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Capitulo II. El camino hacia la ciencia normal


Enviado por   •  15 de Marzo de 2018  •  Apuntes  •  2.203 Palabras (9 Páginas)  •  824 Visitas

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Kuhn, Thomas, La estructura de las revoluciones científicas, FCE, 6° reimp, 1985, Caps. II y III

Capitulo II. El camino hacia la ciencia normal

La “ciencia normal” es la investigación basada en una o más realizaciones científicas que alguna comunidad científica reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior. Hoy en día, las realizaciones son relatadas por libros de texto científico. Los libros exponen el cuerpo de la teoría aceptada, ilustran explicaciones apropiadas y comparan experimentos y observaciones de condición ejemplar. Lo hacían por que compartían dos características esenciales. Su logro carecía de precedentes para poder atraer a un grupo nuevo de partidarios, alejándolos de los aspectos de competencia de la actividad científica. A la vez, eran bastante incompletas para dejar problemas para ser resueltos a un grupo específico de científicos.
        Las realizaciones que compartan estas dos características serán los “paradigmas”. El estudio de paradigmas es lo que prepara al estudiante para poder ser miembro de la comunidad científica. Los sujetos cuya investigación se base en paradigmas compartidos están sujetos a las mismas reglas y normas para la práctica científica. Este compromiso y consentimiento aparente son requisitos para la génesis y continuación de la investigación científica.
        Puede haber cierto tipo de investigación sin paradigmas o sin los del tipo inequívoco y estrechos. La adquisición de un paradigma y del tipo esotérico de investigación que dicho paradigma permite, es un signo de madurez en el desarrollo de cualquier campo científico.
        El conocimiento científico puede variantes menores de un patrón en el paso del tiempo. Estas transformaciones de los paradigmas y la transición de un paradigma a otro por medio de una revolución, es el patrón usual de desarrollo de una ciencia madura, pero no del patrón anterior. Esto hacía que empezaran a surgir nuevas escuelas y subescuelas.
        Cualquier definición del científico que excluya al menos a los miembros más creadores de esas escuelas, es excluir a los sucesores modernos. Cada escritor se sentía obligado a construir su propio campo desde los cimientos. Al hacerlo así, era libre para elegir observaciones y experimentos, debido a que no había ningún método al que se sintiera obligado a usar y explicar. Para el desarrollo de una ciencia, antes de que cuente con su primer paradigma aceptado, todos sus conceptos tienen algo en común, todos eran componentes de teorías científicas reales. Surge una teoría que puede explicar, los efectos que proporciona un paradigma común.
        A falta de un paradigma, todos los hechos que pudieran ser pertinentes para el desarrollo de una ciencia tienen probabilidad de parecer importantes. Como resultado de ello, la primera reunión de hechos es una actividad mucho más fortuita. Además, a falta de una razón para buscar alguna forma particular de información más recóndita, la primera reunión de hechos y datos queda limitada habitualmente al caudal de datos que se dispone. El instrumental resultante de hechos contiene los accesibles a la observación y la experimentación casual.
        Pero, aunque este tipo de reunión de datos ha sido esencial para el origen de muchas ciencias, cualquiera que examine descubrirá que el producto es un merasmo. En cierto modo, uno duda en llamar científica a la literatura resultante. Yuxtaponen hechos que más tarde resultan reveladores que durante cierto tiempo continuarán siendo complejos comprenderlos para integrarlos en una teoría definida. Además, puesto que cualquier descripción debe ser parcial, se omiten ciertos detalles que posteriormente se considerarán como fuentes importantes de informes. Además, quien reúne los datos raramente posee el tiempo para ser crítico. Los hechos reunidos con poca guía de una teoría hablan tan claro como para permitir un nuevo paradigma.
        Esta situación crea las primeras etapas de desarrollo de una ciencia. No puede interpretarse ninguna historia natural sin cierto caudal de creencias metodológicas y teóricas entrelazadas que permita selección, evaluación y crítica. Si este caudal no se encuentra implícito en la colección de hechos, deberá ser proporcionado del exterior, en las primeras etapas del desarrollo de cualquier ciencia. Esas divergencias pueden llegar a desaparecer. Su desaparición es causada por el triunfo de una escuela al paradigma. Para ser aceptada como paradigma, una teoría debe parecer mejor que las otras, pero no explica hechos, los hechos los confronta.
        Al sugerir que experimentos se deben llevar a cabo, el paradigma hace su trabajo de manera más eficaz, debido a que la conclusión del debate puso punto final a la reiteración constante de fundamentos y, debido a la confianza que tenían los científicos en su camino.
        El surgimiento de un paradigma afecta la estructura del grupo que practica ese campo. En el desarrollo de una ciencia natural, cuando se produce una síntesis capaza de atraer a la siguiente generación de investigadores, las escuelas más antiguas desaparecen gradualmente. Su desaparición se debe a la conversión de sus miembros al nuevo paradigma. El nuevo paradigma implica una definición nueva y más rígida del campo. A veces sólo la recepción de un paradigma es la que transforma a un grupo de estudio a una profesión o disciplina.
        La definición más rígida del grupo científico tiene otras consecuencias. Cuando se puede dar por sentado un paradigma, ya no necesita reconstruir las bases y el concepto presentado. Con un libro de texto, el investigador puede iniciar su investigación donde el libro la abandona y así concentrarse en los aspectos más sutiles y esotéricos de los fenómenos naturales que interesan. Y al hacerlo sus comunicados de investigación cambian de forma cuya evolución ha sido poca estudiada, pero cuyos resultados finales son evidentes para todos y abrumadores para muchos. Sus investigaciones no tienen que ser incluidas en libros a cualquiera que le interese el tema principal del  campo de estudio. En su lugar se presenta como artículos dirigidos a sus colegas, a quienes tienen conocimiento del paradigma y que son los capaces de leerlos.
        La ciencia tiene prehistoria e historia. Esta transición de madurez raramente se equivoca. Pero tampoco han sido históricamente graduales, esto quiere decir son coextensivas con el desarrollo total de los campos en cuyo interior tuvieron lugar. Se obtiene un paradigma capaz de guiar las investigaciones de un grupo. La ciencia es el criterio que proclama la claridad.


