La reelección presidencial en Honduras desde un punto de vista jurídico y político

La reelección presidencial en Honduras desde un punto de vista jurídico y político

María Fernanda Rivera S.

En los últimos años la Constitución de la República se ha sometido a un arduo debate sobre la posible incorporación de la reelección en ella. Este tema se sitúa en un nivel tanto político como jurídico.

Puesto en un nivel jurídico, es un tema controversial ya que en nuestra constitución la reelección está prohibida. Dicha prohibición está establecida en el artículo 239: “El ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser Presidente o Designado. El que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos, y quedarán inhabilitados por (10) diez años para el ejercicio de toda función pública”. Este artículo, según el Recurso de Inconstitucionalidad No. 514-592-2008, deroga parcialmente los artículos 239 y 240 y manda su redacción original de 1982, es decir a como fue escrito hace 35 años.

El derecho, por definición, se refiere al conjunto de normas que rigen la vida del hombre en la sociedad y su relación con los demás miembros de la misma. Siendo el órgano que rige a la sociedad, la cual es cambiante y no es estática debido a que a través del tiempo ocurren ciertos fenómenos a los cuales la sociedad debe adaptarse; por ende el derecho debe ser cambiante y adaptarse a las necesidades de cada sociedad. No podemos aferrarnos a que la Constitución es irreformable o inamovible, ya que el Derecho, de suyo, es dinámico y cambiante y busca ir detrás de la sociedad y no por delante de ella. Honduras es uno de los cuatro países de Latinoamérica que prohíbe la reelección, es decir estamos atrasados a nivel político, cultural y democrático en comparación al resto de América Latina. El insistir con la reelección es insistir por un proceso que nos hace avanzar y el cual nos da tiempo, ya que el tiempo se convierte en logros y los logros transforman un país y ayuda a su desarrollo.

La reelección que se quiere implementar en nuestro país es únicamente cuatro años más, es decir de un período. En nuestro país, pesa más lo que el titular de la soberanía, o sea el pueblo mismo, decida que una ley que fue aprobada treinta y cinco años atrás; ya que ningún teto legal, ni siquiera la Constitución misma, está por encima de la voluntad del pueblo y la mejor manera de saber cuál es la voluntad del soberano es que este se manifieste por medio de las urnas. Si decidimos mencionar algunos artículos en los que se menciona el carácter absoluto de la voluntad del pueblo y como todas las leyes y poderes del Estado deberían estar subordinados a ella vemos los siguientes:

• Artículo 2: La soberanía corresponde al pueblo del cual emanan todos los poderes del Estado que se ejercen por representación. La suplantación de la soberanía popular y la usurpación de los poderes constituidos se tipifican como traición a la Patria. La responsabilidad en estos casos es imprescriptible y podrá ser deducida de oficio o a petición de cualquier ciudadano.

Es decir que ningún órgano está por encima de la decisión del pueblo y este ser consultado antes de tomar alguna decisión que lo afecte directa o indirectamente.

• Artículo 37, numeral 1: Son derechos del ciudadano:

1. Elegir y ser electo

Por ley, es derecho de cada ciudadano elegir a sus gobernantes a través del sufragio. Si el actual gobierno ha hecho un buen trabajo, el pueblo es libre de elegir al mismo representante para que continúe su labor por cuatro años más.

• Artículo 44: El sufragio es un derecho y una función pública. El voto es universal, obligatorio, igualitario, directo, libre y secreto.

Es decir que el ciudadano tiene el derecho a elegir a las personas que considere aptas para los cargos públicos que respectivamente desempeñaran y su decisión es universal y su cumplimiento es obligatorio por encima de toda ley.

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