La visión indígena de la guerra de Arauco
wilson_01Ensayo13 de Diciembre de 2015
4.074 Palabras (17 Páginas)180 Visitas
Las causas guerra de Arauco desde una visión indígena; una mirada desde el “Cautiverio feliz” de Nuñez de Pineda.
Resumen: En la historiografía aun hay bastante relatos y visiones que merece ser dichos o resucitados para la construcción de “verdades”. Por lo que presente el trabajo busca examinar la crónica de don “Francisco Nuñez de Pineda y Bascuñan” con la finalidad de identificar voces indígenas que hagan referencia únicamente a las causas del conflicto que se vivía en ese entonces entre españoles e indígenas.
Palabras claves: Crónica, Invisibilizados, Indígenas, Visión del indígena, Guerra
Introducción
No son pocos los trabajos que se han escrito haciendo una revisión de las crónicas para la construcción de imágenes o visiones de sujetos coloniales. Pero en este ámbito son los estudiosos y eruditos mexicanos de área de las ciencias sociales, y de otras especialidades los que llevan delantera. Ya que, si indagamos y buscamos información al respecto (ya sea en revistas electrónicas o en otros medios), encontramos que se han hecho diversas caracterizaciones y diversos tipos retratos, ya sea, de los propios cronistas –como es el caso de Cortés, o el mismo Bartolome de las Casas con su visión indigenista−, o de otros personajes.
Nuestro país no se ha quedado postergado en esta materia, ya que a partir de los años 50 se ha avanzado bastante en una búsqueda revisionista de la historiografía y de sus fuentes. En esta materia son los estudios fronterizos, regionales, de la mujer, y en general la reconstrucción de las vidas de sujetos invisibilisados la que se busca superar una historia elitista o centralizada que por años había tenido un lugar hegemónico. Pero en esta dinámica aún queda mucho por decir de estos sujetos.
Por lo que el presente trabajo busca seguir aportando datos para la construcción de una historia de los sujetos que por años fueron ignorados. Es decir, hay una historia que aun no ha sido completada y que aún queda bastante información que merece ser dicha o resucitada. Esto, con la finalidad de contribuir a posturas, y encuentro de diálogos diferentes, que convivan en este siglo.
Es así como en este contexto, el trabajo presentado busca examinar la crónica de don “Francisco Nuñez de Pineda y Bascuñan” con la finalidad de identificar en ella las voces indígenas que expone este autor, identificando –dentro de estas voces indígenas− las que hagan referencia únicamente a las causas del conflicto que se vivía en ese entonces entre españoles e indígenas. Ya que la finalidad es contribuir, a través de esta revisión, a un estudio más detallado de estos sujeto, es decir como ellos entienden el conflicto y como se exponen estas voces a través de la alteridad del relator o cronista. Es por ello que utilizo los propios diálogos que estos mantuvieron con el “capitán” “pichi Alvaro”.
Es así como, desde el punto de vista estructural, el lector encontrará que este trabajo está organizado en dos partes. En la primera de ella se expondrá un breve análisis acerca de la intención del autor, además de cómo este pretende ser visto en su obra. Esto es para producir un examen de su propia contextualización individual histórica de este sujeto, y como esta imagen va moldeando su relato. Mientras que en la segunda parte ya se entra de lleno a exponer las voces de los indígenas que hablan sobre la guerra, y la forma en que ellos la analizan. Finalmente se buscará sacar conclusiones a modo de discusión de lo expuesto.
Metodología
Para cumplir con la finalidad propuesta, y como una forma de obtener una mejor interpretación y compresión, es que se utilizará como metodología parte de la propuesta que nos hace Gertrudis Payàs en su artículo “Avances en la metodología de la historia de la interpretación”[1]. Puesto que –y como nos dice Payas−, del cúmulo de información que ofrecen las crónicas coloniales y que procesan los expertos en sus investigaciones se evidencian aspectos "pesquisables", que se pueden ir a rastrear en cualquier otro documento colonial.
Si bien los puntos a los que hace referencia Payas, le sirven a ella para construir bases de datos y rellenar los vacíos existentes en el papel que juegan de los intérpretes auxiliares en la empresa colonial española, creo que estos puntos son valiosos a la hora de formarse una idea de la visión indígena, ya que, y como ella misma nos propone “el hecho de que la mediación lingüística, sea o no institucional, nos da pautas para entender el grado de reconocimiento de la alteridad que se da en relaciones asimétricas.”[2] Que en este caso es entre el “capitán” “Pichi Alvaro” y el “indígena”.
