Capital De Préstamo Y Renta De La Tierra
Jpdiaz2710 de Octubre de 2012
9.012 Palabras (37 Páginas)559 Visitas
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Facultad de economía “Vasco de Quiroga”
Capital de préstamo y renta de la tierra
Guión Temático
ECONOMÍA POLÍTICA MARXISTA III
PRESENTA:
Juan Pablo Díaz Jaimes
Roberto Amaury Ramos Guerrero
Profesor:
Dr. Jorge Martínez Aparicio
Sección 03 – Semestre 3°
Capital de préstamo y renta de la tierra
I El capital de préstamo
1.- El capital dinero como una mercancía especial
El dinero considerado aquí como expresión autónoma de una suma de valor, ya exista de hecho en dinero o en mercancías, puede convertirse a base de la producción capitalista en capital y deja de ser, gracias a esta transformación, un valor dado, para pasar a ser un valor que se valoriza, se incrementa a sí mismo. Produce ganancia, es decir, permite al capitalista extraer a los obreros una determinada cantidad de trabajo no retribuido, de producto sobrante y de plus-valía, y apropiárselo. Con lo cual adquiere, además del valor de uso que posee como dinero, un valor de uso adicional: el que le permite funcionar como capital. Su valor de uso consiste aquí pre¬cisamente en la ganancia que produce, al convertirse en capital. Esta cualidad de capital potencial, de medio para la producción de ganancia, lo convierte en mercancía, pero en una mercancía con características especiales y únicas, sui generis. Lo que podríamos también expresar diciendo que el capital como tal capi¬tal se convierte en mercancía.
Como capital–dinero funciona también, en realidad, simple¬mente como dinero, es decir, como medio de compra de mercancías (de los elementos de producción). El hecho de que este dinero sea al mismo tiempo capital–dinero, una forma de capital, no se des¬prende del acto mismo de la compra, de la función real que aquí desempeña como tal dinero, sino de la conexión de este acto con el movimiento de conjunto del capital, puesto que este acto que reali¬za como dinero inicia el proceso capitalista de producción. En la medida en que funcionan realmente, en que desem¬peñan efectivamente el papel que en este proceso les corresponde, el capital–mercancías actúa aquí simplemente como mercancía y el capital–dinero simplemente como dinero. En ningún momento con¬creto de la metamorfosis, considerado de por sí, vende el capitalista al comprador la mercancía como capital, aunque lo sea para éste, o enajena el dinero como capital al vendedor. Tanto en uno como en otro caso, enajena la mercancía simplemente como mercancía y el dinero simplemente como dinero, como medio de compra de mercancías.
Sería lógico remontarse a las funciones del dinero ya que también presenta formas concretas en que se manifiesta su esencia, como equivalente general. En la economía mercantil desarrollada, el dinero cumple las cinco funciones siguientes: 1) medida del valor, 2) medio de circulación, 3) medio de acumulación o de atesoramiento, 4) medio de pago y 5) dinero mundial, explicadas con anterioridad en otros apartados del capital.
2.- El interés como precio del capital dinero en forma racional de intercambio
CAPITAL DE PRÉSTAMO: capital monetario que su poseedor concede a otros capitalistas por un determinado tiempo y por una determinada remuneración en calidad de interés .Su particularidad diferencial estriba en que quienes utilizan el capital pare producir plusvalía no son sus propios poseedores, sino otras personas; los capitalistas en funciones. En el proceso del ciclo del capital industrial se forman sistemáticamente recursos monetarios que quedan libres por cierto tiempo. En su afán de obtener ganancias, los capitalistas que disponen de tales recursos los ceden en préstamo a los capitalistas industriales que los necesitan para ampliar la producción y aumentar la plusvalía. El capitalista industrial devuelve al capitalista que concede el préstamo y en forma de interés parte de la nueva plusvalía obtenida, es lo que abona por el derecho de utilizar el capital del prestamista. La fórmula del capital de préstamo es D — D¹ (préstamo en dinero — préstamo con interés). Este movimiento de dinero hace que, aparentemente, la fuente del ingreso que percibe el prestamista radique en el dinero mismo, aunque el verdadero origen del incremento dinerario es la plusvalía creada en el proceso de producción por los obreros asalariados, plusvalía de que se apropian gratuitamente los capitalistas industriales y los prestamistas. Aunque estos últimos no participan por sí mismos en la producción, explotan, junto con los industriales, a la clase obrera. El capital de préstamo no sólo expresa relaciones económicas entre los prestamistas y los capitalistas industriales, sino, además, entre la clase capitalista y la clase obrera explotada. En la sociedad burguesa, sirven de intermediarios entre prestamistas y capitalistas industriales los bancos, que acumulan los capitales monetarios libres y conceden créditos a las empresas capitalistas y al Estado burgués. El crédito contribuye a que la producción se amplíe y concentre, a que se acelere el proceso de su socialización y, al mismo tiempo, acentúa el carácter parasitario del régimen capitalista, a la vez que agudiza las contradicciones que le son inherentes.
