y de los niños:

Diferencias del aprendizaje según la edad

El Niño El Joven

• estudia porque el sistema escolar se lo impone

• estudia por propia decisión

• los facilitadores señalan las materias de estudio

• él selecciona lo que ha de aprender

• se encuentra adaptado (resignado) a estudiar cosas, aún cuando no les vea interés práctico • está dispuesto a esforzarse sólo si percibe la importancia vital del aprendizaje , si lo reconoce como funcional y significativo

• tiene como motivación suficiente la perspectiva de “prepararse para el porvenir” • requiere motivaciones muy concretas y específicas y rendir más en una actividad determinada y de aplicación inminente

• su concepto del tiempo: etapas largas e indefinidas; hay por delante todo el tiempo

• su concepto del tiempo como “un bien escaso”, le crea un sentido de urgencia

Diferencias del aprendizaje según la edad

El Niño El Joven

• su experiencia es

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