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Manual De Competencias


Enviado por   •  2 de Abril de 2014  •  3.130 Palabras (13 Páginas)  •  582 Visitas

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Introducción.

Toda actividad exige la presencia de un número variado de competencias, para ser realizada con calidad. La competencia ha sido definida como un conjunto de conocimientos, saber hacer, habilidades y aptitudes que permiten a los profesionales desempeñar y desarrollar roles de trabajo en los niveles requeridos para el empleo.

Al hablar en una actualidad de la implantación de competencias docentes no es para nada sencillo, en su mayoría se conoce que son y en qué consisten dichas competencias que se deben manejar en el ámbito educativo, pero lo que es en realidad es que así como se conoce, no se tiene ni idea de cómo es que se deben aplicar y lo que es aun en su contradicción no se aplica como debería en la práctica docente.

El presente es un manual de competencias docentes, tomando como referencia a Zabalza, Proyecto Tunning y Perrenoud. Se tomaran en cuenta los puntos más importantes de estos tres autores para poder dejar en claro los puntos más importantes de la labor docente bajo competencias.

Desarrollo.

Zabalza en su libro de competencias docentes, el mayor problema al tomar en cuenta las competencias docentes, consiste en cómo se llegan a adquirir esas competencias y como se podría desarrollar en el ámbito de esas competencias.

Dejando de lado las complicaciones en las que se sitúa el sistema de enseñanza basado en competencias, retomado en la universidad, Zabalza toma en cuenta las siguientes competencias docentes del profesor universitario.

La primera de ellas es: Capacidad de planificar el proceso de enseñanza y el de aprendizaje:

Estamos modificando el papel de los profesores, y la primera pieza que tenemos que mover es la de la planificación, es decir, cómo el profesor va a montar su materia, cómo le capacitamos para que organice bien su materia. Y sobre la historia de los temarios, bien, este proceso para hacer un programa rutinario es fácil, hacer un buen programa no es fácil, esto quiere decir, saber cómo organizar bien el programa, porque hacer el listado de los temas que tienen que ver con una asignatura eso no tiene ningún problema, pero montar un programa desde la perspectiva del curso en que está una materia, de los alumnos que se tiene en la clase y de cómo se va a hacer para que un programa les acompañe a lo largo del curso es muy complicado. El asunto es que el profesor tenga que pensar y repensar su materia poniéndose en la silla del alumno, pensándola desde el alumno y entonces tratar de ver cómo organizar el curso, reconstruyéndolo desde la perspectiva del alumno y por tanto se debe dejar de tanta carreta, de doce objetivos, de quince objetivos, de no sé cuántas competencias que no sirven para nada, porque al final no ayudan a organizar una clase, sino que la pregunta es, cómo puedo organizar una clase de manera tal que esta clase resulte efectiva para los alumnos con los que se está trabajando.

Segunda competencia: seleccionar y presentar los contenidos disciplinares.

Las materias son tan grandes en los contenidos que efectivamente no se tiene que enseñar todo lo que se podría enseñar, no se puede enseñar muchas cosas, es imposible que lo haga en el tiempo que se tiene y en las condiciones que se tienen; con lo cual, el problema es cómo seleccionar los contenidos y cómo hacer una buena selección; una de las cosas que Zabalza les dice a los profesores es, si serían capaces, en su materia, de diferenciar los contenidos esenciales, los contenidos necesarios y los recomendables. Los contenidos esenciales son absolutamente básicos, sin estos la materia no se podría trabajar. Todos los contenidos son importantes pero, dada las circunstancias, se tiene que organizar de distintas formas los contenidos. Esta segunda gran competencia implica hacer una buena selección, proporcionada además con el tipo de materia, con los créditos que se tiene, secuenciarlos bien, ordenarlos dentro de los contenidos y darles una cierta coherencia interna, para intentar aquello que se pretende lograr en la materia.

Tercera competencia: ofrecer informaciones y explicaciones comprensibles

Es todo esto tiene que ver con la comunicación. Siempre ha sido una competencia fundamental para los profesores saber cómo comunicar y cómo transmitir las cuestiones importantes a los estudiantes. El problema está en que los maestros hacen un proceso de comunicación y, a través de ese proceso, intentan trasmitir las informaciones que desean que los alumnos reciban; si lo hacen de una manera muy plana siempre corren el riesgo, y habrán estudiantes que pierdan, que sea sobre cuestiones fundamentales, por tanto, la competencia comunicativa lleva a dominar las estrategias que pueden utilizar para que efectivamente los elementos sustantivos de el mensaje no se pierdan, que de perderse alguno se pierden los elementos accesorios del mensaje. La cosa es que efectivamente hay pérdida en los mensajes sobre cosas fundamentales, y en cambio se mantienen historias secundarias que los maestros cuentan casi siempre en forma de ejemplo, y se les queda grabado de manera tal, que están perdiendo parte importante del mensaje, pues están quedando cosas accesorias; teniendo mucho que ver con la forma cómo se presenta la información, y es lo que está pasando ahora, porque la comunicación verbal tiene sus reglas y su propia mecánica para reforzar la significación, para neutralizar la pérdida informativa de los intercambios, etc.

