Terrorismo En Colombia

Terrorismo y su incidencia económica, social y política

Caso Colombia.

Por: Karen Gutiérrez Cuero

Maestría en Relaciones Internacionales.

Colombia, conocida por la producción del mejor café del mundo, por el carbón, sus excelentes esmeraldas, bellas flores, tierra de escritores, músicos y artistas de renombre internacional, cuna de soñadores y luchadores y conocida también por la búsqueda de la paz que hasta ahora parece una utopía.

Desde el nacimiento de Colombia como una república soberana, este país ha afrontado una guerra “entre hermanos”, donde después de los años 50 no solo eran los liberales y conservadores quienes luchaban por sus ideales, sino que se unía el partido comunista con su mayor representante denominado las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y paralelo a estas, se creaba el ELN (Ejercito de Liberación Nacional). Grupos guerrilleros fuertemente consolidados y que hoy por hoy son los responsables de las más graves amenazas a la vida, la seguridad, el bienestar de los ciudadanos y sin duda alguna, los responsables del tema más relevante en el contexto actual como lo son, los actos de terrorismo en distintas zonas del país.

Las FARC y el ELN son considerados como grupos terroristas para 33 estados en el mundo, pero para estancias políticas y países como Venezuela, Ecuador, Chile y Argentina, estos son grupos deliberantes que se alzan en lucha armada contra la constitución legal, lo cual carece de sentido cuando las acciones llevadas a cabo para exaltar su lucha, tienen como ingrediente fundamental el uso sistemático del terror, atentados con bombas, minas antipersona, actos que provocan desplazamientos forzados, asesinatos y secuestros tanto de civiles como representantes políticos y militares.

Colombia ha mantenido una tradición democrática, una vida civil y una actividad económica versificada, pero en términos de conflicto armado la guerrilla tiene una presencia significativa en el país, está presente en cerca de quinientos municipios teniendo gran incidencia tanto en el gobierno como en la población local, provocando el crecimiento de este conflicto interno con connotaciones terroristas.

Durante sus primeros años de existencia, estos grupos terroristas, se ubicaban exclusivamente en la parte rural del país, rechazando toda relación con el fenómeno del narcotráfico que comenzaba a emerger, fue muy pobre en términos económicos, débil en terreno militar y casi insignificante en terreno político; pero durante los años 80 esta se constituye como su actividad creciente cobrando impuestos a productores y narcotraficantes como una gran fuente de financiación.

Según un estudio realizado por la Unidad de Información y Análisis Financiero (UAIF) del Ministerio de Hacienda de Colombia la principal fuente de ingresos de las FARC ha sido el cobro de rescates por secuestro, la extorsión, el robo de ganado y el narcotráfico (impuesto al gramaje y venta de droga), perdiendo completamente su orientación política y convirtiéndose en el primer cartel de tráfico de drogas en el mundo amparados bajo una figura de guerrilla. Y por parte del ELN que también se beneficia del narcotráfico, este ha resurgido de las cenizas en las que estuvo durante parte de sus inicios “gracias a las contribuciones impuestas a las compañías petroleras, con el resultado

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