La Educacion Prohibida

Como dicen sus promotores, "el objetivo de la película es abrir un nuevo espacio de debate", en el que se aborde el estado de la Educación, la escolarización y el aprendizaje. A lo largo de 10 capítulos temáticos que mezclan documental con ficción se intercalan minutos de animación hasta 30 en total realizados con diferentes técnicas en las que el software libre está muy presente.

Cada uno de los 10 capítulos del documental “La Educación Prohibida” es iniciado con una cita de un personaje que ha dejado una importante huella ese esfuerzo por crear buenas condiciones para la curiosidad humana, esa actitud que nos lleva a abrazar conocimiento, siempre con una esencia fundamental de amor. Fueron visionarios cuando se hacía evidente el problema de la educación actual, de la instrucción tan similar a un adiestramiento.

La película cuestiona las lógicas de escolarización moderna y hace visibles varias experiencias alternativas que ya están funcionando y que valoran la importancia de la imaginación, la creatividad y el juego dentro de la educación. La película está estructurada en diez capítulos temáticos que mezclan documental, ficción y animación de forma amena y entretenida. Los testimonios de especialistas de distintos países coinciden en preguntarse hasta qué punto el paradigma educativo vigente, con sus métodos rígidos y su sistema competitivo basado en calificaciones, respeta el proceso de desarrollo del niño y es coherente con los valores humanos y con las nuevas formas de relacionarnos. Las imágenes de archivo, por su parte, relatan la historia de un sistema educativo heredado de la Prusia de fines del siglo XVIII que se mantuvo a lo largo del tiempo sin grandes cambios.

Desde el punto de vista formal, la calidad y variedad de las distintas técnicas de animación empleadas le otorgan singularidad y frescura al conjunto. En el otro extremo, las dramatizaciones que representan la realidad escolar son el punto más débil de la película. Algunas imágenes repetidas como la de los niños con las manos atadas generan un subrayado innecesario que asemeja a la película con el sistema de enseñanza que critica. Las escenas de ficción se perciben forzadas y el retrato de los docentes bordea la caricatura, aunque también hay pasajes cómicos muy originales como el de las tres estudiantes que repiten “ácido desoxirribonucleico” hasta el delirio. Pero más allá de estos pequeños reparos, la película plantea interrogantes que movilizan, contribuyen a pensar y abren un bienvenido espacio de debate.

La Educación Prohibida plantea la reflexión y análisis para cuestionar el papel y lógica del sistema educativo, la escuela y el docente. Se propone una discusión interesante entre educación y escolarización, cuestionando la estructura y prácticas escolares instaladas y sedimentadas en un paradigma que no considera la naturaleza del aprendizaje, la libertad de elección o bien, la importancia del amor y lo humano para el desarrollo individual y social.

La Educación Prohibida es un aprendizaje permanente y un proyecto que no concluye, sino que se construye día a día. Es una película que debe ser vista, comentada, y analizada por los docentes, los directivos, los alumnos, las autoridades educativas, los padres de familia, entre otras. Tal vez para que nos sirva de pretexto en preguntarnos si otra educación es posible

“La educación prohibida” llama la atención porque de allí surge el debate. Es que lo que definen como el “aburrimiento” del aula lo vivimos cotidianamente. Somos docentes. Vamos a la escuela todos los días y compartimos, como contabiliza la película, decenas de miles de horas con los estudiantes en las escuelas.

Nos encontramos con una crítica dura, no a la escuela en general, si no a la pública en particular y que ya fue replicada por millones en el mundo de habla hispana. Por eso quiero presentar esta primera opinión.

La premisa es que la escuela “es aun considerada la principal forma de acceso a la educación” pero que “la escuela no acompaña las necesidades del Siglo XXI” y que en su estructura

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