PREMIO NOBEL DE ECONOMIA 2018
Roberth palaciosEnsayo27 de Octubre de 2022
3.227 Palabras (13 Páginas)78 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION
UNIVERSIDAD SANTA MARIA
FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES
2DO SEMESTRE “B”
ECONOMIA
PREMIO NOBEL DE ECONOMIA 2018
PROFESOR: ALUMNOS:
DR. Francisco Chirinos Diego Guera 30.915.599
Roberth Palacios 30.513.168
Jeiber Rico 30.514.258
Caracas, octubre de 2022.
INTRODUCCION
La Real Academia de Ciencias de Suecia anunció, el pasado 10 de octubre, la concesión del Premio Nobel de Economía 2018 a los ciudadanos norteamericanos William D. Nordhaus y Paul M. Romer, por sus estudios e investigaciones que advierten del impacto que tienen en el crecimiento económico fenómenos como el cambio climático y la innovación tecnológica. Y, “aunque sus estudios no aportan conclusiones definitivas, permiten aproximarnos a la respuesta de cómo alcanzar un crecimiento sostenible a través de modelos explicativos de la interactuación de la Economía con la naturaleza y el conocimiento”.
NORDHAUS, nacido en Alburquerque, Nuevo México, en 1941, se licenció en Ciencias Económicas en la Universidad de Yale, realizando posteriormente el doctorado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Posteriormente, regresó a su Universidad de origen, especializándose en el estudio de las consecuencias económicas del calentamiento global. En un trabajo con James Tobin, galardonado con el Nobel en 1981, estableció los conceptos básicos de lo que podemos llamar como “economía sostenible”, en la que se mantienen en equilibrio los recursos que se dispone, de manera que generaciones futuras puedan beneficiarse de los mismos. Nordhaus se manifiesta en pro de las sociedades cuya actividad depende de los ecosistemas que no son gestionados, como la pesca, agricultura, etc. Y ha puesto de manifiesto, en alguna ocasión, el ejemplo de las políticas europeas (Política Agraria Común, PAC) y la de pesca, evitando, entre otras cosas, que el cambio climático no convierta tierras fértiles en estériles.
Nordhaus critica a aquellos que niegan el cambio climático y piensa que la actividad humana ha contribuido al incremento rápido de la temperatura media del planeta en el último siglo, desconfiando, por otra parte, del cumplimiento de los Acuerdos de París, así como que el retraso en las políticas necesarias para alcanzar los objetivos, elevarán el precio que habrá de pagarse por las emisiones de anhídrido carbónico.
Cree que la imposición de un impuesto al carbón, que incentivaría a empresas y gobiernos a utilizar energías alternativas, así como que la única alternativa a este fósil sería la energía nuclear, rechazando los incentivos a la energía verde para frenar el cambio climático.
Nordhaus fue miembro del Consejo de Asesores Económicos del presidente James E. Carter en los años setenta del pasado siglo y es miembro de la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Por último, destacamos la distinción recibida de la Fundación BBVA de España en su programa “Fronteras del Conocimiento”, edición de enero de 2018, por sus trabajos sobre el cambio climático, desarrollando de forma pionera un modelo que integra estudios sobre el clima y la economía.
El otro galardonado, ROMER, nacido en Denver, Colorado en 1955, es Licenciado en Matemáticas por la Universidad de Chicago, en la que se doctorara poco después. Compartió la docencia en la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York, así como en las de Berkeley y Stanford, con el trabajo profesional en instituciones públicas, como el Banco Mundial, en el que ocupó el puesto de Economista-jefe hasta enero de 2018, tras presentar su renuncia al afirmar que los datos aportados por el Banco para determinar el nivel de competitividad de la economía chilena habían sido manipulados, si bien, más adelante se retractaría de ello. Volvería posteriormente a la Universidad de Nueva York.