Los puntos que seleccionados, y que nos ayudaran en la investigación son:
3. Consideraciones subjetivas o juicio sobre su utilidad: Donde se exponen las mismas consideraciones del autor, sus juicios valóricos y sistemas de creencias. Por ejemplo: “…yo fui leal amigo de los españoles (dijo el valeroso indio)…”
5. Impresiones acerca de su capacidad o incapacidad: dice relación con competencia en aquel momento o situación. Ejemplo: “…con que en medio de estos alborozos no podía echar de la memoria las palabras de aquel gentil valiente, y como mi experiencia era limitada por ser muchacho en aquel tiempo…”
Cabe decir, y como una forma de analizar los puntos escogidos, lo cercano que resultan estos puntos con el estudio que propone la historia de las mentalidades. Ya que esta nos propone, básicamente, que para entender los procesos históricos es necesario “…restituir las representaciones, creencias, rituales, símbolos según el contexto época y humano...”[3] ”
Finalmente, creo que como una forma de depurar y cotejar las informaciones de los cronistas, debido precisamente a la carga testimonial de la mayoría de ellas, que hace trabajosa la objetividad científica, y teniendo en consideración que generalmente los “…cronistas narran las exploraciones y conquistas, describen la naturaleza, observan a los indígenas y sus costumbres, en un esfuerzo por entender a los indígenas, y dar a conocer a Europa sus impresiones y acciones"[4], es que es necesario indagar en el pensamiento del autor. Es por ello que analizaremos los datos entregados en su obra a cerca de la intención que tuvo este al escribir, además de cómo quiere ser visto o leído en ella.
Propósito y pensamiento de Pineda en su obra
El Cautiverio feliz es una obra que en su composición se trabaja por un espacio de más de veinte años. Esta narración del autor, es fruto de la experiencia de su cautiverio (que aproximadamente dura “seis meses y catorce días, en el año 1629”[5]) cuando los indígenas le toman prisionero, quedando bajo tutelaje y protección del cacique Maulicán.
Ahora, atendiendo al propósito que tuvo Pineda y Bascuñan para escribir encontramos que, su intención declarada nos la relata en el capítulo I, Discurso I, diciendo: El principal blanco a que se encaminan mis discursos, no es otro que hacer las verdades patentes. Con que daremos principio a mi Cautiverio feliz, de adonde sacaremos el fundamento de la dilación de esta guerra de Chile, pues lo uno, y lo otro viene a ser directo blanco de este libro.[6] Es así como, y de acuerdo con lo que leemos, el autor desde su perspectiva nos dice que en su crónica declararía “verdades”, y que estaría en directa relación con las causas o “fundamentos” del prolongado conflicto bélico entre españoles e indígena. Estas verdades se obtienen a raíz de su cautiverio, y no son causa de conversaciones o diálogos que haya tenido con otro español.
Luego, al ir adentrándonos en su crónica notamos que este va dejando huellas de cómo quiere ser visto por el lector. Por lo que en ella raíz de esto podemos distinguir lo siguiente; Pineda y Bascuñan se presento como protagonista en su obra, llevando a cabo las principales acciones.
Le observamos en ella, perfecto en sus cualidades morales; ejemplo de ello es lo que expone en el discurso II, capitulo XVII, donde oculto en el bosque por temer por su vida tras ser buscado por Lemullanca y sus macetones, acude a él (veces seguidas) una hija de su amo Maulican para llevarle alimentos. Por lo que él resolvió…Díjela como enfado, qué era lo que buscaba, que se fuese con Dios, porque no la viesen venir tantas veces sola a donde yo estaba, y que no fuese causa de que me viniese algún daño por el bien que me deseaba, dando que pensar a su padre para que juzgase o presumiese que no era leal en su casa; y que así, le suplicaba que no viniese a verme sola, sino fuese con los muchachos mis camaradas…[7] Con enfado, nos dice, que resistió a la niña porque ante todo anhela que su amo Maulican le vea como una persona correcta en cuanto a fidelidad hacia su persona. Aunque igualmente esto lo presentaba ante el lector de su crónico como un cristiano intachable.
En cuanto a como la religión marcaba sus acciones, podemos advertir que el autor vive en una especie de “temor y miedo” a transgredir lo establecido como lo moralmente correcto por la iglesia. En bastantes párrafos lo encontramos resistiendo las tentaciones, “…tan a las claras, y mas con mujeres infieles y ajenas de nuestra profesion, porque (es) pecado doble y de mayor marca…” Además, presentándose muy devoto, dando gracias y rezando en toda ocasión que fuese necesario “…Levantéme a dar gracias a nuestro señor y a ver el semblante que nos mostraba el dia…” Es así como a Bascuñan lo encontramos muy atrapado por el pensamiento cristiano católico de su época, presentándose ante sus pares como alguien que no tiene mayores problemas de conciencia por el apego a su religión, y esto lo hace de forma incondicional.
...