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Tecnicas De Diagnostico Por Imagen


Enviado por   •  16 de Septiembre de 2014  •  2.524 Palabras (11 Páginas)  •  232 Visitas

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TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO POR LA IMAGEN

La anatomía radiológica es el estudio de las estructuras y funciones del organismo mediante técnicas de diagnóstico por la imagen. Es una parte importante de la anatomía y constituye la base anatómica de la radiología, o rama de la ciencia médica que emplea la energía radiante para el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad. Al poder identificar las estructuras normales en las radiografías (rayos X), es más fácil reconocer los cambios producidos por la enfermedad y las lesiones. Estar familiarizado con las técnicas de imagen que se utilizan habitualmente en clínica permite reconocer anomalías congénitas, tumores y fracturas. Las que se utilizan con más frecuencia son:

• Radiografía convencional (imágenes de rayos X). • Tomografía computarizada (TC). • Ecografía. • Resonancia magnética (RM). • Técnicas de medicina nuclear.

Aunque las técnicas difieren entre sí, todas se basan en la recepción de emisiones atenuadas de energía que han atravesado los tejidos corporales o se han reflejado o generado en ellos. Las técnicas de diagnóstico por la imagen permiten observar las estructuras anatómicas en el sujeto vivo y estudiar sus movimientos en las actividades normales y anormales (p. ej., el corazón y el estómago).

Radiografía convencional Los estudios radiográficos convencionales que no emplean técnicas especiales, tales como medios de contraste, se denominan clínicamente radiografías simples (fig. I-49), aunque en la actualidad la mayoría de las imágenes se producen y visualizan digitalmente en monitores en vez de en placas radiográficas. En la exploración radiológica, un haz muy penetrante de rayos X transilumina al paciente y muestra los tejidos con masas de diferentes densidades como imágenes de distinta intensidad (áreas con luces y sombras relativas) en la placa radiográfica o en el monitor (fig. I-50). Un tejido u órgano cuya masa sea relativamente densa (p. ej., el hueso compacto) absorbe o refleja los rayos X más que otro tejido menos denso (p. ej., el hueso esponjoso). Por lo tanto, un tejido u órgano denso produce un área algo transparente en la radiografía, o un área brillante en el monitor, porque hay menos cantidad de rayos X que alcanzan la placa o el detector. Una sustancia densa es radiopaca, mientras que otra de menos densidad es radiotransparente. Muchos principios que son aplicables a la formación de una sombra lo son también a la radiografía convencional. Así, al proyectar la sombra de la mano sobre una pared, cuanto más cerca de ésta se halle la mano tanto más nítida será la forma de la sombra; al apartar la mano de la pared y acercarla a la fuente de luz, la sombra se ampliará. Las radiografías se realizan con la parte del paciente a estudiar próxima a la placa radiográfica o al detector, para maximizar la claridad de la imagen y minimizar los artefactos por aumento. En la nomenclatura radiológica básica, la proyección posteroanterior (PA) se refiere a una radiografía en la cual los rayos X atraviesan al paciente desde la parte posterior (P) hacia la anterior (A); el tubo de rayos X se halla detrás del paciente, y la placa radiográfica o el detector delante (fig. I-51 A). En una radiografía en proyección anteroposterior (AP) ocurre lo contrario. Las radiografías en proyección PA o AP se contemplan como si el observador y el paciente se hallaran uno frente al otro (el lado derecho del paciente se halla frente al lado izquierdo del observador); esto se denomina vista anteroposterior (AP). (Así pues, la radiografía de tórax estándar para examinar el corazón y los pulmones es una visión AP de una proyección PA.) En las radiografías laterales se colocan letras radiopacas (D, derecho; I, izquierdo) para indicar el lado más próximo a la placa radiográfica o al detector, y la imagen se visualiza en la misma dirección en que se proyectó el haz de rayos (fig. I-51 B).

FIGURA I-49. Radiografía de tórax. Vista PA de una proyección AP que muestra el arco de la aorta, partes del corazón y las cúpulas del diafragma. Obsérvese que la cúpula diafragmática es más alta en el lado derecho. (Cortesía del Dr. E.L. Lansdown, Professor of Medical Imaging, University of Toronto, Toronto, ON, Canadá.)

FIGURA I-50. Principios de la formación de la imagen de rayos X. Partes del haz de rayos X que atraviesa el cuerpo se atenúan en distinto grado dependiendo del espesor y de la densidad de los tejidos. Los rayos disminuyen en las estructuras que los absorben o reflejan, causando menos reacción en la película radiográfica o en el detector en comparación con las áreas que permiten el paso de los rayos de forma relativamente ininterrumpida.

La introducción de medios de contraste (líquidos radiopacos, como compuestos de yodo o bario) permite estudiar diversos órganos luminales o vasculares y espacios potenciales o reales (como el tubo digestivo, los vasos sanguíneos, los riñones, las cavidades sinoviales y el espacio subaracnoideo) que no son visibles en las radiografías simples (fig. I-52). En la mayoría de las exploraciones radiológicas se emplean al menos dos proyecciones, en ángulo recto entre ellas. Como cada radiografía es una representación bidimensional de una estructura tridimensional, las estructuras que atraviesa secuencialmente el haz de rayos X se superponen. Por lo tanto, suele ser necesaria más de una proyección para detectar y localizar con precisión las anomalías.

Tomografía computarizada En la tomografía computarizada (TC) se recogen imágenes radiográficas del organismo que semejan secciones anatómicas transversales (fig. I-53). En esta técnica, un haz de rayos X pasa a través del cuerpo a medida que el tubo emisor y el detector rotan alrededor del eje del cuerpo. Las múltiples absorciones de energía radial superpuestas se miden, registran y comparan mediante un ordenador, con el fin de determinar la radio densidad de cada píxel volumétrico (vóxel) del plano corporal elegido. La radio densidad de cada vóxel, o cantidad de radiación absorbida por él, depende de factores como la cantidad de aire, agua, grasa o hueso de cada elemento. El ordenador elabora mapas de los vóxels en una imagen plana (corte) que se visualiza en un monitor o se imprime. Las imágenes de TC guardan una buena relación con las de una radiografía convencional, donde las áreas de mayor absorción (p. ej., el hueso) son relativamente transparentes (blancas) y las de menor absorción negras (fig. I-53). Las imágenes de TC se presentan siempre como si el observador estuviera de pie y contemplara al paciente, que se hallaría en posición supina, desde los pies, es decir, en una proyección inferior.

FIGURA I-51. Orientación del tórax del paciente durante la radiografía. A) Cuando se realizan proyecciones

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