De Romer se destaca sus aportaciones, iniciadas en 1986, en la elaboración de la “teoría del crecimiento endógeno”, que pone su acento en la consideración primordial del tratamiento del capital humano y la innovación, como elementos clave para el crecimiento económico. En relación a los temas de medio ambiente, piensa que muchas instituciones públicas y organizaciones empresariales son reacias a la protección del medio ambiente por su elevado coste y la dificultad de llevarla a cabo, bien negando su existencia o sencillamente ignorando la importancia del problema. A pesar de ello, mantiene su posición de que pueden acometerse proyectos sustanciales para proteger, tanto el medio ambiente como el desarrollo del urbanismo, sin sacrificar por ello el crecimiento económico.
Romer considera que los gobiernos de los estados deberían propiciar, en términos de la economía de mercado, el apoyo a la innovación tecnológica con ayudas concretas al personal investigador, limitar el uso de patentes ya que, paradójicamente, estas podrían estimular las organizaciones monopolistas que impiden el progreso. Por ello, estima que las ideas constituyen un bien específico que deberían prosperar siempre en el entorno del mercado.
Con su permanente espíritu crítico, y en relación a la clásica hipótesis en el entorno universitario, de que los mercados son “perfectos” y producen siempre resultados eficientes, sostiene que la competencia no es perfecta y en no pocas ocasiones necesita la debida ayuda
Finalmente, recordar que ya en 1997, la revista “Time” le consideró como una de las personas más influyentes en el entorno norteamericano.
Posición de los analistas económicos.
Traemos a colación tres opiniones de analistas. El primero de ellos, Emilio J. González publicó en el diario económico 5 Días el artículo “Un Nobel al crecimiento sostenible y sostenido” que resume de manera precisa su opinión sobre los galardonados en esta edición. En primer lugar, que el progreso técnico depende de las decisiones de inversión y financiación que los agentes económicos llevan a cabo, complementadas con las ayudas a la investigación y desarrollo, los estímulos fiscales y la promoción de regulaciones y patentes que tienen su origen en los poderes públicos. Tales factores se difunden fácilmente entre las diferentes capas sociales con un efecto multiplicador que se acumula y potencia con el paso del tiempo.
Y, en clara alusión a Romer, considera que la “teoría del crecimiento endógeno” no solo es el resultado de alguno de los factores externos antes mencionados, sino de prácticas internas en las organizaciones, que, con su particular consideración del capital humano, la innovación propia y el desarrollo del conocimiento, que contribuyen de manera particular a favorecer el crecimiento de la renta y el nivel de vida de los ciudadanos.
Por su parte Juan F. Jimeno, economista del Banco de España, inicia su valoración con una alusión a la denominada “Controversia de Cambridge”, una teoría del crecimiento económico a largo plazo, resultado de un proceso de acumulación de capital y progreso técnico, con rendimientos constantes a escala en función de la producción agregada. Como la acumulación de capital no puede continuar de manera indefinida, es el progreso tecnológico el que debe soportar el crecimiento a largo plazo.
Pero, continúa Jimeno, en relación a la innovación tecnológica, había limitaciones que el conocimiento económico no había podido superar, hasta que a finales de los años ochenta, Paul Romer encuentra una forma satisfactoria para introducir rendimientos crecientes a escala y competencia monopolística en modelos en los que el crecimiento se produce de manera sostenida y equilibrada. Su aportación era fundamental para el progreso de las investigaciones sobre el cambio climático.
En alusión al otro galardonado, William Nordhaus, Jimeno estima que, en relación a los límites del crecimiento, su contribución ha sido fundamental por lo que se le considera como el padre de la “Economía del Medio Ambiente”, y buena prueba de ello es el reconocimiento a sus trabajos sobre el cambio climático por la Fundación BBVA, “Fronteras del Conocimiento” en su X Edición correspondiente a enero de 2018. Nordhaus tuvo una especial dedicación a la construcción de modelos para analizar los efectos económicos de las emisiones y de los medios adecuados para reducirlas. Tales modelos de equilibrio general, que relacionan la producción de bienes y servicios, producción que se asocia a la aparición de gases que contribuyen a aumentar la temperatura global del planeta, con efectos negativos sobre la oferta y demanda, y, por tanto, que generan un estímulo indirecto para superar la resistencia a implementar las políticas necesarias para combatir el cambio climático.
...