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El Conocimiento Cientifico


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2013  •  5.053 Palabras (21 Páginas)  •  294 Visitas

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EL CONOCIMIENTO CIENTIFICO:RELACIONES ENTRE LA REALIDAD, EL PENSAMIENTO Y EL LENGUAJE

El conocimiento científico es un conocimiento objetivo que se estructura en sistemas verificables, obtenidos metódicamente y comunicados en un lenguaje construido con reglas precisas y explícitas donde se evita la ambigüedad y los sin sentidos de las expresiones.

Relaciones entre la realidad, el pensamiento y el lenguaje

El realismo, considera la existencia del mundo físico, y los fenómenos independientes de la mente humana. Según sus impulsores, el mundo sensible existe así no haya sido pensado. Este paradigma se ha presentado en diferentes tendencias; desde aquellas que asumen el conocimiento como unas representaciones exactas del mundo exterior (realismo ingenuo), hasta aquellas que piensan que esa realidad, hay que someterla a revisión y análisis, este es el realismo crítico.

¿En qué consiste la realidad?

En palabras de David Hume, la realidad “es una mera creencia, fraguada por la combinación o asociación de los pensamientos, de las ideas. Son únicamente sensaciones, es decir, vivencias, razones de hábitos y de costumbres”. Pero como dice Kant, también se constituye por juicios analíticos y sintéticos del sujeto cognoscente.

La realidad es lo que es o existe de un modo actual u objetivo, por oposición a lo que es una apariencia, una ilusión o una ficción, o a lo que es meramente posible o ideal, o subjetivo. Normalmente, y desde el sentido común, se entiende que lo real es aquello que pertenece al mundo en que vivimos y, por tanto, lo que existe en el espacio-tiempo. Pero la aplicación rigurosa de esta noción espontánea lleva a confundir lo real con lo “independiente” de la mente o con lo material o lo empírico, es decir, aquello que puede ser conocido por los sentidos, con lo que dejarían de tener realidad muchas de las cosas por las que los seres humanos se interesan y hasta luchan. De hecho, lo real debe definirse en consonancia con los presupuestos ontológicos y epistemológicos desde los que se define “ser”, “ente” u “ontológico” o realidad en general, esto es, ha de entenderse desde una teoría determinada, pero sobre todo ha de poder diferenciarse de lo que se considera simple apariencia.

Aunque el sentido común percibe que lo real es lo empíricamente observable, no sólo lo empíricamente observable es real. Por esto es necesario contar con otros criterios para determinar qué cosa podemos llamar real. Llamamos “real” no sólo a lo que está obviamente presente a los sentidos, sino a todo aquello cuya existencia externa podemos determinar como objetivamente independiente de nuestro pensamiento y de nuestra observación a través de una verificación intersubjetiva. De este modo, no sólo son reales los objetos externos, sino también algunas de sus propiedades (realismo científico) y sus principios materiales internos; no sólo existe realmente, por ejemplo, la mesa, sino también los elementos químicos que la componen y las partículas atómicas y subatómicas a que se reducen sus elementos químicos. Resulta problemático y controvertido afirmar la existencia de universales y entidades teóricas o sostener que a las leyes de la naturaleza corresponden regularidades realmente existentes independientes de toda convención o construcción humanas. En esto tienen la palabra no sólo los diversos sistemas metafísicos y epistemológicos, sino también los diversos grados de realismo científico, de modo que no puede simplemente afirmarse que lo real se identifique sin más con lo físico, material o empírico.

Pensamiento

A menudo se entiende por pensamiento lo mismo que por pensar. En otras ocasiones se distingue entre ambos, pero se reconoce que los significados de los dos términos se hallan estrechamente relacionados entre sí. Aquí vamos a mantener la distinción con el objeto de diferenciar entre la actividad de pensar y los objetos obtenidos mediante dicha actividad.

Así, denominaremos pensar al proceso mental mediante el que los seres humanos, en contacto con la realidad material y social, elaboran conceptos, los relacionan entre sí y adquieren nuevos conocimientos. Y, denominaremos pensamiento al contenido de ese proceso mental. Dicho contenido puede ser una imagen, un concepto, una proposición... pero en todo caso debe ser distinguible del acto de pensarlo. No es menester que sea una realidad independiente de todo pensar, pero es indispensable que sea algo comunicable o expresable, por lo pronto expresable al mismo sujeto que piensa, pero también a otros sujetos. Un pensamiento es, pues, equiparable a una construcción mental. Los pensamientos son designata de ciertos términos.

El Pensamiento como actividad: pensar

La tradición filosófica ha considerado que la actividad mediante la cual se elaboran los contenidos del pensamiento es la abstracción.

La abstracción es una operación de la mente que tiene por objeto separar, de los objetos percibidos por los sentidos, una característica, esencial o accidental, que no existe independientemente del todo de donde se ha separado, pero que representa o bien la naturaleza de un objeto o una propiedad suya, o bien lo que de común hay entre varios objetos, y por cuyo medio decimos que entendemos qué son aquellas cosas. El resultado de la abstracción (lo abstraído o lo abstracto) es el concepto o la idea en sentido tradicional; aquello de donde se abstrae es el objeto o los objetos percibidos por los sentidos.

La cuestión de cómo los procesos cognoscitivos superiores logran sus representaciones cuenta con una larga tradición filosófica, que ha entendido la abstracción de dos maneras principales: como un poder del entendimiento y como una operación mental.

a) Como un poder del entendimiento, con el que se capta la naturaleza de una cosa. Esta manera de entender la abstracción la hallamos en Aristóteles (quien la opone a la intuición de las esencias o captación directa de las ideas por la mente -posición de Platón); puesto que toda idea o todo concepto universal de la ciencia debe provenir de la experiencia, los conceptos universales se obtienen a partir de la inducción, esto es, observando lo que hay de común o semejante en varios individuos, o bien son resultado de la actividad iluminadora del entendimiento agente, que capta la esencia del objeto en lo que llama imagen sensible (realismo).

b) Como una operación mental con la que se dejan de lado las características individuales de varias cosas para tomar en consideración sólo lo que es común a todas ellas. Este modo de entender la abstracción es propio de la tradición empirista. Las

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