Marco teorico, melanoma humano.
CristinaLaikaDocumentos de Investigación4 de Abril de 2016
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[pic 1]Universidad Mariano Gálvez
Facultad de Ciencias Médicas y de la Salud
Metodología de la Investigación
Cristina Reneé Rodríguez Ortiz
200-16-434 Sección: “B”
Autocuidado de la piel y posibles factores riesgo de melanoma en estudiantes de Medicina sección “B” de la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala Campus Central enero-junio 2016.
Marco Teórico
Piel normal:
La piel tiene tres capas. Comenzando por fuera, éstas son:
• Epidermis: esta capa superior de la piel es muy delgada. A las células planas en la parte superior de esta capa se les llama células escamosas. En la parte inferior se encuentran las células llamadas células basales. Las células llamadas melanocitos también están en la epidermis. Estas células de la piel producen el pigmento marrón melanina, lo que hace que la piel tenga un color moreno o bronceado. Los melanocitos son células que pueden convertirse en melanoma.
• Dermis: esta capa media de la piel es más gruesa que la epidermis. Contiene los tallos capilares (lo que une los vellos a la piel), las glándulas sudoríparas (productoras del sudor), los vasos sanguíneos y las terminales nerviosas.
• Hipodermis: esta es la capa más profunda de la piel que contiene proteínas y grasa, la cual ayuda al cuerpo a conservar el calor y posee un efecto de amortiguación de choque que ayuda a proteger a los órganos del cuerpo de lesiones
El melanoma maligno es una neoplasia originada en los melanocitos que derivan de la cresta neural. La mayoría de estos tumores se desarrollan en la piel en la que los melanocitos se asientan, principalmente a nivel epidérmico y ocasionalmente en la dermis, aunque también puede observarse en otras localizaciones como en las meninges o a nivel ocular donde también migran los melanocitos. El incremento de la incidencia del melanoma maligno en los últimos años y su estrecha relación con los factores individuales y ambientales, así como la importancia de un precoz son datos que justifican la enorme trascendencia de este tumor. Se ha incrementado a nivel mundial teniendo alto grado de mortalidad y mal pronóstico.
Guatemala no ha enfatizado el tema relacionado con esta patología. Así, por medio de diversas investigaciones, se buscará informar y precaver sobre tal enfermedad mortal.
Diferentes estudios realizados han demostrado que la mayor procedencia de los pacientes es en la ciudad capital. Se observó un promedio de 16 pacientes por año, siendo las edades de 50-60 años las más afectadas, sin diferencia en cuanto al sexo. Las amas de casa y agricultores fueron los más frecuentes afectados.
Este tipo de cáncer puede ser cualquier crecimiento maligno. Existen dos tipos de cáncer de piel: melanoma y no-melanoma. El melanoma es el más mortífero de cáncer en la piel ya que este tiene más probabilidades de propagación en distintos órganos del cuerpo. Según investigaciones, el melanoma tiene más capacidad de hacer metástasis que otros cánceres. Este cáncer se puede distinguir de otros ya que a menudo, aunque no en todos los casos, es una proliferación de células pigmentadas, pero también puede originarse en diferentes áreas del tejido mucoso, incluyendo cabeza y cuello, como a la vez puede aparecer en la parte inferior de las palmas de las manos y plantas de los pies, que por lo general no ocurre en otros tipos de cáncer en la piel.
También los melanomas pueden formarse en otras partes del cuerpo como los ojos, la boca, los genitales y el área anal, pero son mucho menos comunes que los melanomas de la piel.
El sistema inmunológico de una persona ayuda a combatir los cánceres de piel y de otros órganos. Las personas cuyos sistemas inmunológicos se han debilitado (debido a ciertas enfermedades o tratamientos médicos) tienen más probabilidades de padecer muchos tipos de cáncer de piel, incluyendo melanoma.
Regularmente las personas notan un crecimiento nuevo o cambio en la piel. Esto es lo que sucede primero. Típicamente, este cáncer tiende a ser asintomático. Algunas veces esta aparición o apariciones pueden crecer y doler al presionar.
Existe la cura de este cáncer si se detecta a tiempo. Cuando se detecta en la fase 1, el cáncer tiene a tener un 95% de cura, por lo que detectarlo a tiempo resulta clave. Un melanoma que se encuentra aún en los ganglios linfáticos o al resto del cuerpo (fase 2) también tiene una probabilidad de cura bastante buena, aunque no tanto como si se estuviese en la fase 1. Un melanoma en la fase 3, cuando ya ha salido de la piel y se escapado hacia los ganglios linfáticos, la tasa de curación decae fuertemente, teniendo tan solo un 20% de curación y cuando este se encuentra ya en fase 4, la tasa de curación es casi inexistente, teniendo la persona afecta tan solo unos meses o un año de vida, aunque ya distintas nuevas creaciones de medicamentos han permitido aumentar estas cifras.
Para este tipo de cáncer, como para otros, los genes son importantes. Hay personas que pueden tener más peligro de sufrir esto, por ejemplo: las personas de piel muy clara, que tienen a quemarse muy rápidamente, aunque también le puede dar cáncer a personas morenas, pero de una manera más difícil. Todos corren el riesgo de contraer melanoma si sus autocuidados no son los adecuados.
Existen distintos factores que pueden llevar a contraer melanoma, como la exposición al sol, que es una de las más importantes en el desarrollo de este cáncer. El lugar donde se vive también juega un papel muy importante en el desarrollo. Los rayos ultravioleta, que son los que lo causan, son más fuertes en zonas cercanas al Ecuador.
