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LOS TIEMPOS DE CAMBIO. LA SOCIEDAD POSTINDUSTRIAL.


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2015  •  Trabajos  •  1.951 Palabras (8 Páginas)  •  193 Visitas

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TIEMPOS DE CAMBIO. LA SOCIEDAD POSTINDUSTRIAL.

El autor, profesor Hernández Cardona, nos hace una breve introducción sobre cómo la tecnología ha sido el factor de cambio a lo largo de la historia y tomando como punto de inflexión la Revolución Industrial, nos adentra en la sociedad de finales del siglo XX, sociedad postindustrial o sociedad de la información/comunicación, en la que el desarrollo y crecimiento tecnológico alcanza su máximo exponente, propiciando una serie de cambios que definen a la nueva sociedad:

1. Crisis de valores: producida por la diferencia entre la evolución del pensamiento ideológico, que avanza a un ritmo más lento, y la tecnología. La institución de la familia entra en decadencia, lo que se intentará mitigar potenciando la dimensión educativa de la enseñanza que en un primer momento se reflejará en un aumento de las libertades individuales y la igualdad de derechos y obligaciones.

2. Nuevas tecnologías: que actúan como motor de los cambios, están lideradas por la cibernética-informática, sobre todo a partir de los años 90 cuando se generalizan a nivel mundial.

3. Ricos versus pobres: aumento de las desigualdades no solo entre los países ricos y pobres si no también en el seno de las sociedades desarrolladas.

4. Paro versus ocio: la informática, la robótica y la ingeniería genética impactan fuertemente en la ocupación de los sectores primarios y

secundarios liquidando la mano de obra, y aunque también afecta de alguna manera al sector terciario, este se ve profundamente beneficiado, especialmente tras el logro de la jornada laboral de ocho horas, que llevará a desarrollar un ocio estructural impulsado por la expansión de la comunicación de masas e Internet y que desembocará en una :

5. Revolución cultural: motivada además por los deseos de conocimientos y saberes como objeto de felicidad y la democratización de su acceso, utilizará como pilar fundamental para su integración en el mercado, una nueva forma de turismo que busca el descubrimiento de su patrimonio cultural, es decir, de elementos de personalidad afines a un mismo lugar o comunidad especialmente a través de los museos. Esto es, el turismo cultural será utilizado como medida de reconversión económica, aunque consumida por todas las capas de la sociedad se dirigirá sobre todo a dos frentes: por un lado a la tercera edad, que gracias a la revolución biomédica aumenta su esperanza de vida y se erige como uno de los grandes usuarios de cultura. Y por otro lado, al sector de la enseñanza, máximo consumidor de cultura que aumenta su importancia y expectativas.

Todo esto originará un nuevo cambio en la concepción y presentación del patrimonio como veremos en el siguiente epígrafe a través de la evolución de la museografía.

ETAPAS DE LA MUSEOGRAFÍA

1. Romana:

Exposición de trofeos. En esta primera etapa, la museografía se basaba en la exposición de trofeos logrados en las grandes conquistas, en las que se capturaban los elementos más emblemáticos de otras culturas y los trasladaban al territorio propio.

2. Edad Media: Carácter sacro. Debido a la efervescencia religiosa se estimula la creación de colecciones de carácter sacro, piezas relacionadas con el Antiguo y Nuevo Testamento.

3. Renacimiento: Evidencia del prestigio social. Se produce la recuperación artística del mundo clásico y romano, incluso con excavaciones en Pompeya, para evidenciar el prestigio social.

4. Ilustración: Culmen espíritu cultural. Es el cénit de las colecciones como elementos de prestigio social, se crean las grandes pinacotecas, galerías de arte y museos.

5. Finales siglo XVIII- principios siglo XIX: Primeros museos nacionales. Teóricamente se producen transformaciones liberales que ponen el patrimonio al servicio de todos, pero en la práctica estarán restringidos al uso de la clase burguesa que posee la preparación intelectual para su disfrute. Se crean los museos de Bellas Artes, Arqueología, CC. Naturales y la gran pinacoteca de El Prado.

6. Finales siglo XIX:

6.1 Museografía clásica. Se recupera el objeto como elemento clave del museo con una simple etiqueta para ubicarlo y contextualizarlo, por lo que el museo adquiere la acepción de espacio para la simple

exposición del mismo.

6.2 Tradición nórdica/norteamericana. De carácter lúdico y didáctico el modelo sueco Skansen es el antecedente de los museos etno-arqueológicos, en el que se reconstruían elementos arquitectónicos de los distintos lugares de Suecia. Este dio lugar a otras iniciativas como el norteamericano de la ciudad de Williamsburg.

7. Segunda mitad s. XX y s. XXI. La llegada del Estado del bienestar trajo consigo la democratización del acceso a la cultura, diferenciándose dos corrientes:

7.2 Tradición decimonónica. Que vuelve a dar todo el protagonismo a la pieza, y que se reflejará sobre todo en los museos de arte.

7.3 Museos interactivos. En un primer momento surgirán como sistemas de intermediación entre la pieza y el usuario que responden principalmente a las inquietudes de la enseñanza para poder acceder a la comprensión de objetos y piezas, dando lugar a los museos interactivos sobre todo orientados hacia el campo de las ciencias.

ENSEÑANZA CONTEMPORÁNEA

El autor concibe la enseñanza contemporánea como una respuesta para mitigar las fracturas sociales y crisis de pensamiento provocadas por la revolución tecnológica de la sociedad postindustrial, en la que instituciones baluartes de la educación como la familia y la Iglesia entraron en decadencia y llevaron al Estado a promover una reforma educativa en la que la instrucción, pilar fundamental de la enseñanza

hasta el momento, cedía el protagonismo a una educación basada en la promoción y transmisión de valores.

Con esta reforma, que se empezó a fraguar en los años 80, el currículum se estructura en áreas y no en asignaturas, que se dividen en tres tipos de contenidos: conceptuales, procedimentales y actitudinales, donde los dos primeros responden desde una óptica instructiva a la formación de los conocimientos disciplinares mientras que los actitudinales promueven la educación a través de la generación de los valores, actitudes y normas.

Pero en definitiva, el autor nos dice que la enseñanza actual no es más que la evolución de los planteamientos educativos que surgieron tras el éxito de los gobiernos liberales, después de la Revolución Francesa, ya que se fundamenta en los mismos, mostrándonos como en la misma acción instructiva ya estaba implícita la creación de ciertos valores.

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