Situación Actual de la Función Orientadora del Docente en Venezuela
Enviado por Xiorubeth Sanchez • 26 de Octubre de 2016 • Ensayos • 1.023 Palabras (5 Páginas) • 644 Visitas
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio
Núcleo Académico Táchira
Cátedra: Orientación Educativa
Situación Actual de la Función Orientadora del Docente en Venezuela
(Ensayo)
Autor:
Sánchez, Xiorubeth
Tutor. Molina, Ángel
San Cristóbal, Junio 2016
El docente en el proceso educativo es fundamental para producir en los estudiantes aprendizajes significativos y constructivos, puesto que la calidad de la educación requiere de docentes orientados a la excelencia, eficaces y eficientes debido a que su objetivo no es tan solo emitir conceptos, procedimientos, valores, actitudes y normas con los cuales alcanzar el máximo desarrollo en sus estudiantes.
Caber destacar, que un buen docente debe proporcionar ayuda a los educandos facilitándoles estrategias que les permitan no solo aprender conceptos programáticos sino que también les produzcan bienestar y armonía para una buena y mejor calidad de vida. Además en la actualidad el Sistema Educativo Venezolano requiere urgentemente de docentes que tengan la capacidad de comprender que deben trascender más allá del mero conocimiento y acompañar a sus estudiantes no solo en sus procesos de formación, sino también en aquellos en los que les permite atender las necesidades propias de su vida en general, desarrollando diariamente sus funciones orientadoras.
En relación con lo anterior el docente al desarrollar su función orientadora dentro del contexto sociocultural venezolano actual cuenta con un respaldo legal que le permite ejercer su labor en pro de la formación del individuo, al respecto la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (C.R.B.V), establece algunos parámetros que guían la acción educativa del docente en funciones orientadoras.
Así pues, la C.R. B.V (1999), establece en su Preámbulo el respeto por la diversidad de opinión y expresión generando acciones pedagógicas exentas de la discriminación proclive a valores como la libertad, la independencia, entre otros. En otras palabras el pueblo al cual contamos al docente como parte indivisible de este, debe velar por el ejercicio de sus poderes creadores, asegurándole a las futuras generaciones el derecho a la vida, al trabajo, a la Cultura, a la Educación, esta última sin discriminación alguna, garantizando siempre sus derechos más básicos.
Además, el Art. 3 establece parámetros y obligaciones por parte del estado para con los ciudadanos esenciales en su defensa, desarrollo personal y de su dignidad. De modo que el docente en ese sentido es al mismo tiempo garante y promotor de esas obligaciones estatales, debido a que la educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines
Por su parte el Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente (R.E.P.D), en su Art. 6 Literal 8 Expone uno de los deberes de los docentes “orientar y asesorar a la comunidad educativa en la cual ejerce sus actividades docentes. En otras palabras, el profesional de la docencia debe contribuir a la personalización de la educación, ajustando el proceso educativo a las necesidades particulares del estudiante con miras a orientarlos en la vida y para la vida, previniendo con ello las dificultades que se puedan presentar en el aprendizaje, guiando hacia una adecuada relación e interacción entre los distintos integrantes de la comunidad educativa y fuera de ella.
La Función orientadora del Docente de acuerdo con Delgado, M (2012), consiste en, “Guiar, facilitar, promover, planificar, coordinar tanto métodos como estrategias pedagógicas y de acompañamiento a la escuela, familia y comunidad con lo cual atender las necesidades de desarrollo evolutivo, socio afectivo y de aprendizaje de sus educandos”. Es decir, que el docente en función orientadora no solo debe ser capaz de ayudar al estudiante en los aspectos meramente educativos, sino también en aquellos aspectos de su vida en general con el fin de apoyar en la maduración de sus propias personalidades y de la concreción de camino en la vida.
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