ORADOR PROFESIONAL: VELOZ Y PRECISO

ORATORIA DELIBERATIVA

TEMA II: ORADOR PROFESIONAL: VELOZ Y PRECISO

I.- PROPÓSITOS INTERACTIVOS DEL ORADOR DELIBERATIVO.

        A mayor confianza tenga el orador en el escenario deliberativo, dominio pleno del micrófono, control de la voz y el contenido del discurso, personal convincente, facilidad y velocidad de respuesta ante los torbellinos de preguntas, tendrá más impacto su palabra ante la audiencia. Porque ha de:

1º  Persuadir para convencer.-  Expresar ideas claras, que sean correctas, palabras en movimiento constante para motivar, llamar la atención, generar interés, atrapar a todos los seguidores y si se escapa uno, eliminarlo del radio de acción para que no entorpezca.  Su argumento debe ser creíble, irrebatible, aprobado, que penetre la mente y el corazón de cada interlocutor, que el oyente asuma que su idea es la mejor. Por eso, debe:

• Leer mucho, hacer juegos respiratorios hasta dominar la respiración diafragmática.
• Hablar fácil, con mucha expresividad y conocimiento seguro del tema.
• Armar su argumento, cuatro respuestas para un mismo concepto, no temer al micrófono.
• Insistir, no resignarse a una respuesta conformista, como un vendedor tenaz de su idea.

2º  Enseñar para transmitir.-  Informarse muy bien del tema, comprender su contenido, producir su discurso o defensa de lo que comprende y preparar su presentación pública de lo que comunicara a su audiencia o serán respuestas para su interlocutor deliberativo. Por eso, debe:

• Preparar un cuidadoso plan estratégico de su intervención, un orden preciso de lo que hará.
• Realizar ensayos oratorios de su tema o criterio de discusión, preguntando y respondiendo.
• Repasar el contenido que quiere mostrar, conocer a quien va a enfrentar, cómo lo hará.
• Construya un esquema mental del escenario: espacio, mobiliario, aparatos, moderador, audiencia, tiempo de actuación…

3º  Conmover para sensibilizar.- Penetrar el sentimiento, la fibra interna del oyente o interlocutor, emocionarlo con las palabras: alegrarlo con buenas noticias o entristecerlo hasta que le den ganas de llorar; sea un artista, el protagonista de lo siente el oyente en ese momento, extraer lo humanitario de su interior. Por eso, debe:

• Explotar los gestos faciales, ademanes y movimientos corporales según quiera emocionar al oyente: alegrarlo, entristecerlo, ponerlo colérico o calmarlo sin ceder su argumento.
• Asumir una actitud emotiva, sensible, sentimental, novelista que impacte al oyente.
• Escuchar sugerencias; pero, responder con sutileza para imponer la suya con liderazgo.
• Expresar emociones y transmitirlas al oyente, con pasión, intensidad, dueño del acto sin subirle el tono de voz.

4º  Convencer  para agradar.-  Argumentar con evidencia, hablar fino, culto y bello; crear belleza con la palabra, cautivar con la mirada y el gesto, emplear un tono de voz firme y seguro, dando a entender al oyente que esa es la verdad única y debe creerla, adherirse a esta con convicción, sin duda alguna y entregarla a su líder. Por eso, el orador deliberativo debe:

• Definir quién es y de qué es capaz frente al tema, oyente, audiencia y contexto.
• Estar seguro de lo que afirma. Recuerde: un experto jamás duda. Quien decide, ejecuta.
• Actuar como orador y no como el profesional que ejerce una función. No es lo mismo un abogado que un orador jurídico; un docente que un orador pedagógico.
• Sentirse impregnado del argumento que esgrime: histórico, social, legal, conclusivo… Hablar, responder o parlamentar convencido de su voz, palabra, expresividad y contundencia.

El orador deliberativo discute, pregunta y dialoga, es de respuesta rápida, no vacila ni titubea, es seguro de si mismo, jamás muestra temor, miedo o pánico de hablar en público y menos con un micrófono. Su expresividad supera cualquier obstáculo, no se detiene por criterios vacíos o negativos de su interlocutor, impone el suyo o lo deja en el tapete.

2.- LA IMPOSTACIÓN DE LA VOZ.

        La voz es el arma del orador en público, sea en un estudio discutiendo, un auditorio con una ponencia o un discurso multitudinario. Por eso, ha de saber lo qué es impostar la voz y que este tema tenga una base médico-profesional: el doctor Loprete. Veamos:

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