Por Una Mejor Impartición De Justicia

Por una mejor impartición de justicia.

Día a día es menester de quienes se desempeñan en el ámbito laboral del derecho que ciertas materias, ramos y actividades relacionadas con el derecho surjan mucho más interesantes en cuanto a la teoría de las mismas que al llevarlas a la práctica, ya que desgraciadamente se encuentran viciadas por medios de corrupción que a menor o mayor grado es latente en el “ámbito legal” y por diversas prácticas que desde hace tiempo han sido aceptadas en la sociedad, ya sea en la vida del abogado litigante como normalmente suele suceder en las instituciones de gobierno, ya sea para integrarse laboralmente como para realizar trámites que en algún momento cualquier ciudadano llegara a realizar, así pues como es conocimiento de muchos ciudadanos, la corrupción se encuentra latente al querer realizar algún trámite siempre hay una manera de agilizarlo, o de evitarlos simplemente ofreciendo y entregando dinero que luego de ya una “cultura” acerca de lo mismo por años y años de prácticas se les denomina “dadivas” las cuales para cualquier abogado o practicante de la abogacía es común que en los tribunales locales, municipales, llámese primera instancia, menores o mixtos, es necesario y por costumbre ya con carácter de obligatorio tener que entregar dádivas a los empleados de los juzgados para realizar casi cualquier trámite para que los asuntos a su cargo puedan avanzar, pues de lo contrario nos quedamos con expedientes caducados, atrasados y con la menor intención de ser trabajados, esto como resultado de no haber entregado dádivas, siendo que no obstante de esto, se obtiene una actitud irresponsable e inclusive grosera de parte de los trabajadores del juzgado que más que hacer su trabajo se preocupan por obtener una ganancia extra, pese a que la mayoría de los empleados cuentan con un sueldo bastante competitivo y dicen ser licenciados siendo que en algunos casos no cuentan si quiera con estudios de licenciatura, y peor aún es que su trabajo consista en la impartición de justicia y los mismos no se encuentren capacitados, ya que al no contar con estudios de derecho resulta incoherente que dichas personas trabajen al servicio del tribunal en la impartición de justicia sin conocer de leyes.

Lo anterior nos lleva a pensar ¿es posible acabar con este tipo de corrupción? ¿Existe esta corrupción en todos los ámbitos jurisdiccionales? La respuesta es si es posible acabar con la misma, así como tampoco existe la misma corrupción en todos los tribunales, pues es de conocimiento que los tribunales de alzada en su ámbito federal, se encuentran bajo una estructura más estricta en cuanto a sus trabajadores, desde el momento en que es estrictamente necesario contar con título y cédula profesional para desempeñar algún cargo en los mismos, así como también su forma de trabajar es mucho más eficiente que la de cualquier tribunal local o menor, así como la impartición de justicia hacen honor al principio de “justicia pronta y expedita” estudiando de una manera más a fondo los asuntos legales, así como tratan de no dejar lagunas ya sea en el procedimiento como en sus resoluciones, todo esto sin la necesidad de ofrecer dádivas que más que ayudar en el fuero federal, puede llegar a verse mediocre, siendo que ésta práctica en una opinión personal resulta una falta de respeto para la profesión que desempeñamos.

En una situación actual, en la que se tienen costumbres arraigadas, acerca de las practicas sobre las dádivas, y tanto abogados como empleados de los tribunales nos encontramos acostumbrados parecería imposible erradicarlas, pero la solución comienza por uno mismo, ya que existen también personal de tribunales que pese a que la mala costumbre de recibir o pedir dinero por cualquier trámite se encuentra latente en todo los locales de los juzgados, existe quienes no aceptan dádivas; sin embargo a veces la misma costumbre del abogado litigante se encuentra tan arraigada que se acostumbra a trabajar de dicha forma, corrompiendo

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