Capitulo III. Naturaleza de la ciencia normal

En su uso establecido, un paradigma es un modelo o patrón aceptado y este aspecto de su significado le ha permitido apoderarse de la palabra “paradigma”.  El sentido de “modelo” y “patrón”, no es del todo usual para definir “paradigma”. El paradigma funciona, permitiendo la renovación de ejemplos que sirven para reemplazar. En la ciencia, un paradigma es rara la vez que se usa como objeto de renovación. Es un objeto para mayor articulación y especificación. Esto sucede, ya que el paradigma puede ser muy limitado en alcance y precisión en el momento de su primera aparición. Los paradigmas obtienen ese status debido a que tienen más éxito que su competencia al resolver problemas complejos. Sin embargo, el tener éxito no garantiza un éxito completo en la resolución de un problema determinado. El éxito de un paradigma es la promesa de éxito discernible en ejemplos seleccionados e incompletos. La ciencia normal consiste en la realización de esa promesa aumentando la extensión del acoplamiento entre esos hechos y predicciones del paradigma por medio de la articulación ulterior del paradigma mismo.
        La ciencia normal, es la empresa que parece ser un intento de obligar a la naturaleza a que encaje dentro de los límites de lo preestablecido que proporciona el paradigma. Ninguna parte del objetivo de la ciencia normal está dirigida a provocar nuevos fenómenos. Tampoco se tiende a descubrir nuevas teorías ya que no son toleradas. Las zonas investigadas por la ciencia normal son diminutas, se restringe la visión. Pero esa restricción resulta esencial para el desarrollo de una ciencia. El paradigma obliga a investigar alguna parte de la naturaleza tan detallada y profunda que no se daría en otras condiciones. La ciencia normal posee un mecanismo interno que, siempre que el paradigma deje de funcionar,  asegura las restricciones de la investigación. Durante el periodo en que un paradigma tiene éxito, se resolverán problemas no imaginados. En su lugar, la investigación científica va dirigida a la articulación de fenómenos del paradigma.
        Hay sólo tres focos para la investigación fáctica. El primero es la clase de hechos que el paradigma ha mostrado reveladores de la naturaleza de las cosas. Al emplearlos para resolver problemas, el paradigma hace que valga la pena determinarlos con mayor precisión y diversidad de situaciones. Los esfuerzos por aumentar la exactitud y el alcance con que se conocen hechos, ocupan una fracción importante de la literatura de la ciencia de observar y experimentar.
        La segunda clase de determinaciones fácticas se dirige hacia los hechos que pueden compararse directamente con predicciones de la teoría del paradigma. El descubrimiento de nuevos campos en los que el acuerdo pueda demostrarse, representan un desafío constante para la habilidad y la imaginación de los experimentadores y observadores. Este intento de demostrar el acuerdo, es un segundo tipo de trabajo experimental normal y depende de un paradigma más evidente que el anterior. La existencia del paradigma establece el problema a resolver; con frecuencia, la teoría del paradigma se encuentra implicada directamente en el diseño del aparato capaz de resolver el problema.
        Una tercera clase de experimentos y observaciones agota las tareas de reunión de hechos de la ciencia normal. Consiste en el trabajo empírico emprendido para articular las teorías del paradigma, resolviendo ambigüedades residuales y su descripción exige una subdivisión.