La cuarta competencia tiene que ver con la alfabetización tecnológica y el manejo didáctico de las TICs.

El manejo de las nuevas tecnologías resulta un trabajo fundamental, en este sentido en algunas universidades es lo que han priorizado, tanto para los estudiantes como para los profesores. Pero parece obvio que los estudiantes tengan que acostumbrarse a esta dinámica y los maestros también, y la verdad es que es muy interesante este tipo de trabajo, especialmente, el manejo didáctico de las nuevas tecnologías que tienen que ver con impartir las materias y, con el establecimiento de redes, es decir, los profesores poniéndose a trabajar en red, y es que hasta los maestros deberían trabajar en red, porque resulta mucho más pertinente en el momento actual.

La quinta competencia tiene que ver con gestionar las metodologías de trabajo didáctico y las tareas de aprendizaje.

A Zabalza le parece que esta es una de las competencias más importantes y respecto a las metodologías tiene mucho que ver con el repertorio de recursos y de metodologías con los que se puede contar y así, si el profesor lo único que sabe es dar una clase magistral, le dará lo mismo tener ciento cincuenta alumnos que tener cinco, al final les dará una clase magistral porque es lo único que sé hacer. Esto quiere decir que si no sé trabajar por problemas, estudio de casos, por proyectos o por otras vías, no lo van a hacer los maestros porque no lo saben manejar, en definitiva este repertorio de metodologías es muy importante para poder manejarse de distintas maneras. Pero al final, cree Zabalza que por lo menos tres o cuatro métodos importantes deberían manejar todos, que si el PBL o el trabajo por casos o la lección magistral o el trabajo autónomo, los cuales deberían estar dentro del repertorio, que fuera bastante habitual para todos los docentes en el contexto de trabajo.

La sexta competencia tiene que ver con relacionarse constructivamente con los alumnos.

La relación con los alumnos forma parte de lo que es la dinámica de la enseñanza en general; cualquier tipo de profesión que requiera el contacto con el cliente tiene características particulares y los profesionales que ejercen ese tipo de profesiones deben tener una preparación particular, al menos en ese sentido para los profesores, además, esto se da en un clima cerrado, es una relación forzada y, por lo tanto, tiene características más importantes en lo que esto supone. Ya decía Zabalza, esto porque los estudiantes han cambiado, pero en definitiva, el estilo de liderazgo que el docente ejerza en su clase es una característica muy particular de la forma de llevar una clase y el tendría que ser capaz de saber cómo podría manejar una clase u otra, es lo que se denomina el clima que uno genera en la clase. En fin, quiere decir que el clima que un docente sea capaz de manejar en clase forma parte sustantiva de lo que debe trabajar, lo cual tiene que ver con el clima que los profesores son capaces de generar, es decir, un clima de búsqueda, de exigencia, de trato afable, una serie de cuestiones que a lo mejor no marcan la competencia científica, pero que sí marcan mucho el escenario y el ecosistema que el mismo docente genera.

La séptima competencia está relacionada con las tutorías y el acompañamiento a los estudiantes’

Con qué tipo de estrategias, qué tipo de modelos de tutorías existen, qué instrumentos tiene el docente para facilitar mejor la tutoría, la evaluación. Este es un proceso que va desde cómo diseñar pruebas y saber buscar sistemas distintos de evaluación. Zabalza comento que ahora hay modelos de evaluación muy interesantes derivados de los modelos de contratos de aprendizaje. Hay también los modelos de portafolios de los alumnos, existe el sistema de puntos en la evaluación, etc., que ayudan a montar la evaluación de una manera distinta a la que eventualmente están acostumbrados los docentes a hacer.

Octava competencia: reflexionar e investigar sobre la enseñanza.

Zabalza menciona que si los docentes fueran buenísimos investigadores en sus propios campos no les costaría mucho someter al análisis y a contrastes determinados tipos de circunstancias que acontecen en sus clases, los cuales podrían, efectivamente, ayudarles a entender mejor lo que están aconteciendo, en la medida de saber si un material que están empleando realmente genera buenos conocimientos técnicos. Se puede investigar, por ejemplo, si el trabajo por grupos provoca mejores resultados que con otra metodología; si el hecho de que se trabaje por problemas mejora los conceptos que los estudiantes tienen; hay cosas muy llamativas en este tipo de cuestiones que se pueden investigar. Esto quiere decir que no es que vengan mal preparados, a lo mejor es que el tipo de metodología que están utilizando, el tipo de reclamo, de exigencia que se les está haciendo no es el correcto y por consiguiente ese tipo de cuestiones que les afectan cuando están trabajando pueden ser investigadas para saber qué es lo que está pasando, ¿y si el docente les está dando este tipo de posibilidad?, ¿y si esto lo organizan de otra manera, cómo reconstruyen el conocimiento que tenían o cómo no lo reconstruyen o qué tipo de problemas se plantean en el trabajo que están haciendo?

