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Profesorado De Educación Primaria


Enviado por   •  24 de Junio de 2014  •  2.470 Palabras (10 Páginas)  •  403 Visitas

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Los restos fósiles como evidencia del cambio.

Desde la antigüedad, el ser humano desenterró restos similares a seres vivos pero que parecían hechos de piedra. En un principio se desconocía su origen y se creía que tenían propiedades mágicas. Los filósofos griegos fueron los primeros en proponer que los fósiles eran restos de seres vivos. Aristóteles aseguró que se formaban espontáneamente y fue esta explicación la que predomino hasta el siglo XVIII.

En el siglo XVI, el artista, inventor e ingeniero italiano Leonardo Da Vinci retomó la idea de que los fósiles eran seres vivos que habían sido enterrados por sedimentos. En 1660, Nicolás Steno, aseguró que el Diluvio Universal era la causa del entierro de los restos. Lo novedoso de Steno fue notar que, cuanto más profundo estaba un estrato, mayor era su antigüedad. Más de cien años después, William Smith reconoció que se podían encontrar los mismos tipos de fósiles en los mismos estratos, aun de sitios distintos, y que los estratos más viejos contenían formas de vida más simples.

Los fósiles hallados entre los siglos XVI y XIX permitieron descubrir, en diferentes estratos, una sucesión de faunas ya extintas. ¿Cómo explicar estos hallazgos? El naturalista francés Georges Cuvier afirmaba que la Tierra, con apenas seis mil años de edad, era muy joven como para que los seres vivos pudieran haber cambiado tanto. Aseguraba que la aparición y desaparición de las especies eran producto de una serie de catástrofes seguidas de eventos de creación (postura conocida como Catastrofismo), siendo el último de estos episodios el Diluvio Bíblico.

En 1785, el geólogo escocés James Hutton propuso que los agentes que en el pasado modelaron la superficie terrestre son los mismos que actúan en el presente: el viento, el agua y los cambios de temperatura. Esta explicación, conocida como Uniformismo, es opuesta al catastrofismo y no fue aceptada, ya que implicaba que la Tierra debía tener más años que lo calculado según la Biblia. En 1830, Charles Lyell aportó nuevas pruebas a favor del uniformismo y quedó claro que la Tierra era mucho más antigua, de modo que había transcurrido el tiempo necesario para el cambio de los seres vivos como sugería el estudio de los fósiles.

Las evidencias anatómicas.

Además del estudio de los fósiles, los científicos de la época hallaron que los estudios de anatomía comparada mostraban algunos resultados llamativos. Los primeros anatomistas entre ellos Lacrec, y Cuvier, compararon la estructura ósea de las extremidades de los animales que tenían cuatro miembros y encontraron similitudes en los tipos y cantidad de huesos que las formaban.

Los seres vivos cambian: del fijismo al evolucionismo.

Hasta principios del siglo XIX, la explicación del origen de los seres vivos estaba basada en preceptos religiosos, postura conocida como Creacionismo. Además, no se aceptaba la posibilidad de cambio, es decir que se consideraba a las especies como creaciones independientes y fijas, razón por la cual estas ideas se conocen como Fijismo. La postura fijista niega la posibilidad de cambio en los seres vivos a lo largo del tiempo.

El primer paso hacia la teoría evolutiva actual fue aceptar la posibilidad de que, luego de la creación, las especies podían cambiar, postura que se conoce como Transformismo. El transformismo estaba ligado a la idea de superación de los seres vivos: las especies cambiaban desde formas simples hasta formas superiores más complejas y el ser humano era la especie superior a todas. Esta postura, acepta el cambio a partir de orígenes individuales, solo a partir del reemplazo de una especie por otra. No admitía la posibilidad de diversificación, es decir que una nueva surgiera a partir de otra, como una rama lo hace a partir del tronco del árbol.

Se hizo evidente que la diversidad y distribución de los organismos eran causa de procesos naturales y el producto de cambios sucesivos a partir de un ancestro o antecesor común. A esta nueva corriente de pensamiento se la conoce como Evolucionismo, y a diferencia de las anteriores, para poder explicar la diversidad y distribución actual de los seres vivos recurre a procesos naturales y se basa en los cambios ocurridos en los seres vivos a lo largo de las generaciones.

El camino hacia el concepto de Evolución.

Lamark y sus explicaciones evolutivas.

A partir de los siglos XVIII y XIX se acumularon evidencias a favor de que los seres vivos hubieran ido cambiando a lo largo de la historia de la Tierra. Sin embargo, nada se sabía sobre el modo en que habían ocurrido estos cambios. El primer mecanismo evolutivo fue propuesto a principios del siglo XIX por Jean-Baptiste Lamark.

Lamark dedicó sus investigaciones a las especies vivientes y fósiles de invertebrados marinos. Él observó cambios graduales en las características de estos invertebrados, hecho que no se correspondía con las ideas catastróficas predominantes en esa época. Fue así que comenzó a dudar de la constancia de las especies y a defender la idea de cambio (de evolución) a lo largo del tiempo. Proponía que las formas simples se organizaban por generación espontánea, consecuencia de la acción de la naturaleza sobre la materia; luego, las fuerzas naturales seguían actuando y las formas se volvían cada vez más complejas. Lamark fue el primero en plantear que una especie podía dar origen a otra, en una suerte de sucesión, desde las formas inferiores hasta los animales.

Fue el primer biólogo en darle un papel preponderante al ambiente y a la relación de este con los organismos.

Interpretó que las adaptaciones que se observaban en los seres vivos no eran producto de un Creador. Para él, los organismos poseían una voluntad de cambio que los llevaba a adaptarse a las condiciones y recursos del ambiente y a establecer una perfecta armonía con su medio. Las características del ambiente imponían el uso y deuso de ciertas partes del cuerpo, de modo que algunos órganos se desarrollaban, mientras que otros se atrofiaban y finalmente desaparecían. Para completar su explicación, Lamark adoptó una idea aceptada en su época: la herencia de las características adquiridas. Según esta idea, los cambios producidos en el cuerpo durante la vida de un organismo se podían transmitir a las siguientes generaciones. Un ejemplo de esto fue el caso que presento de los perezosos. Él aseguraba que los brazos de estos son desproporcionadamente largos debido a que estos animales permanecen gran parte del tiempo colgados de las ramas. Además interpretó

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