De acuerdo con el estudio que publicó la revista British Journal of Dermatology, aquellas personas con más de cien lunares repartidos en todo el cuerpo, tienen un riesgo cinco veces mayor de sufrir esta enfermedad.
Se sabe que del 20-40% de melanomas surgen a partir de lunares ya existentes y tener más de un centenar, es un gran indicador.
La mayoría de los melanomas tienen un área negra o negra azulada. El melanoma también puede aparecer como un lunar nuevo. Puede ser negro, anormal o de aspecto desagradable.
Pensar en el "ABCDE" puede ayudarlo a recordar lo que debe vigilar:
1. Asimetría: el contorno de una mitad no es igual al otro
2. Bordes: los bordes son desiguales, borrosos o irregulares
3. Color: el color es disparejo y puede incluir tonalidades negras, cafés y canela
4. Diámetro: hay cambios en el tamaño, generalmente se vuelven más grandes.
5. Evolución: cualquier cambio en el lunar en las últimas semanas o meses
La cirugía es el primer tratamiento para todos los diferentes estadios del melanoma. Otros tratamientos incluyen quimioterapia y radiación, terapia biológica y localizada. La terapia biológica aumenta la propia capacidad del cuerpo para combatir el cáncer. La terapia localizada usa sustancias que atacan células cancerígenas sin dañar células sanas.
Un lunar (nevo) es un tumor benigno de la piel que se origina a partir de los melanocitos. La mayoría de las personas tienen lunares. Sin embargo, casi todos los lunares no son perjudiciales, aunque tener algunos tipos puede aumentar su riesgo de melanoma.
Un tipo de lunar que a veces se parece al melanoma se llama nevo Spitz. Este lunar es más común en niños y adolescentes, aunque a veces se presenta en adultos. Por lo general, estos tumores son benignos y no se propagan. Sin embargo, algunas veces los médicos tienen problemas para distinguir entre un nevo Spitz y los melanomas verdaderos, aun cuando los observan con un microscopio. Por lo tanto, a menudo estos lunares se extirpan como medida de seguridad.
Tumores benignos que se originan de otros tipos de células de la piel:
1 Queratosis seborreicas: manchas con relieve, de color marrón, café o negro con una textura “cerosa”.
2 Hemangiomas: crecimientos benignos de los vasos sanguíneos, a menudo llamados manchas de fresa
3 Lipomas: crecimientos blandos compuestos de células adiposas.
4 Verrugas: crecimientos de superficie áspera causados por algunos tipos del virus del papiloma humano (VPH).
La mayoría de los cánceres de piel se puede prevenir. La mejor manera de reducir el número de cánceres de piel, así como el dolor y el número de muertes debido a esta enfermedad, consiste en educar al público, especialmente a los padres, sobre los factores de riesgo del cáncer de piel y las señales de advertencia. Es importante que los profesionales de la salud y los sobrevivientes de esta enfermedad les recuerden a las demás personas el peligro que representa.
Según las investigaciones de diversas fuentes, el melanoma es un cáncer muy peligroso, más que otros, por eso se deben tomar medidas de precaución necesarias y hacer chequeos por dudas de algún lunar.
Factores Ambientales:
La radiación ultravioleta es considerada como el principal factor desencadenante conocido para el desarrollo de melanomas en una población genéticamente predispuesta. Así la incidencia del melanoma está inversamente relacionada con la latitud de residencia (56). Diversos estudios analíticos muestran que la asociación entre la exposición a la luz ultravioleta y el riesgo de melanoma es compleja. En una revisión de 29 estudios realizada por Elwood y Jonpson (1997), mostraron como contrariamente a lo que ocurre con el carcinoma epidermoide de piel, que se desarrolla sobre áreas de exposición solar crónica y está influido por la exposición solar acumulada, el melanoma está mínimamente relacionado con la exposición solar total. Se ha visto que está asociado con la exposición solar intermitente en relación a actividades lúdicorecreativas, en pieles no aclimatadas al sol y esto se refleja en la asociación positiva con quemaduras solares a todas las edades y especialmente durante la infancia. Aunque hay algunos estudios que sugieren que la exposición solar continúa eleva el riesgo de melanoma al doble. La exposición solar durante la infancia y la adolescencia parece ser un factor de riesgo muy importante para padecer melanoma. La asociación de 5 o más quemaduras solares severas antes de los 15 años aumenta la incidencia de melanoma 2,7 veces, aunque algunos estudios no muestran diferencias en el riesgo de quemaduras entre menores de 15 años y mayores. Parece ser que algunos pasos importantes para la transformación en humanos de los melanocitos en melanocitos malignos tienen lugar en etapas tempranas de la vida. Se ha visto en diferentes estudios epidemiológicos que la exposición solar en la infancia aumenta el riesgo de melanoma, así estudios en inmigrantes indican un incremento del riesgo de melanoma en aquellos que emigran a zonas soleadas antes de los 10 años y una disminución del riesgo si emigran a edades más tardías. Sin embargo no está bien establecida la dosis de radiación UV que incrementa el riego de melanoma, ni la longitud de onda que más probablemente la produce. Algunos estudios sugieren que la disminución de la capa de ozono (capa que filtra RUV) en un 1% lleva a un incremento de la incidencia de melanoma del 0,6%. Revisión y antecedentes 22 En cuanto al uso de fuentes de radiación UV artificial, varios estudios han sugerido el papel de éstas como un factor de riesgo significativo en el desarrollo de melanoma, de la radiación UVA de onda larga, aunque existen factores de confusión en estos estudios.
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