        Los esfuerzos para articular un paradigma no se limitan a la determinación de constantes universales. Es necesario el paradigma como requisito para descubrir nuevas leyes. La relación entre el paradigma cualitativo y la ley cuantitativa es tan general y cercana que tales leyes han sido con frecuencia adivinadas correctamente, con ayuda de un paradigma antes de que pudiera diseñarse un aparato para su determinación experimental.
        Finalmente, existe un tercer tipo de experimento encaminado hacia la articulación de un paradigma. Estos experimentos pueden asemejarse a la exploración y prevalecen en los periodos y en las ciencias que ocupan más aspectos cualitativos que cuantitativos relativo a la naturaleza. Un paradigma puede resultar ambiguo al aplicarse a otro muy relacionado. Es cuando son necesarios los experimentos para escoger métodos alternativos para aplicar en un nuevo campo.
Se emprendieron experimentos para elaborar esas diversas posibilidades y para hacer distinciones entre ellas; esos experimentos procedían de la teoría como paradigma y todos aprovechan de ella en el diseño de experimentos e interpretación de resultados.
        Los problemas teóricos de la ciencia normal, caen regularmente dentro de las mismas clases que los experimentos o la observación. Una parte del trabajo teórico normal, consiste en el uso de la teoría para predecir información fáctica de valor intrínseco. Las manipulaciones de teoría emprendidas pueden confrontarse directamente con experimentos. Su fin es mostrar una nueva aplicación del paradigma o aumentar la precisión de una aplicación dada. La necesidad de este tipo de trabajo nace de las dificultades que encuentran para desarrollar puntos de contacto entre teoría y naturaleza.
         En todas las ciencias han tenido lugar reformulaciones de similares de un paradigma; pero la mayoría de ellas han producido cambios substanciales del paradigma. Tales cambios son el resultado del trabajo empírico encaminado a la articulación de un paradigma. La clasificación de ese tipo de trabajo como empírico fue arbitraria. Los problemas de la articulación de paradigmas a la vez son teóricos y empírico. Los hombres que idean experimentos debían establecer entre las diferentes teorías, eran los que formulaban las comparaciones. Trabajaban hechos y teorías y su trabajo produjo un paradigma más preciso, obtenido mediante la eliminación de ambigüedades, que retenían el original del que trabajaban.
        Estas tres clases de problemas –determinación del hecho significativo, acoplamiento hechos-teoría y la articulación de la teoría-  agotan la literatura de la ciencia tanto empírica como teórica. Los problemas extraordinarios no pueden tenerse a petición, surgen en el proceso de investigación normal. Por lo tanto estos problemas caigan en una de las tres categorías que se han mencionado. El trabajo del paradigma no puede llevarse a cabo en ninguna otra forma y la deserción del paradigma es deja de practicar la ciencia que se define. Estas deserciones tienen un lugar. Son los puntos de apoyo en las revoluciones científicas, pero antes se necesita de una visión panorámica de las empresas científicas que preparan el camino.

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