LA FUNCIÓN DOCENTE ANTE LOS RETOS DEL DESARROLLO ACTUAL

LA FUNCIÓN DOCENTE ANTE LOS RETOS DEL DESARROLLO ACTUAL.

Tema 3. El estudiante como centro del proceso educativo.

Diagnóstico

La formación de docentes en México ha recorrido trayectos complejos que no siempre han derivado en avances significativos en beneficio de una formación docente de calidad.

Esta formación es una condición inicial necesaria pero no suficiente, ya que, como señala Barber, el sistema educativo mexicano a nivel estructural aún debe garantizar a los egresados de las escuelas normales las condiciones mínimas de transparencia que les permitan acceder al campo laboral a partir de su competencia que les provean de mecanismos de ascenso basados en desempeños evaluables y que les acerquen a niveles de ingreso que en efecto impliquen el reconocimiento social hacia su labor profesional.

Lo que la historia nos permite afirmar es que la formación de docentes mexicanos ha transitado por modelos que se centran en ciertas competencias en detrimento de otras, dando lugar a desequilibrios notables en la habilitación de los profesores.

Lo anterior obliga a mejorar los programas educativos que ofrecen las escuelas normales para garantizar que sean los mejores candidatos los que ingresen a estas instituciones y que en ellas reciban la mejor formación posible. Pero también requiere despejar la opacidad que hasta hoy impide conocer datos básicos sobre los profesores en servicio, tales como su número, su ubicación, su salario y su preparación.

Ante el reto que ha representado la formación estudiantil inherente a un esquema curricular flexible, se ha incrementado la demanda de la calidad académica y se vuelve imprescindible “favorecer el desarrollo de habilidades de razonamiento y la formación valoral, a partir de la instrumentación de una metodología de enseñanza – aprendizaje que formalmente se incorpore a las estructuras curriculares vigentes.

El objetivo fundamental es propiciar que el estudiante desarrolle sus habilidades cognitivas de manera tal que más que “aprender”, “aprenda a aprender” para convertirse en un ser crítico, reflexivo y participante activo en su proceso de formación.

La presente propuesta se circunscribe al contexto académico, orientando el proceso enseñanza-aprendizaje a partir de la formación docente en el campo del desarrollo cognitivo y la formación axiológica. Ya que en cuanto a la enseñanza-aprendizaje vemos que la educación en México durante mucho tiempo ha sido sólo una práctica rutinaria que se ejecuta en el aula escolar que en ocasiones representa pérdida de tiempo y objetivos, donde los protagonistas actúan en virtud de sus necesidades; el docente por completar una jornada de trabajo y el alumno por cumplir y lograr una calificación.

Las aulas escolares han dejado de ser el campo de cosecha de conocimientos, de aprendizajes significativos, de interacción, análisis, crítica, observación, trabajo en equipo, creatividad e innovación respecto a la estructuración y aplicación correcta del lenguaje, de la identificación mediante fórmulas matemáticas de medidas, formas, de construcción de la identidad individual enraizada en la ética y valores humanos, de manipulación e integración de los distintos componentes que edifican nuestro sistema ambiental, por convertirse en aulas que escenifican batallas actitudinales de alumnos que expresan apatía, distracción, irresponsabilidad, estrés, rebeldía, extrema pasividad, detonantes de barreras que impiden el preñamiento cognitivo de los distintos contenidos temáticos escolares que propicien crecimiento intelectual por una parte y por la otra, la actitud docente poco relevante expresa en disertación poco aterrizada, confusa, inadaptada, maltrato psicológico con calificativos que trauman al alumno, inconformidad laboral, en fin; pobre en la constitución del conocimiento.

Dichas manifestaciones aunque un poco aterradoras, son el resultado de escenarios que se han forjado a través de la historia de la educación donde el binomio alumno-maestro protagonistas del proceso enseñanza-aprendizaje, se encuentra en procesos distintos de formación.

Propuesta

Si aceptamos que elevar el nivel de calidad de la educación es el resultado de una compleja combinación de factores estructurales, tanto internos como externos, que se encuentran en la dinámica de cambios constantes, será necesario también aceptar que estos cambios no sólo afectan a la parte administrativa, económica y a los planes y programas de estudios, los mismos impactan significativamente al personal académico y al estudiante, ya que en manos de ellos es en quienes está la operacionalización de los cambios que llevarán a la educación al logro de niveles de calidad deseados.

Sin duda, un mayor nivel de preparación de los profesores es el elemento clave para las transformaciones cualitativas que requiere el sistema educativo. El reto para impulsar la investigación y el desarrollo tecnológico, que plantean las actuales condiciones del país, hace ineludible el establecimiento de nuevas estrategias, así como el desarrollo de acciones con el objeto de elevar el nivel general del ejercicio académico de las instituciones educativas.

Si se parte de la convicción de que el personal académico representa un componente fundamental en la búsqueda de la excelencia educativa para lograr la calidad deseada, el sistema deberá abordar el problema en el contexto de un proceso y a dos niveles de impacto:

- A través de la implementación en todo el sistema educativo, de programas de formación y actualización docente para

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