Trayecto Formativo Docente

Mi trayecto formativo.

Después de cursar seis semestres en la licenciatura en educación secundaria con la especialidad en formación cívica y ética, me he dado cuenta de mi evolución como docente en formación. He llegado al séptimo semestre de la licenciatura con habilidades desarrolladas y con habilidades por desarrollar.

En este momento creo que mi situación es prometedora comparando con el inicio de la carrera, para ese momento mi forma de ver la vida era diferente, no tenía muy claro cuál es el compromiso y las habilidades que requiere el docente de secundaria, en realidad, no tenía claro realmente lo que esperaba de la escuela normal y de mí mismo, inicié el curso tomándolo con ligereza y despreocupación, mi conducta era irresponsable, como no queriendo adaptarme al compromiso que involucra convertirme en docente, sin embargo, hoy la circunstancia es otra, el pertenecer a una institución de carácter formador me ha cambiado mi forma de pensar y de actuar, me ha puesto el reto de transformarme en un profesional y he aceptado el reto con mucho optimismo.

El devenir de todo este trayecto me hace darme cuenta de los cambios que se han suscitado en mi persona, me hacen sentir orgulloso algunos, otros me hacen sentir vulnerable, ya que tengo que trabajar mucho en ellos para poder mejorarme. Me siento contento también por mis compañeros con los que poco a poco hemos dados pasos en la mejora de nuestra formación y de nuestro porvenir, no solo desde el punto de vista académico, sino desde el desarrollo de nuestra persona, con esto quiero decir que en el trayecto formativo no sólo cuentan los conocimientos académicos, sino también los conocimientos que se dan de manera empírica a través de la convivencia.

Existen características muy bien definidas que debe de poseer el docente en el perfil de egreso de la escuela normal, así como los establecidos por la Secretaria de Educación Básica, los cuales tienen que ver con el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes específicos para el desarrollo profesional docente, de los cuales, puedo detectar en mi evolución ciertas mejorías y ciertas áreas de oportunidad.

En las habilidades intelectuales específicas puedo decir que he aumentado mi capacidad de comprensión de los textos que leo, ya que en mi trayecto formativo he aprendido diversas técnicas de estudio que me sirven para extraer las premisas fundamentales de un texto y valorarlo críticamente, contrastando la información obtenida con diversas fuentes y con la realidad. Por otro lado, el aumentar mi comprensión lectora me ha ayudado a poder expresarme con mayor claridad, ya que esta es un área de oportunidad que identifico en mí, he de admitir que me cuesta trabajo aun el expresar mis ideas de manera escrita y oral, especialmente en mi práctica docente, al momento de brindar una indicación o una explicación que requiere un discurso. El resolver problemas es una habilidad que he practicado bastante a lo largo de los cursos de la licenciatura, cuando me enfrento a un desafío intelectual opto por analizar el problema y encontrar varias soluciones, esto me ha servido para mi práctica, para planificar actividades que conlleven retos intelectuales para el alumno. Mi reflexión crítica se ha vuelto más aguda, ahora suelo cuestionar la información que obtengo de cualquier medio, planteándome preguntas de manera ordenada que me llevan a la reflexión, sé que la información más confiable es aquella que tiene un sustento teórico, porque es esta la que tiene un carácter científico. Ahora suelo apoyarme en diversas fuentes para obtener información, desde textos, hasta videos para poder ampliar mi percepción de la información, misma actividad que soy consciente que hay que llevar a la práctica educativa para favorecer el aprendizaje.

En cuanto al dominio de los propósitos y contenidos de la educación básica, puedo decir que he creado conciencia de que es con los contenidos de la asignatura con lo que se construyen los aprendizajes esperados de la educación secundaria a través de un enfoque que apunta a desarrollar en el alumno la autonomía moral, a tomar decisiones, elegir entre opciones de valor, encarar conflictos y participar en asuntos colectivos. Como aspecto a mejorar puedo percibir que puedo aprender mucho más sobre los contenidos y su manera de abordarlos en el aula, sobre todo aquellos contenidos que requieren de datos muy específicos, sin embargo, tengo la nociones fundamentales de cada uno de los temas y se cómo estos tienen un seguimiento y articulación entre sí. Sé que los que mejor enseñan es porque conocen a profundidad los principios y causas de los fenómenos, así que esto se convierte en un reto para mi formación. Reconozco que la educación básica es un transcurso continuo en el que se busca la formación de ciudadanos competentes para la vida en sociedad, para esto se tiene que tener claro cómo es que ocurre el aprendizaje en las diversas etapas del ser humano, tomando en cuenta la particularidad de cada uno de los individuos y el grado de complejidad de los contenidos.

Sobre las competencias didácticas puedo decir que me encuentro en una etapa inmadura, ya que considero que estas competencias se desarrollan continuamente durante toda la vida profesional, no creo que exista docente que haya llegado pronto a la cúspide de la creación, organización y aplicación de técnicas, estrategias y actividades de enseñanza en un tiempo corto, sin embargo, comienzo a tener nociones de como las actividades de enseñanza deben ser diseñadas centradas en el alumno, sus necesidades, intereses y adaptadas a su contexto cultural, porque cada alumno es distinto, aprende distinto y tiene motivaciones distintas, por lo que es responsabilidad del docente facilitar diversos materiales que estimulen el mayor número de canales de aprendizaje. Porque es tarea de la educación desarrollar las potencialidades del educando, aun cuando el alumno tenga necesidades educativas especiales, se tiene que atender sus necesidades por medio de la didáctica. Por otra parte puedo interpretar que una parte esencial del aprendizaje es la evaluación, un aspecto en el que tengo mucho por conocer, no es que no reconozca la evaluación como una mirada en retrospectiva para medir los niveles de aprendizaje y la efectividad de las actividades de enseñanza, sino que aún me falta por conocer y aplicar diversos tipos de evaluación para que esta sea formativa. En el proceso de evaluación se encuentran todos aspectos que intervinieron en el aula, materiales, actividades, actitudes de los alumnos, y sobre todo las intervenciones pedagógicas

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