La última competencia, que es un poco más cualitativa, significa implicarse institucionalmente.

Es absolutamente importante hoy día incluirse en equipos de trabajo, sintiendo que uno forma parte del equipo, jugando como miembro, participando de la definición de la misión institucional, de los objetivos que se proponen, del plan formativo de la facultad, pues por otro lado, termina uno jugándose su carrera, haciendo la guerra por su cuenta, enseñando como se le ocurre, a su manera. No hacemos proyectos, no trabajamos conjuntamente porque a veces este tipo de cosas cuesta y, cambiar realmente la mentalidad de los profesores, en lo que supone esta competencia, es muy difícil, pues está cargada de actitudes; aunque parece importante saber cómo funcionan las cosas, tener un concepto claro sobre lo que es un diseño curricular, qué significa un planeamiento, digamos, a nivel de proyecto de formación de una institución, y esto exige la colaboración de todos los docentes.

Bien, esas serían las competencias que propone Zabalza y, finalmente, todo esto se plantea de cara a la formación de los docentes universitarios, porque si de algo sirve plantear una serie de competencias es porque habría que formarse en esas competencias y desarrollarse profesionalmente en ellas, de ahí es de donde viene la idea del profesionalismo docente.

Vamos a considerar como profesional de la docencia a aquel que posea las competencias docentes y por tanto querer ser profesor universitario, estabilizarse como funcionario de una universidad significa que el docente realmente toma la docencia como una profesión y asume las competencias precisas para un ejercicio adecuado de esa profesión, y en ese sentido, teniendo en cuenta que a veces en la universidad no se da esta formación, porque no se tiene cómo hacerlo, pues debemos plantearlo como un proceso de formación permanente y como un plan estratégico de las universidades. Se debe iniciar el proceso con los profesores noveles que entran en la universidad, de manera tal, que todos ellos, necesariamente y como parte de su contrato, tomen a su consideración la participación en algunos cursos de formación en docencia universitaria y a partir de ahí irlos estableciendo como requisitos progresivos para el progreso en la carrera docente; esto va a tener mucho que ver con la calidad de los servicios, uno podría pensar que al tener más formación implica que vamos a tener mejores clases, sino sería un drama, porque para qué cursos si las clases no mejoran.

Tuning, Competencias: es una combinación de atributos –conocimientos y sus aplicaciones, aptitudes, destrezas y responsabilidades- que describen el nivel o grado de suficiencia con que una persona es capaz de desarrollarlos .Una formación basada en competencias nos sirve para que los alumnos egresen con patrones y perfiles comunes, para que sean reconocidos académica y profesionalmente en cualquier parte del país. El planteamiento por competencias aporta a la perspectiva del estudiante un panorama más amplio, garantiza una mayor pertinencia y calidad en un marco de diversidad. En el planteamiento educativo anterior los estudiantes egresaban con un cúmulo de conocimientos que probablemente no los hicieran competentes para desempeñarse en diferentes ámbitos, actualmente se pretende que los estudiantes se preparen en competencias genéricas, disciplinares y profesionales.

En América Latina Tuning es un proyecto sobre educación superior tanto a nivel regional como internacional, surge por la necesidad de compatibilidad, comparabilidad y competitividad de la educación superior, por el actual proceso de globalización y por la creciente movilidad de los estudiantes .A la Universidad se le reconoce cada vez más su carácter de foco de desarrollo social y económico, sobretodo en la formación de personal calificado. Este proyecto se ha nutrido de aportes académicos tanto Europeos como Latinoamericanos.

El proyecto Tuning fue creado por las Universidades y para las Universidades para que sus estudiantes puedan continuar sus estudios en otras Universidades de América Latina por la creciente movilidad de estos o trabajar como profesionistas en cualquier otro país de América Latina. Implica llevar a cabo una mezcla novedosa de enfoques de E-A para estimular las competencias que diseñen el perfil. La RIEMS es una reforma solo para la educación media superior que se relaciona de alguna manera con Tuning por los objetivos que persiguen como el libre tránsito de los alumnos, la formación de los alumnos por competencias, poder desempeñarse en un mundo globalizado, etc.