Las 100 libras esterlinas producen la ganancia de 20 libras por el hecho de funcionar como capital, sea industrial o mercantil. Pero la condición sine qua non de esta función suya como capital es que se inviertan como capital, que este dinero se invierta, por tanto, en comprar medios de producción (sí se trata de un capital indus¬trial) o mercancías (sí se trata de un capital mercantil). Sin em¬bargo, para poder invertirse, lo primero es que exista.
El punto de partida es el dinero que A adelanta a B. Esta operación puede realizarse con garantía prendaria o sin ella; la primera forma es, sin embargo, la más antigua, si exceptuamos los préstamos hechos sobre mercancías o con garantía de títulos como son las letras de cambio, las acciones, etc. Estas formas especiales no inte¬resan aquí. Lo que aquí nos interesa es el capital a interés en su forma corriente y normal.
En manos de B el dinero se convierte realmente en capital, describe el movimiento D – M – D' para retornar luego a manos de A como D', como D + D, donde D representan los inte¬reses. Para simplificar el problema, precisamente aquí, damos de lado por el momento, el caso en que el capital siga más tiempo en manos de B y los intereses se paguen periódicamente.
El movimiento es, pues, éste:
D – D – M – D' – D'.
No aparece jamás en su proceso de circulación como capital, sino solamente como mercancía o como dinero, y ésta es su única existencia para otros. La mercancía y el dinero, aquí son capital, no en cuanto la mercancía se convierte en dinero y el dinero en mercancía, no en sus relaciones reales con el comprador o con el vendedor, sino solamente en sus relaciones ideales o con el capi¬talista mismo (subjetivamente considerados) o como fases del pro¬ceso de reproducción (consideradas objetivamente).
Supongamos que la cuota media anual de ganancia sea el 20%. Según esto, una máquina con un valor de 100 libras esterlinas pro¬duciría, empleada como capital, en las condiciones medias y a base de la relación media entre la inteligencia y la actividad encaminada a un fin, una ganancia de 20 libras esterlinas. Por tanto, un hombre que disponga de 100 libras esterlinas tendrá en sus manos el poder para convertir estas 100 libras esterlinas en 120 o, lo que es lo mismo, para producir una ganancia de 20 libras. Tiene en sus manos un capital virtual de 100 libras esterlinas. Si este hombre cede las 100 libras por un año a otro que las emplee realmente como capital, le entrega el poder de producir 20 libras esterlinas, es decir, una plusvalía que no le cuesta nada, por lo cual no paga equivalente alguno. Si al final del año este hombre abona al propietario de las 100 libras 5 libras, supongamos, o sea, una parte de la ganancia obtenida, le pagará de ese modo el valor de uso de las 100 libras esterlinas, el valor de uso de su función de capital, de la función consistente en producir 20 libras esterlinas de ganancia. La parte de la ganancia que le abona se llama interés, que no es, por tanto, más que un nombre especial, una rúbrica especial con que se deno¬mina una parte de la ganancia que el capital activo, en vez de em¬bolsarse, tiene que ceder al propietario del capital.
3.- Leyes que regulan al interés y a la tasa de interés
El interés no es más que una parte de la ganancia, la parte que, según el supuesto de que venimos partiendo, tiene que pagar el capitalista industrial al capitalista dueño del dinero, nos encontramos con que el límite máximo del interés es la ganancia misma, como ocurrirá cuando la parte correspondiente al capitalista productivo sea = 0, podríamos tal vez considerar como límite máximo del interés la ganancia íntegra menos la parte de ella a que más adelante nos referiremos, consistente en el salario de administración
considerando más o menos constante la proporción entre el interés y la ganancia total, el capitalista productivo se hallará en condiciones, y lo hará con gusto, de pagar intereses más altos o más bajos en proporción directa a la cuantía de la cuota de ganancia. Y como hemos visto que la cuantía de la cuota de ganancia se halla en razón inversa al desarrollo de la producción capitalista, se sigue de aquí que el tipo más alto
...