Propuestas para un nuevo gobierno, análisis con base en los autores clásicos del pensamiento político

PRESENTACION:

El pensamiento político moderno está fuertemente influenciado por las ideas de los teóricos, filósofos y pensadores que nos precedieron, esto en un esfuerzo de hacer una revisión de nuestro pasado, ¿por qué abordarlo? Para poder comprender nuestro presente, crear una distinción entre el pasado en sí mismo y el presente, lograr la construcción personal de nuestro origen, poder recuperar ese pensamiento para enfrentar las problemáticas de la actualidad. Es un retorno a los patrones filosóficos prácticos como el de Aristóteles, Platón y autores del renacimiento que llevaron a la modernidad. Es a través de la hermenéutica mediante la cual se pueden interpretar los textos y el pensamiento de los autores de los cuales discutiremos a continuación, buscando coherencia y sentido, para poder identificarlos dentro de un sistema de pensamiento y ubicarlos en una corriente de pensamiento, que les brinda el status de “clásicos” ya que fueron capaces de sintetizar y trascender su tiempo.

En el desarrollo de este ensayo se tratará de retomar el pensamiento de los autores abordados durante el curso, si bien muchos de estos son base en la estructura de nuestras interacciones sociales y políticas, hoy en día y sobre todo en nuestro país estas bases parecen estar olvidadas por la mayoría de los agentes políticos que intervienen en las instituciones del estado.

Durante el periodo de tiempo en el que se escribió este ensayo se vivió en México un periodo muy importante de transición de gobierno, pues por primera vez en 84 años, la izquierda detentará el poder político y ocupará las instituciones. Una coalición tan amplia y llena de contradicciones deberá establecer prioridades a la hora de gobernar. Debemos preguntarnos desde la izquierda, en conjunto, y con mucha imaginación política, ¿cómo hacer? Es decir, ya no lo que hay que hacer, sino cómo lo podemos lograr. Porque si, el trabajo de mejorar el país es un tema que nos compete a todos, y es la participación de todos los estratos sociales la que fungirá como el engranaje principal para el desarrollo de la nación.

Durante el desarrollo de este ensayo se presentarán “ideas” fundamentadas en los pensamientos de los autores clásicos que ayuden a este nuevo gobierno en la tarea de dirigir a México.

Con este ensayo pretendo realizar un ejercicio dialectico que me ayude a identificar los conceptos e ideales de los pensadores clásicos y modernos que adquirí durante el semestre, así como ubicarlos en los acontecimientos de nuestra sociedad mexicana, para poder generar un pensamiento crítico y objetivo que me ayude a obtener un panorama completo de los problemas sociales.

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INTRODUCCIÓN.

Andrés Manuel López Obrador es el nuevo presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos con el 53% de los sufragios a su favor. Es algo histórico. Es la primera vez en 80 años que un presidente que se identifica con los valores y principios de la izquierda mexicana ocupará el cargo presidencial. Después del gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940) México dio un giro a la derecha que se profundizó en las pasadas tres décadas. En los últimos años, dos veces la izquierda estuvo a punto de ganar la presidencia: en 1988 con Cuauhtémoc Cárdenas y en 2006 con el propio López Obrador. Tan cerca se estuvo que la única manera de evitarlo fue con procesos electorales completamente irregulares y fraudulentos en ambas ocasiones.

Después de 70 años de gobiernos del PRI en un régimen de un presidencialismo absoluto y un partido de Estado, en el año 2000 México vivió una alternancia democrática con la victoria de la derecha y del PAN. Las expectativas de que hubiera una transformación profunda quedaron truncadas por Vicente Fox; pero tras dos sexenios de administraciones del Partido Acción Nacional, en 2012, Enrique Peña Nieto regresó el triunfo al mítico PRI.

Seis años después, Peña Nieto dijo que deja un país “próspero y estable”. El problema es que no es cierto. Se habrá duplicado la capacidad portuaria, crecido un poco la economía o entregado más pensiones, pero finalmente la realidad es que tenemos una corrupción en ascenso, la inseguridad ha aumentado, la desigualdad ha crecido, la pobreza está estancada, las reformas corren el peligro de ser puestas en reversa y los escándalos presidenciales han afectado seriamente la imagen del jefe de Estado y dañado la confianza ciudadana. Peña Nieto no logró un “Estado eficaz” y, por lo tanto, una “democracia de resultados”. Y precisamente por ello, fue la gota que derramó el vaso para abrirle la puerta a un movimiento de izquierda.

