Perfil docente universitario

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INTRODUCCIÓN

En la actualidad, las Instituciones de Educación Superior y en especial las Universidades desempeñan un rol de suma importancia en la formación de recursos humanos del más alto nivel, así como en la creación, desarrollo, transferencia y adaptación de tecnologías,  de manera que lo que ellas hacen para responder adecuadamente a los requerimientos de la sociedad moderna  se constituye en un imperativo estratégico para el desarrollo nacional.  

Las Universidades son reconocidas cada vez más como un instrumento de desarrollo de ciudades, regiones y países, y están consideradas como un factor clave para incrementar la competitividad y calidad de vida. El desafío para las instituciones de Educación Superior es el de enfrentar un mundo en el cual los sistemas productivos están en permanente transformación.  

La exigencia de contar con una educación de mayor calidad es una demanda de la sociedad actual, un imperativo del exigente mundo en que estamos inmersos, el cual ha creado la urgente necesidad de que el trabajo del hombre sea mucho más eficiente, para lo cual se requiere de mayor preparación.

Por tal motivo, siendo las Universidades los entes encargados de brindar la preparación académica que el recurso humano actual demanda, deben contar por supuesto con un personal docente altamente calificado pues en sus manos reposa la gran responsabilidad de educar para la transformación del país.

En opinión de Navarrete (2002), el Docente Universitario “es aquel profesional que ha de provocar procesos de aprendizaje en el aula, conocer la dinámica de la misma, seleccionar y organizar contenidos, facilitar el surgimiento y la formación de interrogantes, alimentar la discusión y el debate” (p. 17), lo que implica que este docente debe poseer un perfil profesional de la más alta calidad por lo relevante del papel que desempeña en la formación de los profesionales del futuro, pues debe ser responsable de propiciar el aprendizaje dentro de las aulas y garante de la más alta formación de los ciudadanos que se encuentran bajo su responsabilidad.

     En este punto es notorio destacar la concepción de docente universitario, planteada por García y Mobilia (1997), quienes establecen que el mismo

…es una persona profesionalmente dedicada a la enseñanza, un profesional de la educación que necesariamente comparte con los profesores de otros niveles unas funciones básicas orientadas a que otras personas aprendan. Un especialista al más alto nivel en una ciencia, lo cual comporta la capacidad y hábitos investigadores que le permitan acercarse a, y ampliar, las fronteras de su rama del saber. (p. 208).

     De lo que se desprende la idea de que el docente en este nivel académico, debe asumir un rol protagónico en lo que respecta a la formación de ciudadanos, pues debe poseer un conjunto de competencias no solamente científicas y metodológicas, sino todas las inherentes a su condición docente, lo que le va a permitir alcanzar dominio en el área donde se desempeña.

     Es por esta razón, que Santos (1990) plantea que “el profesor universitario ha de ser un conocedor de la disciplina que desarrolla, un especialista en el campo del saber, permanentemente abierto a la investigación y a la actualización del conocimiento” (p.51)  Por lo que es necesario también que sepa, qué es lo que sucede en el aula, cómo aprenden los alumnos, cómo se puede organizar para ello el espacio y el tiempo, qué estrategias de intervención pueden ser más oportunas en ese determinado contexto. Pues, el profesor, no es sólo debe ser un experto conocedor de una disciplina sino un especialista en el diseño, desarrollo, análisis y evaluación de su propia práctica docente, lo que implica poseer un perfil profesional adecuado.

Con respecto a este punto, Navarrete (2002) citado anteriormente,  destaca que “el perfil profesional del Docente Universitario, está dado por un conjunto determinado de cualidades que todo docente debe adquirir” (p. 98), a fin de transmitir no solo conocimientos, sino principios, ideas y preceptos entre otras cosas. Lo que implica que para las Universidades es necesario e inminente, seleccionar a los profesionales que laboran en las instituciones tomando en cuenta no solamente la carrera que imparten, sino el perfil profesional adecuado para la Docencia Universitaria, dependiendo por supuesto de la especialidad a dictar y del tiempo de ejercicio en la profesión, elementos clave para la selección de un recurso de alta calidad y eficiencia.[pic 2]

El perfil de cualquier profesional, se asocia principalmente con los rasgos peculiares que le caracterizan, de allí que para un Docente y más específicamente para un Docente Universitario, uno de los rasgos fundamentales que debería exhibir es el relacionado directamente con la Moral profesional, la cual no solo contempla los deberes del educador sino  también sus derechos, los cuales debe mantener sobre  la base del respeto que proyecta ante la sociedad en la cual se desenvuelve.

Es por esto, que la conciencia profesional de un docente, exige revestirse de los más nobles ideales y de la más sincera actuación durante el desarrollo de su praxis Formativo, pues una decisión firme exhibida a través de nobles actuaciones, será para el educador, un medio saludable y gratificante que permitirá mantener el reconocimiento constante de la dignidad profesional.

En este punto es donde se presenta la gran disyuntiva de la profesión docente, pues no es ningún secreto que esta profesión tan digna y noble es hoy en día una de las más desmejoradas y poco reconocidas, lo que implica que la gran mayoría del educador universitario, ciertamente poseen un perfil adquirido a través de la propia experiencia, lo que no quiere decir que sea este el más apropiado.

Es hacia esta dirección hacia donde se perfila el tema central de esta investigación, pues  lamentablemente se ha podido observar a través de revisión bibliográfica, que la realidad que se observa en la actualidad y a nivel nacional, es que no existe en la mayoría del educador de educación superior, un perfil profesional adecuado para ejercer la Docencia Universitaria, una parte significativa del personal que labora en las universidades es contratado y en la mayoría de estas instituciones no existen criterios puntuales de selección de estos docentes al momento de su contratación, contentándose solamente con la recepción de síntesis curriculares que en muchos casos se encuentran muy distantes de la realidad que exhibe el docente, pues se ha observado el hecho de que existen  docentes para los cuales la Moral profesional ha pasado de moda, incumplen los horarios, no respetan a los participantes, la evaluación que realizan no se ajusta a criterios puntuales, rayando en niveles elevados de mediocridad, esto por mencionar algunas de las cosas que suelen verse.[pic 3]

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