Marco Teórico Ejemplo de Antecedentes

1. Marco Teórico

1.2.1 Antecedentes Internacionales

Marín, Álvarez, Lizalde, Anguiano y Lemus (2014) afirmaron en su artículo “El estrés académico en estudiantes. El caso de la facultad de Enfermería de la Universidad Michoacana en México”. Que la población de estudiantes universitarios entre las edades de 21 a 23 años, presentaron los síntomas más frecuentes que manifiestan algunos estudiantes cuando están estresados, como los dolores de cabeza o migraña, los cuales mayormente fueron manifestados en el género femenino. Acentuando que se presenta mayor estrés académico dentro del ciclo universitario, cuando los estudiantes tienen mayor carga académica tanto en el aspecto teórico como práctico, debido a que asisten a clases y a su vez realizan las prácticas hospitalarias o de campo simultáneamente, además del deber de cumplir con sus tareas, exposiciones, trabajos de investigación, exámenes entre otros. Respecto a las evaluaciones y el estrés académico dieron como resultado que el 34.57% (112) de los estudiantes casi siempre presentan estrés cuando realizan estas actividades académicas y el 29.63% (96) siempre lo presentan. Concluyeron además que la forma de disminuir el estrés en dichos estudiantes fue de conversar sobre su problemática, beber y fumar.

Fernández, González, y Trianes (2015) manifestaron en su investigación “Relaciones entre estrés académico, apoyo social, optimismo-pesimismo y autoestima en estudiantes universitarios en España”. Una muestra la cual estuvo constituida por 123 estudiantes de tercer ciclo de Psicología entre las edades de 20 a 31 años, la cual se les aplicaron la escala de autoestima de Rosenberg, el cuestionario de optimismo Life Orientation Test, el cuestionario de frecuencia y satisfacción con el apoyo social y el Student Stress Inventory, Stress Manifestation. (p. 113)

Donde el optimismo es reconocido como la variable principal que beneficia en la salud mental y física de los estudiantes, más aun generando una protección frente a las tensiones, frustraciones vinculadas a los problemas presentes en el día a día.  Dando resultados muy significativos la relación con la satisfacción en el apoyo social y el optimismo. Además de poder mejorar la investigación con la inclusión de variables de naturaleza emocional tales como la autorregulación y satisfacción con la vida que llevamos.

García, Pérez, Pérez y Natividad (2012) determinaron en el siguiente estudio “Evaluación del estrés académico en estudiantes de nueva incorporación a la universidad en España “. Donde las principales fuentes de estrés académico en estudiantes de la Universidad de Valencia, la muestra estuvo conformada por 199 estudiantes, 142 de psicología y 57 estudiantes del Magisterio. Se utilizó un cuestionario de estrés académico especialmente diseñado para efectos de esta investigación, los resultados muestran que un 82% afirma haber experimentado estrés académico en algún momento. En este sentido es necesario destacar que si la evaluación se realizó a estudiantes que recién se incorporan a una vida académica, el elevado porcentaje (82%) de estudiantes, que manifestaron haber experimentado estrés, no necesariamente lo dejen de sentir conforme avancen en el proceso académico, ya que es posible que la carga y presión académica vaya en aumento.

Martínez y Díaz (2007) especificaron que el entorno puede generar estrés en el estudiante cuando no existen condiciones y normas adecuadas que permitan un sano desarrollo de la socialización, que propicie comunicación entre los estudiantes con los profesores, sus padres y familiares, con la sociedad y las relaciones ambientales. El estrés del alumno es un fenómeno presente y actuante, que incluso llega a afectar a la comunidad en general. Es así como los estudiantes pueden padecer de estrés a lo largo del año académico, desde el ingreso mismo que marca la adaptación, las relaciones entre sí y con sus educadores, el proceso de tareas, las evaluaciones, el cansancio cognitivo, la frecuente indisciplina indicador de algún tipo de malestar, el incremento de la violencia en la escuela, el afán por culminar un ciclo académico más, entre otros factores.

Gonzales (2008) afirmó que el cuerpo reacciona al estrés de manera física, mental y emocional. La función del estrés, es hasta cierto punto una protección, una manera de mantenernos alerta. Las complicaciones comienzan al momento en que permitimos que éste afecte nuestro estado de salud. Cuando no se sabe controlar el estrés o no se encuentra una manera de canalizarlo, entonces éste se convierte en angustia. Tal es el estado de tensión, que se producen dolores de cabeza, náuseas, dolor de pecho, incluso la presión arterial puede elevarse. Cabe resaltar que el insomnio es otro padecimiento a mediano plazo que puede resultar de un modo de vida lleno de estrés y la hipertensión es una de las enfermedades que pueden provocarse a causa del estrés.

1.2.2 Antecedentes Nacionales

Damian (2016) estableció la relación entre “Estrés académico y conductas de salud en estudiantes universitarios de Lima”. En el cual la población estuvo conformada por 130 alumnos que cursan sus primeros años de estudio en una universidad privada de Lima. Las conductas de salud se evaluaron mediante la primera parte del “Cuestionario de estilos de vida de jóvenes universitarios” (CEVJU) elaborado por Arrivillaga, Salazar y Gómez; y el estrés académico se evaluó mediante el Inventario SISCO del Estrés académico. En cuanto a la relación entre las dos variables estudiadas, se encontró una relación indirecta entre el estrés académico percibido global y la organización del sueño; es decir, a mayor presencia de estrés académico percibido, menor calidad en la organización del sueño y viceversa. Dejando la posibilidad abierta a alteraciones más complejas en la medida que no se tome conciencia del impacto que pueda causar dicha interacción.

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