EFECTO DEL TELETRABAJO EN ÁREA DE LAS CIENCIAS DE LA SALUD A NIVEL NACIONAL Y REGIONAL
Isaac PinoInforme18 de Enero de 2020
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Universidad de Oriente
Núcleo Bolívar
Escuela de Ciencias de la Salud
Departamento de Bioanálisis
Asignatura: Informática
Sección 01
EFECTO DEL TELETRABAJO EN ÁREA DE LAS CIENCIAS DE LA SALUD A NIVEL NACIONAL Y REGIONAL
Profesora: Integrantes:
Graciela Trisini CI: 27213675 Gordillo Luciana
CI: 26853543 Moreno Carla
CI: 27731480 Neumann José
CI: 2639777 Pino Isaac
CI: 22588538 Fernández Ana
Ciudad Bolívar, Septiembre del 2018
ÍNDICE TEMÁTICO
INTRODUCCION 1
EL TELETRABAJO Y SU INCIDENCIA EN EL ENTORNO DEL ESTUDIANTE Y/O PROFESIONAL EN EL ÁREA DE LAS CIENCIAS DE LA SALUD 2
¿Qué es el Teletrabajo? 2
Características del Teletrabajo 3
Ventajas e Inconvenientes del Teletrabajo 5
El teletrabajo y el Estudiante y/o Profesional de Salud 7
REQUERIMIENTOS BÁSICOS PARA EL EMPLEO DEL TELETRABAJO; Y SU APLICACIÓN EFECTIVA EN EL PAÍS Y LA REGIÓN. 13
Requisitos para Teletrabajar 13
Aplicación en la Región 17
Aplicación en el País 19
CONCLUSION 25
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 26
INTRODUCCION
Después del establecimiento de muchas normas, códigos y artículos que defienden y aseguran la salud y autonomía del ser humano, y previo a la evolución y desarrollo que años atrás y recientemente han experimentado diversas áreas científicas, como lo es en este caso la biología y las ciencias medicas, la idea de pensar o la posibilidad de realizar actos de disposición del cuerpo humano o contratos sobre el cuerpo y sus partes para lograr un objetivo circunstancial, parecía descabellado o una simple hipótesis sin futuro. El carácter sagrado de la persona no podría estar sin la integridad de su cuerpo. Ahora, la situación ha cambiado y el panorama ha sufrido un cambio radical al impactar sobre el cuerpo, sus partes y sus productos, debido a los avances tecno-científicos. Es necesario entonces que todos estos derechos bioéticos proclamados con anterioridad, adopten nuevos criterios tanto en el ámbito jurídico como en el ético con respecto a la disponibilidad y comercialización del cuerpo, sus partes por minúsculas que fuesen y sus productos. Para entrar en situación de la nueva realidad basta con referirnos a un tema tan relevante como es el trasplante de órganos y tejidos, otros ejemplos como la utilización de seres humanos en la investigación científica, el patentamiento de partes del cuerpo humano, incluyendo un gen o una secuencia parcial del mismo, embriones, células madres, líneas celulares, etc. Jamás, excepto durante el período de la esclavitud y la servidumbre, así como las atrocidades ocurridas muchas décadas atrás, se había transformado al cuerpo humano en mercancía de tan amplia escala. Estas situaciones, cuya frecuencia no es necesario extenderse crean para la bioética un conjunto de problemas y dilemas de muy compleja elaboración y solución.
