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RESUMEN E IMPORTANCIA GENERAL.


Enviado por   •  28 de Octubre de 2016  •  Apuntes  •  3.914 Palabras (16 Páginas)  •  209 Visitas

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  1. RESUMEN E IMPORTANCIA GENERAL
  1. LO OCURRIDO EN CÁDIZ el 19 de marzo de 1812, con la promulgación de la Constitución por parte de las Cortes, constituye un primer desenlace de una coyuntura de crisis iniciada en 1808 con el desacoplamiento de la cabeza de la metrópoli y la invasión de la Península por el ejército bonapartista.

En 1808 España fue invadida por el ejército de Napoleón Bonaparte, emperador francés.

En marzo de 1808, el Rey Carlos IV abdica la corona (por presión popular) en favor de su hijo Fernando,  quién asumió con el nombre de Fernando VII.

El 5 de mayo de 1808 Napoleón Bonaparte reunió a la familia real en la ciudad francesa de Bayona, y obligó a Carlos IV y a su hijo Fernando VII a abdicar  el trono a favor de su hermano José Bonaparte (Abdicaciones de Bayona). Napoleón proclamó como Rey de España en el trono español a su hermano con el nombre de José I.

Poco más de dos siglos después,  vale la pena  considerar el papel que España habría tenido en el avance y en la consolidación de la Modernidad, en el tránsito de las sombras de la Colonia a las luces republicanas, de la mano de los artículos de ese famoso texto. 

  1. La Carta de 1812 en efecto consagra el principio de la soberanía nacional, la caducidad de los privilegios estamentales, la abrogación de las formas más aberrantes de la explotación impuesta a la población nativa, la liquidación de la Inquisición, la libertad de prensa, la convocatoria a elecciones para que las colonias americanas elijan a sus representantes en las cortes, el carácter democrático que en adelante debían tener cabildos y ayuntamientos.
  2. Pero al lado de esas luces, no son menos las sombras que se mantienen o se proyectan: la religión católica como religión del Estado, el mantenimiento de la esclavitud, la profunda inequidad de la representación en las cortes entre peninsulares y americanos, el mantenimiento del monopolio comercial, la exclusión de la soberanía política de los antiguos dominios coloniales de España en las Américas y en las Filipinas.

  1. Existe una enorme literatura cuyos autores se han dedicado  a tratar de conocer si al final de cuentas esta Constitución de 1812 no fue una coartada para intentar mantener el dominio colonial, en circunstancias en que sus fisuras eran más que evidentes por las guerras y por las tempranas disidencias, y si su promulgación estuvo incitada por las propuestas mucho más avanzadas de Bonaparte en su Constitución de Bayona, y si la Constitución de 1812 era tan original como se proclama, teniendo en cuenta la existencia de textos similares, y mucho más radicales, como las constituciones que se promulgaron en varias provincias del Nuevo Reino de Granada uno o dos años antes.
  2. También es pertinente considerar lo que se refiere a la praxis de la constitución; es decir, cómo se implementó y con qué consecuencias, entre 1812 y 1814, dos breves años transcurridos entre la promulgación y la abolición de la Carta, con motivo del retorno de Fernando VII al trono y, de nuevo, entre 1820 y 1824, cuando Fernando VII no tuvo otra alternativa que promulgarla, ante las exigencias de Rafael de Riego y sus colegas (Pronunciamiento del 1 de enero de 1820)  eran precisamente las tropas que debían viajar a América para detener la emancipación, y su nueva abolición ante el empuje de la Santa Alianza y el inicio de la Restauración y el Trienio Liberal.
  3. Hoy sabemos que la Constitución fue publicada, distribuida, sancionada y difundida en los dos hemisferios, es decir, en España y en América más las Filipinas. Los estudios actuales han demostrado también que se imprimieron miles de ejemplares, que fue acatada, jurada, puesta en práctica y sancionada, que se leyó en las plazas centrales de pueblos y ciudades, que se difundió su articulado por la prensa, por la literatura, por cartas particulares; que se hicieron catecismos políticos explicándola, odas, cantos, canciones, obras teatrales, elementos todos ellos de lo que hoy diríamos Marketing, y difundidos por los Mass Media de aquel entonces. Y en ambos hemisferios.
  4.  La Constitución doceañista trascendió, impactó e irradió al espectro del constitucionalismo europeo y americano en las siguientes décadas. Influyó en la Constitución de Noruega, la de Eisdvoll de 1814 —sigue siendo la actual—, en la de Nápoles y Sicilia en 1820, en la Constitución de 1822 de Portugal, en el constitucionalismo brasileño, en el Acta Federal mexicana de 1824 o en la Constitución de Bélgica de 1831, e, indirectamente, en un sinfín de constituciones contemporáneas tanto europeas como iberoamericanas. Fue proclamada en Nueva España, en Perú, en el reino Quito, en Chile, en partes de Venezuela y de la Nueva Granada, en Cuba, en Puerto Rico, en Filipinas, etc. Fue la Constitución que estuvo en vigor en el México independiente desde 1820 hasta 1823. 

Para la historia de España, la Constitución de 1812 pasó a convertirse, durante el siglo XIX y principios del siglo XX, en un mito de la lucha por la democracia. No solo porque fue proclamada tres veces -1812, 1820, 1836- , sino porque los liberales en su tránsito a demócratas, incluso, republicanos, de fines del siglo XIX y principios del XX, con el paso del tiempo valoraron la Constitución y a los constitucionalistas doceañistas como los verdaderos "Padres de una Patria" constitucional y democrática.

  1. CONTEXTO HISTORICO-SOCIAL

Para ubicar el significado de la revolución española contra la dominación francesa y, en ese contexto, la Constitución de Cádiz de 1812, hay que tomar como punto de partida el hecho de que España carecía de un Estado Real hacia la centralización y unidad nacional, pero la sociedad era un cuerpo vivo. El pueblo estaba constituido como tal, especialmente en los municipios. Las libertades tenían el arraigo de las costumbres en común y del derecho natural. Esto es lo que explica que frente a la invasión napoleónica en 1808, mientras la realeza de Carlos V y Fernando VII se entregaron con sus familias al emperador y los notables capitularon, el pueblo o, mejor, los pueblos de España, se levantaron en insurrecciones, primero en Madrid, luego en Asturias y en seguidilla en Galicia, Andalucía y Valencia.

Napoleón trajo su Constitución y sus códigos, abolió la Inquisición y planteó la supresión de los privilegios, pero ello no obtuvo resonancia en la conciencia popular. La resistencia popular se transformó en guerra de independencia nacional. Al contrario, los de arriba, los grandes de España, aceptaron al invasor, la legitimidad armada de Bonaparte:

El 7 de julio de 1808, la nueva Constitución fue firmada por 91 españoles de la más alta distinción, entre ellos, condes, duques y marqueses, así como numerosos superiores de órdenes religiosas. Durante las discusiones sobre esa constitución, no encontraron más motivo de objeción que la supresión de sus antiguos privilegios y exenciones. (Marx, [1854])

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