GESTION DE ECOSISTEMAS Y TECNOLOGIA APROPIADA

GESTION DE ECOSISTEMAS Y TECNOLOGIA APROPIADA

Introducción

En esta clase se estudian las diversas estrategias de gestión ambiental para la sostenibilidad, y en ese contexto, algunas “tecnologías (ambientalmente) apropiadas”, salvo la Eficiencia Energética y las Energías Limpias y Renovables, que cuentan con un material por separado.

Cuando hablamos de gestionar ecosistemas con criterios de sostenibilidad ambiental y social, hablamos de estrategias y modos de intervención compatibles con el medio ambiente, que no sólo preserven sino que inclusive potencien la sostenibilidad y biodiversidad.

Es un error frecuente pensar que toda intervención humana produce degradación del ambiente (con lo que se justifica el impacto ambiental negativo de muchos proyectos y actividades), y es falsa la dicotomía “impacto ambiental negativo o parálisis de toda actividad humana”.

El ser humano no puede dejar de intervenir y modificar la naturaleza. Pero existen numerosas modalidades de intervención compatibles con el ambiente. De hecho, muchos pueblos y culturas practicaron intervenciones que no sólo mantuvieron sino que incrementaron la biodiversidad a lo largo de los siglos. Ejemplo de esto son las prácticas agrícolas de la antigua China, de la cultura Inca (no así la Maya, que aparentemente superó la capacidad de carga de los ecosistemas) o prácticas agrícolas de pequeña escala tradicionales en Francia por centurias. La calidad de los suelos, por ejemplo, lejos de degradarse, se mantuvo y mejoró.

Además, existe una cierta cantidad de contaminación, o cierto nivel de impacto que es compatible con los ecosistemas. Podemos inyectar contaminantes en un cuerpo receptor (aire, agua, suelos) sin que esto sea grave, siempre y cuando la cantidad de dichos contaminantes sea inferior a lo que la química y los ciclos naturales permiten absorber en igual tiempo.

Sin embargo, el modelo de desarrollo imperante, asociado a modernización, industrialización y tecnología, y a la promoción y difusión del consumo, provoca efectos nocivos muchas veces superiores a estos máximos tolerables, y por ende urge, a la par de una reducción global del consumo, buscar estrategias alternativas ambientalmente compatibles.

Tecnología apropiada

Ernest Fritz Schumacher desarrolló en su obra “Lo Pequeño es Hermoso” el concepto de tecnología apropiada, también llamada Tecnología a Escala Humana.

Una tecnología es apropiada cuando:

1. Es liviana y relativamente sencilla
2. De fácil acceso para todos
3. No es la tecnología “de punta” pero tampoco es “0” tecnología, por lo que también se las llama “tecnologías intermedias”
4. Su empleo no produce alienación al trabajador
5. No destruye o contamina el medio ambiente

Ejemplos de tecnología intermedia o apropiada puede ser en la industria textil la rueca o telar manual (que tanto Ghandi promovió para impedir que las grandes textiles británicas invadieran su nación), en el campo del transporte, la bicicleta o un pequeño auto eléctrico o a hidrógeno.

Para este pensador, el problema de la producción ha sido mal resuelto por el modelo de desarrollo, y se requiere replantearlo dentro de una visión de descentralización.

Básicamente Schumacher propone que la producción debe:

1. Partir de materias primas locales
2. Manufacturarse a nivel local
3. Manufacturarse mediante unidades productivas de escala humana (de pequeña escala, amigables y no alienantes, tal como lo son las grandes fábricas)
4. Utilizar en todo el proceso de extracción, transporte y fabricación, las llamadas tecnologías apropiadas ya explicadas.
5. Consumirse localmente

Esta visión no sólo tiene impacto ambiental positivo, sino que puede fácilmente vincularse a un concepto de Desarrollo Local endógeno, y al enfoque del Desarrollo a Escala Humana1

Brinda un marco de referencia para las estrategias de gestión y en particular para las tecnologías que estudiaremos a continuación.

Gestión de ecosistemas

Vamos a examinar en primera instancia algunas estrategias de gestión ambiental apropiada, siguiendo los tipos de ecosistemas:

1. Cuencas hídricas

Los ríos tienen una función vital a nivel planetario y ecosistémico. Pueden compararse al sistema circulatorio en los organismos biológicos, ya que transportan tanto los nutrientes como los desechos.

[pic 1]

1 Elizalde, Antonio: Max Neef, Manfred y Hoppenhayn, Martín. “Desarrollo a Escala Humana, una Opción para el Futuro”

Sólo el 3 % de las aguas del planeta son “dulces”; el 50 % de la población mundial no accede al agua en cantidad suficiente, y el 20 % es de mala calidad (contaminada, no potable).

El problema de las aguas se agrava día a día y emerge como una de las graves problemáticas sociopolíticas y ambientales de las próximas décadas.

El Programa 21 de la ONU, lanzado en Rio de Janeiro en 1992 durante la Cumbre de la Tierra, en su capítulo 18 habla del “Manejo Integrado de los Recursos Hídricos” (MIRH).

Enfatiza una gestión participativa de las cuencas hídricas, destacando el rol de las mujeres en dicha gestión.

Las acciones recomendables más elementales que podemos contemplar son:

• No modificar el curso de los ríos, tal como se hace con las centrales hidroeléctricas de gran escala, o con proyectos ambientalmente desastrosos como la Hidrovía Paraná Paraguay.
• Se debe disminuir la contaminación industrial, y los residuos inevitables deben ser previamente tratados.
• Otra medida necesaria es la conversión de la agricultura dominante (que usa agroquímicos) a un modelo agroecológico, con minimización de elementos químicos (uso de enmienda orgánica).
• Minimizar la basura, los vertidos cloacales deben tratarse adecuadamente. Existen estrategias de zanjas purificadoras antes de arrojarse diréctamente a los ríos.
• También es importante la racionalización del uso del agua por riego, mediante diversas técnicas, incluido el riego por goteo.
• Además deben limitarse las emisiones de compuestos con sulfuro y nitrógeno, para evitar la acidificación de lagos y ríos por lluvia ácida.
• Es también insoslayable la necesidad de educación a la población en el uso de las aguas y una normativa que impida el despilfarro.

1. Bosques

El concepto fundamental en materia de gestión de bosques es que la tala debe ser menor a la tasa de reposición que el bosque remanente permita. La fórmula que expresa esto es:

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