ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La creatividad en el funcionamiento de las habilidades cognitivas y metacognitivas


Enviado por   •  29 de Agosto de 2022  •  Apuntes  •  1.097 Palabras (5 Páginas)  •  56 Visitas

Página 1 de 5

La creatividad en el funcionamiento de las habilidades cognitivas y metacognitivas

Respecto de las habilidades cognitivas, no existe una caracterización única; son habilidades cognitivas: el pensamiento divergente, la observación, la memoria, la formación de conceptos, la clasificación, la inferencia, la generalización, la comprensión, la discriminación, la formulación de relaciones causa-efecto, las analogías, las comparaciones, entre otras (Nickerson y cols., 1990). El facilitador deberá identificar aquellas que están más estrechamente vinculadas con la disciplina y los contenidos del curso que imparte.

De esta forma, la mediación debe promover la adquisición de conocimientos, pero también la habilidad del estudiante para realizar y modificar sus procesos de observación, investigación, análisis, comparación, establecimiento de juicios, etcétera.

Para mediar las habilidades cognitivas, el facilitador ha de considerar:

  1. El conocimiento específico que los estudiantes han de aprender.
  2. Las habilidades cognitivas que los estudiantes han de usar para abordar ese conocimiento.
  3. El tipo de actividades de aprendizaje que propondrá al grupo, con el fin de que los estudiantes puedan verbalizar sus estrategias.

Algunas preguntas de mediación que promueven habilidades cognitivas son:

HABILIDAD

PREGUNTAS

Observación

¿Cómo lo has hecho?, ¿qué estrategia has usado para resolverlo?, ¿qué dificultades has encontrado y cómo las has resuelto?

Precisión y exactitud

¿Estás seguro de tu afirmación?, ¿hay otras opciones en el grupo que podrían ser correctas también?, ¿quieres precisar más tu respuesta?

Pensamiento divergente

¿Hay otra solución o respuesta?, ¿qué harías tú en una situación semejante?, ¿por qué cada uno tiene una respuesta diferente?

Formulación de relaciones causa-efecto

¿Por qué has hecho esto así y no de otra manera?, ¿puede haber preguntas igualmente válidas?, ¿quieres comentar con tus compañeros la respuesta?

Razonamiento

¿Por qué has dicho eso?, ¿qué tipo de razonamiento has usado?, ¿qué fundamenta tu respuesta?

Comprobación de hipótesis

¿Qué sucedería si en lugar de tomar ese dato tomaras este otro?, ¿cómo podrías probarlo?, cada uno tiene su hipótesis, ¿cómo las comprobarías?

Generalización

¿Qué hacemos cuando…? A partir de estos casos ¿podemos deducir algún principio más general?, ¿cuándo se pone en práctica el principio que hemos estudiado?

Estimulación de la reflexión

¿A qué se ha debido tu equivocación?, ¿podrías repetir lo que acabas de decir?; si lo hubieras hecho de otra forma, ¿hubiera sido más rápida o más precisa tu respuesta?

En cuanto a las habilidades metacognitivas, el interés se centra en ayudar al educando a pensar sobre su propio pensamiento, a reconocer sus estrategias y su forma de sistematizar la información. A la toma de conciencia sobre el propio pensamiento se conoce como metacognición; es decir, es la habilidad que tienen las personas para conocer qué conocen y qué no conocen.

De esta forma, si una persona tiene un diálogo interior y evalúa sus procesos de toma de decisiones y solución de problemas, entonces está llevando a cabo la metacognición (Flavell, 1979).

La mediación de las habilidades metacognitivas se centra en habilidades como:

  1. Planear: Puede fomentarse si al estudiante, antes de iniciar una tarea, se le hacen preguntas como: ¿qué necesitas para resolverla?, ¿con qué materiales cuentas?, ¿dónde puedes obtener los recursos que te faltan?
  2. Predecir: Consiste en ayudarle al estudiante a elaborar un curso de acción antes de iniciar la solución de un problema o una tarea académica y anticipar las consecuencias, haciéndose preguntas como: ¿qué va a pasar si lo haces de esta manera?
  3. Monitorear: Consiste en evaluar el plan establecido, en pasos pequeños, observando el proceso durante la ejecución, identificando las posibles desviaciones para emprender la corrección inmediata, controlando la impulsividad y verificando que se esté caminando en la meta correcta.
  4. Evaluar: Consiste en propiciar que los estudiantes comprendan los indicadores que les permitirán saber si llegaron a la meta, aún antes que el facilitador u otra persona les dé su opinión o juicio. El estudiante ha de autovalorar si alcanzó el objetivo o no, pero también ha de ser capaz de identificar los pasos del proceso global y señalar lo que fue efectivo y lo que no. De esta forma, podrá saber si en general su estrategia es o no eficiente y podrá generalizarla a otras situaciones.

Para enseñar las habilidades cognitivas y metacognitivas, el facilitador deberá inducir los estudiantes a verbalizar las estrategias que utilizaron para abordar una determinada actividad de aprendizaje.

Cabe señalar que, en un primer momento, la función del facilitador será la de un modelo que verbaliza lo que hace y, después, de manera gradual, los estudiantes deberán empezar a compartir con el profesor sus estrategias, hasta que finalmente lo hacen sin el apoyo del profesor.

Una forma efectiva de enseñar habilidades y cuándo usarlas es en situaciones de aprendizaje grupal donde los facilitadores y los estudiantes dialogan sobre su aprendizaje y solución de problemas. Si es correctamente guiado por el facilitador, el diálogo se puede convertir en una forma social y colaborativa de pensar en voz alta, en la que cada miembro del grupo abre o hace públicos sus pensamientos y forma de pensar (Martínez, 1994).

Cuando todos exponen la forma cómo abordaron la tarea de aprendizaje a través de diálogos colectivos, se comparten las experiencias de cómo se razonó, se planeó y supervisó la propia ejecución de la tarea. Así, los estudiantes se dan cuenta de la diversidad de estrategias que pueden llevar a la solución correcta de un problema, se enriquecen mutuamente y se tiene la posibilidad de integrar nuevas estrategias y, sobre todo, aprenden del error.

Respecto del error, rara vez se permite que el estudiante aprenda de sus errores y aprenda a corregirlos, sin embargo, el error es un signo de progreso; por ejemplo, cuando un niño pequeño dice “ponido” está organizando la información con la que cuenta para elaborar una hipótesis que comprueba o desaprueba en su interacción con el adulto que le corrige y mediante estos errores va apropiándose del lenguaje; por lo tanto, el alumno que yerra no merece un castigo, sino una explicación o aclaración (De la Torre, 2003).

Cabe señalar también que el error es una fuente de información para el facilitador y el alumno, a saber:

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7.4 Kb)   pdf (50.1 Kb)   docx (92.7 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com