LOS “CHALECOS AMARILLOS”: CONSECUENCIA DEL ERROR DE MACRON Y LA FALTA DE COMUNICACIÓN EN FRANCIA

LOS “CHALECOS AMARILLOS”: CONSECUENCIA DEL ERROR DE MACRON Y LA FALTA DE COMUNICACIÓN EN FRANCIA.

Nace desde el año pasado para protestar inicialmente por la alza de precios en los combustibles; este movimiento ha continuado para que los ciudadanos de Francia, desde zonas rurales del sur del país donde el transporte público es escaso, obtengan el restablecimiento de impuestos, así como otros objetivos.

A pesar de que las protestas persiguen objetivos justos para este sector de la población, estas también han traído intranquilidad en las calles francesas. El gobierno por su parte, da soluciones adecuadas, pero crea más violencia y comete errores que hace que los protestantes no renuncien al movimiento.

Por parte de ambos grupos, existen desacuerdos que no ayudan a llegar a una solución. Cuando se desarrolla un conflicto social de ésta talla es porque tanto el gobierno como los ciudadanos no se logran entender, y el gobierno no está cumpliendo su tarea de una manera adecuada, por lo que debe hacer un cambio.

ORIGEN DE LA MOVILIZACIÓN.

Esta movilización tiene su origen en las redes sociales, donde se difunden videos de llamadas a los ciudadanos a protestar. Inicialmente se centra en el rechazo al alza del impuesto sobre el carbono, pero se amplía a otras reivindicaciones, como el aumento de poder adquisitivo de la clase media y alta, la renuncia del presidente Emmanuel Macron o la organización de un Referendo de Iniciativa Ciudadana.

Las protestas no son un hecho reciente en Francia, con frecuencia los conflictos sociales y políticos se llevan a las calles y se realizan bloqueos que impiden la circulación de los vehículos, generalmente liderados por un sindicato. En el movimiento de los chalecos amarillos, denominado así por los chalecos que visten en relación con el que es de uso obligatorio en un percance vial o que la ley exige como vestimenta de los conductores de vehículos pesados, la población se movilizó de manera independiente, por lo que algunos medios de comunicación lo califican como espontaneo, transversal y sin portavoz oficial.

Se organiza en torno a actos, que son bloqueos y eventos nacionales que ocurren todos los sábados a partir del 17 de noviembre de 2018.

ANTECEDENTES.

El aumento al impuesto de la gasolina fue propuesto por Macron con el objetivo de reducir las emisiones de carbono, obligando a optar por energías renovables. Esto no es conveniente para el país urbano, debido a que en las zonas rurales se hace un uso cotidiano de automóviles ante la falta de transporte para trasladarse hacia el trabajo; por el contrario, los grandes contaminantes (camiones, fábricas, yates, cruceros) que utilizan grandes cantidades de combustibles no pagan los mismos impuestos y son beneficiados.

La disminución de ingresos también es otro problema que afecta a la clase media y baja, debido a la pérdida de poder adquisitivo ante el aumento de impuestos tras las reformas fiscales y sociales.

Así mismo se propaga un sentimiento de injusticia y abandono por el incumplimiento de las propuestas de las campañas políticas del presidente y la falta de atención por parte de las autoridades en las zonas rurales.

OBJETIVOS DEL MOVIMIENTO: REIVINDICACIONES

Las reivindicaciones se ven presentes en las protestas a través de pancartas, frases escritas en los chalecos o incluso graffitis, las cuales no solo consisten en la reducción de precios de los combustibles, si no que se exige la creación de un Referendo de Iniciativa Ciudadana (RIC), aumento a pensiones, reformas educativas y de salud pública, entre otros.

También se oponen al Pacto Mundial sobre la Migración, que fue firmado por el presidente justo durante las protestas, ya que el hecho de viajar al extranjero para atender una situación internacional en lugar de ocuparse de los problemas internos del país, fue visto como un menosprecio del movimiento.

Cabe destacar que cada vez se hace más frecuente entre los manifestantes y la población en general, la reivindicación de la renuncia del presidente de la república, una protesta apoyada por el 50% de los habitantes encuestados a principios de diciembre de 2018.

RESPUESTAS POR PARTE DEL GOBIERNO.

Tras las primeras protestas las manifestaciones fueron escuchadas, pero el gobierno mantendría el aumento de los precios de la gasolina. El presidente Macron menciona que Francia desarrollará otras formas de movilidad y estrategias para reducir la contaminación.

Después de varias insatisfacciones por parte de los chalecos amarillos, el presidente renuncia al alza de precios en su proyecto de ley del 2019.

El 10 de diciembre de 2018 el presidente Macron anuncia el aumento de 100 euros al mes a los trabajadores con salario mínimo, así como otras medidas, pero se opone rotundamente al restablecimiento del Impuesto de la solidaridad a la fortuna, una reivindicación importante para los chalecos amarillos, así como tampoco se tomó medida para mejorar el poder adquisitivo de los franceses, reivindicación principal en el movimiento.

Esto generó críticas por parte de los medios e inconformidades de los franceses, debido a que muchas de estas medidas ya estaban previstas en el programa electoral que llevó a Emmanuel Macron a la presidencia.

En un intento acabar con la crisis y calmar los animos, el gobierno anuncia la organización de un debate a nivel internacional. El objetivo es darle la palabra a los franceses. En dicha consulta se propone que los ciudadanos den sus opiniones, ideas y proposiciones de temas específicos.

Este debate ha tenido opiniones encontradas, ya que a pesar de que desde su creación los manifestantes han reducido, los chalecos amarillos proponen un debate denominado “el verdadero debate”, donde se puede opinar de cualquier tema y votar por otras propuestas.

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