ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Nutricion


Enviado por   •  13 de Agosto de 2013  •  2.266 Palabras (10 Páginas)  •  216 Visitas

Página 1 de 10

La reducción, eliminación, desintegración o metabolización de la grasa corporal, ha sido desde hace muchos años uno de los más grandes enigmas de la ciencia médica, tanto estética como clínica; de hecho en la eliminación de grasa corporal se gasta mucho más dinero que en la generación de masa muscular, aunque suene absurdo. Tal vez se deba a que de cada 100 personas al menos 42 tienen un exceso considerable de este material orgánico, y a que de cada 1000 personas solo 30 tengan un interés enorme en verse como Jim Quinn.

Existen muchísimos métodos diferentes para lograr combatir este problema, tal vez todo el mundo haya escuchado y sepa de alguno, en este artículo me gustaría revisar todos y cada uno de dichos métodos para poder aclarar dudas y desmitificar la información existente sobre esto.

A su vez me esforzaré también por explicar las cuestiones referentes a la eliminación de grasa de forma local, ya que en la actualidad este tópico ha sido una revolución tan grande como la introducción al mercado de los precursores hormonales, los antioxidantes y los adaptógenos: en fin, tengo que establecer algo: EN LA ACTUALIDAD EXISTEN PRODUCTOS QUE ELIMINAN LA GRASA DE FORMA LOCAL.

Durante muchos años contesté en consulta, por correo electrónico, en conferencias y por cualquier otro medio que no existía ningún tipo de producto o técnica que permitiera remover el tejido adiposo de forma local satisfactoriamente, también contestaba en ese entonces una condicional a mi respuesta: “...al menos no todavía, aunque es posible.”

Pero vayamos por partes: los métodos son tan variados que clasificarlos resulta casi imposible; para fines de este artículo los dividiré en tres grandes grupos y serán aquellos que:

A. Intervienen directa o indirectamente en el sistema digestivo.

B. Afectan únicamente a la porción adiposa.

C. Estimulan algún proceso bioquímico alterno al sistema digestivo.

Sin embargo, esta clasificación propuesta puede tener grandes variantes e incluso encontraremos métodos en los cuales se mezclen estas tres condicionantes. Lo que importa para nuestros fines es aclarar todos los métodos existentes, así que empezaré.

1. DIETA

Tal vez sea el método más conocido dentro de la práctica de disminución de la grasa corporal, se han escrito en libros, revistas y conferencias en todo el mundo más de 3000 dietas registradas; sin embargo la gran mayoría son un montón de estupideces; dichas dietas o programas nutricionales pueden ir desde sarcasmos, como la Dieta Macrobiótica; hasta insultos como la dieta del tipo de sangre, utopías como la dieta de la zona e historias anacrónicas como aquellas propuestas por el grueso de los nutriólogos egresados de cierta universidad privada en la zona de Santa Fé de nuestra ciudad de México. Al parecer todo el mundo trata de encontrar el hilo negro con relación a la nutrición, y es que en todos estos años he escuchado y visto tanta mentira que este artículo debiera publicarse en todos lados.

La razón del fracaso de las dietas es muy variable, analicemos algunas: la dieta macrobiótica se sustenta en el hecho poco científico de comer solo un tipo de nutrimento a la vez y en cierto horario adecuado al biorritmo del individuo; lo que nunca han analizado son los siguientes preceptos: para que las proteínas sean asimiladas de forma adecuada requieren una basta cantidad de fibra dietética proveniente en su mayoría de vegetales y hojas crudas, al mismo tiempo que las grasas “se queman en el fuego de los carbohidratos” y sin ellos difícilmente se van a metabolizar, además de que se genera un continuo estado catabólico que sólo les permite estar al umbral de su status metabólico.

En el caso de la dieta de la zona, similar a la antidieta o dieta Cetogénica, se postula la eliminación quasi total de los carbohidratos, tanto complejos o simples de la dieta, consumiendo de forma cotidiana (todos los días), semanal o periódica (cada tres semanas) una gran cantidad de grasas animales; generando una saturación de recepción de este grupo de nutrimentos produciendo que exista una expulsión metabólica de la grasa almacenada; suena bien, sin embargo el ser humano jamás se adaptará a dicho proceso de forma permanente, es decir esto es similar a lo que se hace en las dietas de depletación, la restricción de los carbohidratos con el fin de emplear a las grasas como fuentes energéticas; sin embargo, al ingerir cualquier carbohidrato de inmediato se almacenan en forma de tejido adiposo (obviamente se genera una ansiedad permanente por el pan y las cosos dulces), la persona que lo utiliza permanentemente se encuentra cansada, con sueño y con un déficit en el sistema inmunológico, por último sus niveles de triglicéridos y colesteroles estarán fuera de control, generando un daño que puede llegar a ser permanente.

Al último, al dejar la dieta el “rebote” será histórico y a una velocidad pocas veces vista. Aproximadamente entre un 20 o un 30% arriba del peso original con relación al peso perdido. En verdad toda una historia de terror.

Las famosas dietas desintoxicantes a base de agua, jugos y /o vegetales no son menos terribles; en alguna ocasión alguien me preguntó mi opinión sobre la dieta de la luna, la verdad científica es que es un crimen bioquímico a menos claro que la persona que lo practica sea un yoga, lama o iniciado que lo haga como parte de su preparación mística; en su defecto lo único que logrará será que la persona elimine peso al vaciar sus intestinos en los tres días que dura de los desechos fecales, y mediante un proceso secundario derivado de la restricción calórica tal vez baje un par de kilogramos que recuperará felizmente al venir el atracón posterior a su restricción alimenticia. Además un detalle curioso: el cuerpo cuenta con sus propios sistemas detoxificantes que son los riñones, el hígado y el sudor.

Mediante su función diaria eliminan todo lo que se tiene que eliminar y si existen sólidos o no en el aparato digestivo no cambia esta condicionante, tal vez lo único rescatable de este método sea el hecho de tomar más agua y líquidos en nuestra dieta diaria lo que facilitará la tarea de dichos órganos y procesos mencionados.

En cuanto a las dietas por el tipo de sangre ni hablar, simplemente cualquier médico te podrá informar que no sólo existen 8 tipos diferentes de sangre sino que dependiendo de algunas clasificaciones llegan a existir hasta 64 diferentes, en alguna ocasión un hematólogo renombrado del siglo XXI se

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.8 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com