Por ultimo retomaremos las diez nuevas competencias para enseñar

de Philippe Perrenoud. Donde aborda un conjunto de competencias, a manera de reflexión y propuesta, que invitan al docente a crear de acuerdo con la realidad de su experiencia y práctica, nuevas competencias para enseñar y conducir aprendizajes en los alumnos.

Estas competencias fueron propuestas en el año de 1996 en Ginebra, las cuales se están implementando en varios países. Cabe mencionar, que Perrenoud define competencia como una capacidad de movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situaciones.

A continuación se hace mención de estas 10 competencias:

1.- Organizar y animar situaciones de Aprendizaje. Esta competencia hace referencia a la didáctica, como se desarrollan los contenidos de aprendizaje, es decir; trabajar a partir de las representaciones de los alumnos.

2.- Gestionar la progresión de los Aprendizajes. Adquirir una visión longitudinal de los objetivos de enseñanza.

3.- Elaborar y hacer funcionar dispositivos de diferenciación. Extender la gestión de clase a un espacio más amplio.

4.- Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y trabajo. Favorecer la definición de un proyecto personal para el alumno.

5.- Trabajar en equipo. Impulsar un equipo de trabajo, dirigir reuniones.

6.- Participar en la gestión de la escuela. Elaborar un proyecto institucional sobre una problemática y enfrentarla.

7.- Informar e implicar a los Padres. Fomentar reuniones y debates con los Padres.

8.- Utilizar Nuevas Tecnologías. Comunicar a distancia mediante la telemática.

9.- Afrontar dilemas éticos de la profesión. Prevenir violencia al interior de la escuela.

10.- Organizar la propia formación continua. Negociar proyectos de formación continua.

El autor piensa que este conjunto de competencias docentes emergentes deberían ser objeto de formación continua del profesorado ordinario.

El reto de enseñar por competencias estriba, por lo tanto, en el diseño y ejecución de situaciones de aprendizaje en las cuales los estudiantes, ante diferentes contextos y niveles de dificultad, ponen en juego la competencia que están aprendiendo. El papel de los contenidos, entonces, debe servir para aproximarse a las actividades, a las acciones que ponen en situación una competencia, que la contextualizan.

Las situaciones de aprendizaje son abiertas, no cerradas (como lo es repetir lo enseñado, volver sobre lo mismo en otras palabras, en donde no se aplica la competencia, por el gran peso que se otorga a la memorización).

La enseñanza por competencias, tarde o temprano lleva a replantearse el currículo escolar: antes que pensar en qué asignaturas y contenidos, hay que enseñar o transmitir, lleva a formularse y a responder interrogantes como estos: ¿qué competencias quiere la dirección escolar que cada estudiante desarrolle? ¿Qué tipo de personas desea que lleguen a ser? Entre otras.

Enseñar por competencias generar una serie de cambios como:

• Trabajar en función de lo que queremos que los y las estudiantes aprendan de los contenidos

• Darle más importancia a diseñar situaciones de aprendizaje y poner en juego y a prueba lo aprendido (el saber hacer).

• Obtener un mayor involucramiento de alumnas y alumnos ya que operan como transmisores activos y constructores de su propio aprendizaje.

• Redefinir lo que se entiende por tres conceptos básicos en la educación: Saber (poseer información y tener la capacidad). Enseñar formar a quien aprende hábitos de trabajo, maneras de acercarse a la información, procesarla, validarla y crear distancia frente a ella, apoyar el desarrollo de habilidades, actitudes, valores y competencias. Y aprender ya no será solamente memorizar, ni acumular respuestas dadas por otros, sino crear una red de conceptos, adquirir una serie de herramientas para el trabajo mental, manual y social, ampliar y afirmar valores, y desarrollar competencias.

• Enfatizar el aprender a aprender, aprender a convivir y aprender a ser.

En la evaluación por competencias el docente puede indicar con anterioridad qué va a evaluar y los alumnos podrán preparar y ejercitar sus desempeños para mostrar su competencia en el momento de la evaluación

BIBLIOGRAFÍA.

Zabalza M. (2003). “Competencias docentes del profesorado universitaria. Calidad y desarrollo profesional”. Ed. Narcea, España.

Vargas, R. (2006, Octubre). Metodología Tuning. Presentada en la XI Reunión General de Directores de la Asociación Nacional de Ingeniería. Espacio común de educación superior en Ingeniería en México. Facultad de Ingeniería. Universidad Veracruzana. México.

Perrenoud, Ph.(2004) Diez nuevas competencias para enseñar. Barcelona: Graó, Recuperado el 20 de Noviembre, 2013 de:

http://dgfcms.sep.gob.mx:7037/PrioryRetEdB/Materiales/MatApo0809/docs/Ambito1_All/10_nuevas_comp_8_9_10.pdf

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