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Proyecto Investigacion


Enviado por   •  18 de Abril de 2013  •  2.613 Palabras (11 Páginas)  •  1.164 Visitas

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Evidencia de Aprendizaje 3: Mi Proyecto de Investigación

Objeto de Estudio

El objeto de estudio de este protocolo es el agua potable, enfocándome principalmente en la cantidad de cloro que se requiere para conseguir que el agua sea potable sin provocar reacciones secundarias en la salud humana.

Objetivo de la Investigación

Conocer las cantidades óptimas de cloro tanto mínima como máxima a usar en el agua para que esta pueda ser considerada potable.

Modelo de Investigación

Investigación Documental: El tipo de investigación más apropiado es la Investigación Documental, esto debido a que existe una gran cantidad de teoría sobre el tema en libros, artículos científicos, etc. Así como experimentos realizados e investigaciones previas.

Problematización y Contextualización

Hipótesis

La cantidad de cloro que se agrega al agua para que esta sea potable influye directamente en el aumento de casos de diarreas y otros problemas gastrointestinales en los niños y adultos mayores que la consumen.

Justificación

El agua potable es uno de los servicios públicos críticos en las diferentes regiones del país, su abasto oportuno, en cantidades adecuadas y con la calidad necesarios son indispensables para mantener a la población en un nivel óptimo de salubridad e higiene.

El agua potable para alcanzar ese estatus, primero debe pasar por un proceso de filtrado y limpieza, en el cual se utilizan químicos, el principal de ellos es el cloro.

Es de gran importancia conocer cuáles son las cantidades óptimas a usar de este producto en el agua ya que esta tendrá principalmente uso doméstico y el cloro en cantidades altas puede ser tóxico.

Marco Teórico

El agua que se suministra por la red pública del país es agua potable, es decir, está libre de sustancias y microorganismos que puedan afectar la salud. Sin embargo, una gran parte de esa agua se contamina en el trayecto o en el interior de los domicilios: muchas cisternas tienen filtraciones, grietas y oquedades que permiten la entrada de insectos y animales portadores de bacterias. A su vez, muchos tinacos están en mal estado, mal tapados y/o permanecen expuestos a la intemperie.

Aunque las cisternas y los tinacos deben lavarse regularmente (se recomienda lavarlos con agua y jabón cada seis meses y desinfectarlos con tres tapitas de cloro en una cubeta de agua de 20 litros), en muy pocas casas se hace. Así, aunque el agua que llega a la toma de nuestras casas sea potable, cuando sale de la llave no siempre es apta para beber.

Debido a esto, en muchos casos una parte importante del gasto familiar se destina a la compra de agua purificada embotellada, que tiene un mejor sabor y es segura para beber. Desafortunadamente, existen empresas comercializadoras de agua clandestinas que no cumplen con los requisitos mínimos para purificarla o, incluso, simplemente llenan los garrafones con agua de la llave y les ponen “etiquetas” y “sellos de garantía”.

Ante este panorama (el agua embotellada de dudosa calidad), lo más viable es purificarla en casa. Así, usted estará seguro de que el agua que toma su familia no representa ningún riesgo para su salud (Huerta, 2000).

Existen diversos métodos para desinfectar el agua, entre ellos, Desinfección por Ebullición, Desinfección por Planta Iónica, Filtros de Cerámica, Filtros de Carbón Activado, Desinfección por Rayos Ultravioleta (UV), Purificación por Ozono, Purificación por Ósmosis Inversa, y Desinfección por Cloro, este último, es el método en que nos enfocaremos en esta investigación ya que es uno de los más utilizados en México y especialmente se utiliza en la zona donde se llevará a cabo la investigación.

¿Qué es el Cloro?

El cloro es el undécimo elemento más común de la corteza terrestre (el 0,045% de ésta es cloro) y está ampliamente extendido en la naturaleza. Los científicos han detectado más de 2.400 compuestos basados en el cloro. Éstos se producen de forma natural como resultado de la reacción del cloro con los compuestos orgánicos existentes en el medio ambiente. Algunos de ellos poseen propiedades antibacterianas y anticancerígenas. Las principales fuentes naturales de los compuestos organoclorados son los océanos (casi un 3% de los mismos es cloro), los incendios forestales y la actividad micótica.

La misma vida animal depende del cloro y de sus cualidades para reaccionar con otros elementos. En los seres humanos, la sangre, la piel y los dientes contienen cloro, incluso los leucocitos o los glóbulos blancos de la sangre necesitan este producto para combatir las infecciones.

El cloro realiza una doble función para mantener la calidad de vida de las personas: por un lado, es el elemento imprescindible para el tratamiento y la potabilización del agua y para la prevención y el combate de enfermedades infecciosas; y, por el otro, es la materia básica para la fabricación de buena parte de los productos que utilizamos en nuestra actividad diaria (Pérez, 2011).

¿Desinfectar, Purificar o Filtrar?

De acuerdo con César G. Calderón Mólgora (2000), del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, desinfectar se refiere a la inactivación de los microorganismos presentes en el agua, a través de un agente químico, como cloro, ozono, yodo, plata iónica o coloidal; o físico, como calor o luz UV, a un nivel que no represente peligro para la salud humana (la NOM-127-SSA-1994 establece los límites permisibles de calidad).

El término purificar se refiere a hacer pura el agua, y se utiliza como sinónimo de potabilización (hacerla potable). Consiste en eliminar del agua todas las sustancias que la hagan inadecuada para beberla sin riesgos a la salud. Debe entenderse que la purificación es el proceso de potabilización, en tanto que la desinfección es una parte de dicho proceso.

Filtrar el agua es hacerla pasar por un filtro o tamiz que permite el paso del fluido, pero retiene la materia en suspensión. La filtración es una de las etapas de casi todos los procesos de purificación, pero por sí sola no es muy efectiva.

¿Es peligroso el cloro?

Para garantizar la seguridad y el uso correcto del proceso de cloración, es necesario que la manipulación del cloro se realice de forma responsable por personas con la formación adecuada. Si se procede así, podremos controlar el posible riesgo existente.

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