TRASPLANTES Y DONACION DE ORGANOS
Un trasplante consiste en trasladar un órgano, tejido o un conjunto de células de una persona (donante) a otra (receptor), o bien de una parte del cuerpo a otra en un mismo paciente. Existen muchas razones por las cuales un paciente deba someterse a un trasplante; sin embargo, una de las razones más comunes es tratar de reemplazar algún órgano o tejido enfermo o lesionado y sustituirlo por uno sano. El donador del órgano o tejido a trasplantar no necesariamente debe ser una persona con vida. Si por ejemplo una persona donadora sufre muerte cerebral, sus órganos pueden ser conservados por medio de diversos métodos con la intención de que su funcionamiento no se vea afectado y sea de utilidad para otro paciente que los requiera. La lista de órganos y tejidos trasplantables incluye: pulmón, corazón, riñón, hígado, páncreas, intestino, estómago, piel, córnea, médula ósea, sangre, hueso, entre otros, siendo el riñón el órgano más comúnmente trasplantado a nivel mundial. Es realizado cuando existe la falla irreversible de un órgano, y ya se han evaluado todas las otras alternativas de tratamiento para recuperarlo.
La donación de órganos es un acto que en su mayoría es de carácter voluntario, altruista y gratuito, mediante el cual una persona o su familia (como representante) deciden “donar” los órganos, para que sean extraídos del cuerpo e implantados en otra persona.
Existen dos tipos de donantes:
Donante vivo: es aquella persona que dona un órgano o una parte de él, sin que esto le impida continuar su vida con un buen estado de salud. En países como Chile este tipo de donación está permitida en mayores de 18 años cuando el receptor del órgano es algún familiar directo (por consanguineidad o adopción) o pareja o una persona que sin serlo conviva con el donante. Los órganos o segmentos de ellos que pueden ser trasplantados desde un donante vivo son: riñón, pulmón, hígado, intestino y páncreas.
Donante después del fallecimiento: es aquel paciente que, una vez fallecido, dona sus órganos. En este caso casi siempre el donante deberá haber fallecido por daño cerebral severo que provoca una suspensión irreversible de todas las funciones cerebrales (muerte cerebral) o por la detención del funcionamiento del corazón y los pulmones (parada cardio-respiratoria). Sólo del 2% de los fallecidos de un país cumple criterios de muerte cerebral.
Todos los equipos de salud trabajan para salvar la vida de los pacientes y agotan hasta el último recurso antes de pensar en la donación de órganos. Los profesionales que trabajan en donación y trasplante no atienden a los pacientes de manera directa, hasta que el médico tratante no descarta todas las posibilidades de tratamiento. Sólo cuando se han hecho todos los esfuerzos y la muerte es el único camino posible, se notifica al equipo de donación y trasplante para que se haga cargo del proceso de donación.
Las leyes de los diferentes países permiten que donantes potenciales acepten o se nieguen a la donación, que dispondrían de menos de 24 a 48 horas para dar el visto bueno a esta decisión. La popularidad de las donaciones varía sustancialmente entre diferentes países y culturas.
En la actualidad los trasplantes se han consolidado como una terapia ampliamente aceptada que beneficia a mucha gente. Su sólida base ética descansa sobre el modelo bioético de los principios: autonomía, beneficencia, no-maleficiencia, y justicia.
Podemos destacar entonces tres aspectos sobresalientes de la donación y trasplante de órganos:
- Tecnología: Los trasplantes de órganos son uno de los exponentes más significativos del desarrollo científico de la medicina actual, dadas las técnicas de conservación de órganos por un lado, y los tratamientos inmunosupresores por otro, permiten una prolongada supervivencia del órgano trasplantado, y por tanto del enfermo. Por su gran desarrollo en el último siglo, ha pasado de ser una terapéutica prácticamente experimental y muy poco conocida a constituirse como un tratamiento de la práctica clínica habitual en nuestros días.
- Infraestructura: Su gran complejidad y la participación de múltiples profesionales, sanitarios y no sanitarios, en su proceso, consolida una forma de trabajo y organización cuya misión fundamental es la promoción, facilitación y coordinación de la donación y el trasplante de todo tipo de órganos y tejidos.
- Sociedad: Su realización no depende exclusivamente de la tecnología y la infraestructura, sino que precisa de la participación de toda la sociedad, ya que son los ciudadanos los que, con sus donaciones, hacen posible que se ponga en marcha el proceso. La actividad de los trasplantes introduce así la novedad de un tercer elemento en la relación médico-paciente, esto es, el donante como persona y sociedad.
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