IDEOLOGÍA ANARQUISTA
Juank118322 de Mayo de 2015
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IDEOLOGIA ANARQUISTA (Angel J. Capelletty)
Introducción
El anarquismo es por naturaleza una teoría evolutiva con muchos pensadores y activistas, aquí definiremos el concepto de “anarquía” y hablaremos de los orígenes del anarquismo, no fue sino hasta la segunda mitad del siglo 19 donde el anarquismo surgió como teoría coherente con un programa sistemático y desarrollado. Sus principales ideologos; Max Stirner (1806-1856); Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865); Mikhail Bakunin (1814-1876); Piotr Kropotkin (1842-1921); George Sorel (1846-1922).
Según Kropotkin, el anarquismo se originó dentro del pueblo y preservará su vitalidad y fuerza creativa mientras exista un movimiento popular. El anarquismo aboga por la libertad, más que nada por la libertad individual de cada persona, libertad de pensamiento y de libre alberdio, rechaza las formas organizadas de acción y de estructura social. Los principales movimientos anarquistas como La Comuna de París (1871); Los Mártires de Haymarket (1886) y otros, que marcaron la historia.
1. Concepto de Anarquía.
1.1 Definición
La palabra anarquía viene del griego, el prefijo A, que significa “no”, “la falta de”, “la ausencia de”, o “la carencia de”, mas archos, que significa “soberano,” “director”, “jefe”, la persona a cargo de”, “comandante.” Los términos griegos ANARCHOS y ANARCHIA quieren decir “no tener gobierno - estar sin gobierno”.
El estricto significado original del anarquismo no era simplemente “Sin gobierno”. Anarquía significa “sin soberano” o más en general “sin autoridad”, y es en este sentido que los anarquistas han usado continuamente la palabra. Anarquía se define como una filosofía en contra de la jerarquía, contra cualquier desigualdad de poder o de privilegios entre individuos. Por esta razón, mejor que ser puramente anti-gobierno o anti-estado, el anarquismo es primeramente un movimiento en contra de la jerarquía. Por qué? Porque la jerarquía es la estructura organizarte que da cuerpo a la autoridad. Dado que el estado es la más alta forma de jerarquía, los anarquistas son por definición, anti-estados.
1.2 Origen
El anarquismo se creó en, y por, la lucha de los oprimidos por la libertad. El anarquismo se deriva de la lucha directa de los trabajadores contra el capitalismo, de las necesidades de los trabajadores, de sus aspiraciones de libertad e igualdad, aspiraciones que están particularmente vivas en el período más heroico de la vida y la lucha de las masas trabajadoras. Como bien lo refleja la cita de La Plataforma Organizadora De Los Comunistas Libertarios producida por los participantes en el movimiento Makhnovista en la Revolución Rusa que señalaron que “la lucha de clases creadas por la esclavitud de los trabajadores y sus aspiraciones de libertad engendraron, en la opresion, la idea del anarquismo: la idea de la negación total de un sistema basado en los principios de clase y el Estado, y su subsitución por una sociedad libre no-estadista de trabajadores bajo la auto-gestión.”
2.- El anarquismo como filosofía social
Igual que el marxismo, supone, pues, la Revolución Francesa, el ascenso de la burguesía, la formación de la clase obrera, el nacimiento del capitalismo industrial.
Tiene, sin duda, igual que el marxismo, una larga prehistoria, pero su formulación explícita y sistemática no puede considerarse anterior a Proudhon.
Aun cuando sus principales representantes, como Bakunin y Kropotkin, vinculan la concepción anarquista de la sociedad y de la historia con la concepción materialista y evolucionista del universo; aun cuando la mayoría de sus teóricos, de Proudhon en adelante, la relacionan con el ateísmo o, para ser más precisos, con el antiteísmo, no puede demostrarse que tal vinculación sea lógica e intrínsecamente necesaria.
De hecho, algunos pensadores de singular importancia dentro del anarquismo desconocen y, más aún, contradicen la fundamentación materialista y determinista de la idea anarquista de la sociedad y de la historia. Tal es el caso, en el siglo XX, de Malatesta y de Landauer. Tampoco han faltado quienes, como Tolstoi intentan basar una concepción anarquista en el Cristianismo y en la fe, ciertamente adogmática y antieclesiástica, en el Dios del Evangelio.
Inclusive la absoluta confianza en la ciencia como fuente de conocimientos incontrovertibles acerca del mundo y como sólido fundamento de la sociedad ideal ha sido objeto de severas críticas en el pensamiento anarquista de nuestro siglo.
