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El Niño Y La Ciencia


Enviado por   •  14 de Octubre de 2013  •  2.699 Palabras (11 Páginas)  •  348 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En este ensayo se desarrollara lo que vimos en clases e información del campo formativo exploración y conocimiento del mundo, se hará mención de las competencias con las cuales cuenta el aspecto de mundo natural, en el cual los niños logran una actitud reflexiva sobre la importancia de los recursos naturales y los orienta a su cuidado y preservación, pero sobre todo de la importancia en cuanto al uso de la ciencia en preescolar; asimismo se mencionaran cada uno de los aprendizajes esperados de cada competencia.

Las experiencias educativas en las que participan las niñas y los niños para explorar y conocer el mundo natural, implican la puesta en juego de capacidades y actitudes que caracterizan el pensamiento reflexivo.

Estas experiencias tienen como peculiaridad el contacto directo con el ambiente natural; es solo mediante este acercamiento y las preguntas que se hacen con respecto a por qué y como dice en las cosas a su alrededor, que desarrollan su capacidad de razonamiento.

Los niños desde que nacen, observan y exploran lo que tienen a su alrededor, es así como se forman ideas propias acerca del mundo inmediato. Estas ideas les ayudan a explicarse aspectos particulares de la realidad y a encontrarle sentido, así como a hacer distinciones fundamentales.

DESARROLLO

El campo formativo de exploración y conocimiento del mundo se evoca a favorecer los niños el desarrollo de las capacidades y actitudes que caracterizan al pensamiento reflexivo, mediante experiencias que les permitan aprender sobre el mundo natural y social.

Los niños desde muy pequeños interactúan con elementos del entorno natural, circulan por calles donde la vegetación cambia a lo largo del año, consumen alimentos, juegan con elementos que se mezclan o no con el agua, están en contacto con objetos que se comportan de distintas maneras frente a sus acciones: flotan, se atraen, cambian, se desplazan, etc. La presencia de los fenómenos y elementos naturales en nuestra vida cotidiana debería constituirse en el punto de partida para trabajar diferentes contenidos en el Jardín. A partir de interrogantes sobre ellos, podremos proponer actividades que permitan reflexionar sobre lo que acontece en la experiencia cotidiana, aspectos que en reiteradas ocasiones dejamos pasar por carecer demasiado obvios o evidentes.

La definición del campo formativo se basa en el reconocimiento de que niñas y niños, por el contacto directo con su ambiente natural y familiar y las experiencias vividas en él, han desarrollado capacidades de razonamiento para entender y explicarse, a su manera, las cosas que pasan a su alrededor. La curiosidad espontánea y sin límites y la capacidad de asombro que los caracteriza, los lleva a preguntar constantemente cómo y por qué ocurren los fenómenos naturales y otros acontecimientos que llaman su atención, y a observar y explorar .

Desde edades tempranas, los niños se forman ideas propias acerca de su mundo inmediato, tanto en lo que se refiere a la naturaleza como a la vida social. Estas ideas les ayudan a explicarse aspectos particulares de la realidad y a darle sentido, así como a hacer distinciones fundamentales. Asimismo empiezan a reconocer los papeles que desempeñan los integrantes de su familia; los rasgos que caracterizan sus formas de vida a partir de las actividades que se hacen con regularidad y a entender para qué sirven los medios de comunicación, entre otras muchas cosas.

Entre las capacidades que las niñas y los niños pequeños desarrollan de manera progresiva, la elaboración de categorías y conceptos es una poderosa herramienta mental para la comprensión del mundo, porque mediante ella llegan a descubrir regularidades y similitudes entre elementos que pertenecen a un mismo grupo, no sólo a partir de la percepción sino de la elaboración de inferencias utilizando la información que ya poseen

Las ideas que construyen dan forma a sus representaciones mentales como producto de darse cuenta de las características que las hacen semejantes o diferentes y abren camino cognitivo para que construyan categorías y conceptos, lo cual sucede no solo a partir de la percepción, sino de la elaboración de inferencias utilizando la información que ya poseen.

Como señala el Programa de Educación Preescolar, “Pocas experiencias pueden ser tan estimulantes para el desarrollo de las capacidades intelectuales y afectivas en las niñas y los niños como el contacto con elementos y fenómenos del mundo natural, así como el despliegue de posibilidades para aprender nuevas cosas acerca de sus características, las formas en que suceden y las razones por las cuales ocurren, las relaciones que pueden descubrir entre eventos semejantes, etcétera.”

Sin embargo, si bien son fundamentales las experiencias directas de los niños tratándose de aprender más, el uso de información científica es esencial.

Por ello, actividades que implican observar, expresar dudas, comparar, plantear preguntas, elaborar explicaciones e inferencias, resolver problemas y elaborar argumentos sustentados en las experiencias directas, les ayudan a aprender más sobre el mundo.

El trabajo en este campo formativo es propicio para poner en juego la observación, la formulación de preguntas, la resolución de problemas (mediante la experimentación o la indagación por diversas vías), y la elaboración de explicaciones, inferencias y argumentos sustentados en experiencias directas que les ayudan a avanzar y construir nuevos aprendizajes sobre la base de los conocimientos que poseen y de la nueva información que incorporan.

Los niños aprenden a observar cuando enfrentan situaciones que demandan atención, concentración e identificación de características de los elementos o fenómenos naturales. En la medida en que logran observar con atención, aprenden a reconocer información relevante de la que no lo es.

A la vez un intenso trabajo en este sentido permitirá ampliar la mirada de los niños, en la medida que podrán comprender la complejidad y diversidad de los fenómenos naturales.

Las preguntas que los niños se plantean permitirán desencadenar una serie de actividades tendientes a acercarlos a algunos contenidos vinculados con los aprendizajes esperados.

Estas preguntas o consignas que promuevan la identificación de detalles, la descripción de lo que se observa y la comparación entre elementos, que pueden dar lugar a la elaboración de explicaciones a partir de lo observado: ¿cómo es... un ciempiés, una araña,

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