El movimiento de López Obrador representa la esperanza y la ilusión de que se pueda reducir la insultante desigualdad que vive el país. La pobreza no ha disminuido en los últimos años y el salario mínimo es uno de los más bajos del continente. La gente ha votado para darle poder “al pobre”. Se deben de atender las necesidades de todos los sectores: campesinos, obreros, intelectuales, empleados, profesionistas y empresarios. Pero la opción preferencial debe ser por el pobre, que en México son más de 50 millones de personas, casi la mitad de la población. Es evidente que esto no podía seguir así.

Un tema recurrente en el discurso del presidente electo de México es la llamada "Cuarta Transformación". El término se refiere a la visión que tiene López Obrador sobre su futuro gobierno. El mandatario electo quiere situar a su sexenio, que comenzará el próximo 1 de diciembre, al nivel de otros tres momentos clave de la historia de México: La Independencia, la Reforma y la Revolución. Al igual que estos eventos históricos, López quiere que su presidencia conlleve un cambio profundo para el país. Independientemente de si el gobierno entrante pasa a la historia como pretende López, varios analistas coinciden en que los objetivos que se plantea el próximo presidente de México son bastante ambiciosos.

Un concepto clave que me parece pertinente desarrollar es el concepto de “Estado”.

¿Qué es el Estado? Es la sociedad política y jurídicamente organizada capaz de imponer la autoridad de la ley en el interior y afirmar su personalidad y responsabilidad frente a las similares del exterior. En un Estado puede haber varias naciones, pero no se concibe una nación que contenga varios Estados. Para Jean J. Rousseau el Estado es la “asociación política libremente fundada por los partícipes del contrato social”.

Antes, cuando el Estado todavía no había sido constituido como concepto, el ser humano intentaba marcar sus límites por la fuerza, así se realizaron las grandes conquistas a fin de ampliar los límites del territorio. Actualmente, existen medios más pacíficos y democráticos para establecer los límites, aunque, a decir verdad, todavía continúa utilizándose la fuerza para delimitarlos.

Es importante señalar que ninguna persona puede vivir sin Estado ya que deberá cumplir con las reglas del territorio que habita, aunque éste no sea necesariamente su nación. Esto no significa que todos los individuos que comparten un mismo estado se sientan culturalmente identificados con él, pero esa no es razón para violar las leyes del espacio que habitan.

Para que un Estado pueda ser considerado como tal debe contar con ciertos elementos, estos son: territorio delimitado, población, leyes, organismos de gobierno, soberanía interna (poder para aplicar las propias leyes dentro del territorio sin necesidad de que interfieran otros estados) y soberanía externa (convocar a sus pobladores cuando existiera un ataque exterior a fin de defender su territorio).

PROPUESTAS

Comencemos entonces a desarrollar las propuestas de este ensayo, fundamentándolas en las ideas clásicas del pensamiento político.

• AUMENTAR LA PARTICIPACIÓN DIRECTA:

La democracia en México enfrenta problemas como la escasa participación directa de los ciudadanos. Esta es una de las propuestas centrales de este ensayo, pues no está dirigida solamente para la nueva administración, sino que también involucra el compromiso de los ciudadanos dentro de un sistema democrático, ya que en la actualidad la política se práctica a puerta cerrada y las decisiones del país se toman bajo criterios que no nos quedan muy claros. El que la sociedad pueda participar en las decisiones que la involucran es una necesidad, la práctica del gobierno abierto es parte de la construcción del país al que aspiramos.

Por supuesto no me refiero a una participación directa en decisiones que requieren de un análisis crítico, objetivo y profundo realizado por expertos, como la reciente Consulta ciudadana sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Es una propuesta enfocada a las relaciones de poder entre la sociedad y gobierno a nivel estatal y municipal, pues es aquí donde el ciudadano se encuentra más cercano a su gobierno y a las decisiones que le impactan de una manera más directa; tal como menciona el autor en Modelos de democracia, “El demos es el poder soberano” (Held, 1992, 32). Esto quiere decir que el pueblo es la autoridad máxima, y como ciudadano se debe tomar parte en los asuntos del gobierno.

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