También en el marxismo son muchos los filósofos que desvinculan hoy totalmente el materialismo histórico (esto es, la concepción que Marx desarrolló sobre la sociedad y la historia) y el materialismo dialéctico (es decir, la filosofía de la naturaleza, que es, sobre todo, obra de Engels).
Así como no faltan en nuestra época quienes pretenden encontrar en el marxismo un método de investigación e interpretación de la sociedad, que se puede aplicar prescindiendo de cualquier concepción del mundo y de la vida, tampoco han faltado quienes pretenden reducir el anarquismo a un mero fermento revolucionario o a una mera conciencia crítica de la izquierda. Esto implica, sin duda, minimizar su significado con el pretexto de universalizarlo y de justificar su necesidad en el mundo actual.
Cosa muy distinta de esto es el reconocimiento de que, en la actualidad, diversas ideas que son típicamente anarquistas o que han surgido históricamente en el contexto de la doctrina y de la praxis anarquista han sido asumidas por la izquierda marxista, y aun por partidos democráticos, liberales o populistas, o han dado lugar a corrientes autónomas con finalidades determinadas y parciales. Tal es, por ejemplo, el caso de la autogestión, hoy inscrita en el programa de muchos partidos socialistas europeos; tal es el caso del antimilitarismo, que ha generado el movimiento de los objetores de conciencia en Estados Unidos y en Europa Occidental. Un trasfondo anarquista, no muy claramente definido pero no por eso menos real y actuante, está presente en muchos grupos juveniles y de la llamada «nueva izquierda» en movimientos contestatarios, feministas, antirracistas, ecologistas, etc.
2.1-El anarquismo como ideología
Un problema bastante discutido entre los historiadores y politólogos es el carácter de clase de la ideología anarquista.
En el pasado los marxistas sin excepción se empeñaron en presentar el anarquismo ya como una ideología de los pequeños propietarios rurales y de la pequeña burguesía (artesanado, etc.), ya como una ideología del lumpen proletariat. El propio Marx trataba a Proudhon como un petit-bourgeois y a Bakunin como un «desclasado». Hoy, algunos marxistas más lúcidos o menos dogmáticos reconocen que el anarquismo ha sido y es una de las alternativas ideológicas de la clase obrera.
Si de algo sirviera, podríamos recordar que Proudhon era hijo de un tonelero y de una sirvienta, mientras Marx lo era de un próspero abogado y Engels de un rico industrial. Pero entonces tendríamos que traer a colación también el hecho de que Kropotkin era un príncipe que pertenecía a una de las más antiguas estirpes nobiliarias del Imperio Ruso y que Bakunin era también miembro de una aristocrática familia, vinculada a altos dignatarios de la corte del zar.
Lo cierto es que allí donde el anarquismo floreció y logró influencia decisiva sobre el curso de los acontecimientos, sus huestes estaban mayoritariamente integradas por obreros y campesinos. Varios ejemplos podrían traerse, pero el más significativo es, sin duda, el de España.
Bien sabido es que, pese al esfuerzo y al disciplinado tesón de los enviados de Marx y de los discípulos de Pablo Iglesias, la clase obrera española, en la medida en que tuvo alguna ideología consciente, fue mayoritariamente anarquista (al menos entre 1870 y 1940). No en todas las regiones y provincias de España, sin embargo, el anarquismo arraigó con igual fuerza. Su principal baluarte fue, indiscutiblemente, Barcelona. Ahora bien, Barcelona era la ciudad más industrializada y, por consiguiente, la de mayor población obrera en la península. La conclusión es clara. No se puede dudar de que el anarquismo es allí la ideología de la clase obrera, y ello no sólo porque la mayor parte de los trabajadores industriales la han abrazado como propia, sino también porque tal ideología es el motor principal (si no único) de todos los cambios auténticamente revolucionarios que allí se producen. Pero es cierto también que en muchas regiones el anarquismo es profesado por las masas de los campesinos sin tierra y que en esas regiones en nombre del anarquismo se realiza todo cuanto de revolucionario se hace.
Más aún, inclusive el lumpen proletariat ha abrazado a veces el anarquismo, sobre todo en los momentos de gran agitación social y de efervescencia revolucionaria (lo cual no quita que otras veces se haya puesto al servicio del fascismo).
¿Quiere esto decir, entonces, que el anarquismo es una ideología policlasista? Quiere decir que, aunque surge, se desarrolla y alcanza su mayor fuerza dentro de la clase obrera, es una ideología de todas las clases oprimidas y explotadas en cuanto tales, mientras sean capaces
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