Análisis Del Diccionario De Español Actual
luhema7 de Julio de 2011
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ÍNDICE
1. FICHA BIBLIOGRÁFICA……………………………………………………….….2.
2. PRESENTACIÓN DEL DICCIONARIO………………………………………….......2.
3. EVALUACIÓN FORMAL DE LA ESTRUCTURA……………………………..……..5.
3.1. HIPERESTRUCTURA…………………………………………………….5.
3.2. MACROESTRUCTURA……………………………………………………7.
3.3. MICROESTRUCTURA……………………………………………….…..13.
4. EVALUACIÓN DEL CONTENIDO…………………………………………….…18.
5. SEGUIMIENTO DE ENTRADAS: COMPARACIÓN CON EL DICCIONARIO DE USO DEL ESPAÑOL (DUE)……………………………………………………………...19.
6. VALORACIÓN FINAL……………………………………………………….....21.
7. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………..…22.
1. FICHA BIBLIOGRÁFICA
• TÍTULO: Diccionario del español actual (DEA).
• AUTORES: SECO Manuel; ANDRÉS Olimpia y
RAMOS Gabino.
• EDITORIAL: Aguilar Lexicografía, Grupo Santillana Ed.
• LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN: Madrid, 1999.
• VOLÚMENES: Vol. I, A- F y Vol. II, G- Z.
• NÚMERO DE PÁGINAS: Sistemas de numeración: Romano, XXVII y arábigo, 4637 Pág.
• RECOPILACIÓN: 75.000 voces, 141.000 acepciones, 200.000 ejemplos reales.
• FORMATO PAPEL: Cuarto, tapa dura.
• NO DISPONIBLE EN LÍNEA
• DISPONIBLE VERSIÓN ABREVIADA:
Diccionario abreviado del español actual [DEA(A)].
2. PRESENTACIÓN DEL DICCIONARIO
Partiendo de la intrínseca dificultad del definir el propio concepto de diccionario, según el DRAE en su vigésimo segunda edición un <<1. m. Libro en el que se recogen y explican de forma ordenada voces de una o más lenguas, de una ciencia o de una materia determinada. >>, es decir, una especie de almacén de información lingüística que busca dar respuesta a preguntas de los hablantes; por consiguiente, debe tenerse en cuenta la terrible complejidad de llevar a cabo la clasificación tipológica de dichos almacenes lexicográficos. De modo que, siguiendo mínimamente a G. Haensch, debemos partir de una serie de criterios que permitan describir a pinceladas diferenciales la presente pieza lexicográfica, el Diccionario del español actual (DEA):
En primer lugar, el DEA, en cuanto a la distinción temática entre diccionarios lingüísticos, histórico-culturales o meramente prácticos; es un diccionario lingüístico o que recopila y define las palabras de una lengua. Desde un punto de vista lingüístico, por un lado, al centrarse en una sola lengua es un diccionario monolingüe por lo que presentará definiciones y no meras equivalencias intralingüísticas, procedimiento de los diccionarios bilingües. Y, por otro lado, al tratarse de una obra que se ocupa más del tratamiento de las palabras en su contexto que no de sus relaciones entre sí, es un diccionario sintagmático, y además semasiológico dado su carácter descodificador que parte del significante léxico para proporcionar el significado de cada palabra y, según el caso, sus diversas acepciones. Pese a que todo diccionario, en el fondo, recoge ambas informaciones, pues, la información sinonímica es onomasiológica.
Una vez dentro del repertorio tipológico de diccionarios monolingües, en tercer lugar, atendiendo primero al criterio cuantitativo se trata de un diccionario extensivo, esto es, general porque atiende a registrar el léxico común al conjunto de la comunidad lingüística en su totalidad. Pretensión, sin embargo, que resulta inabarcable lo que lo convierte, irremediablemente, en selectivo y más aún, si cabe, en el caso a analizar cuya limitación temporal se restringe al léxico documentado de 1955 hasta 1993, segundo criterio, lo determina como diccionario general -en el fondo, como todos selectivo- y sincrónico. Sincronía, por otro lado, también, extensible a una delimitación espacial al léxico peninsular, pues, como justifica Manuel Seco:
<<una limitación que desde el primer momento establecí para el material estudiado en el Diccionario del español actual que la relativa a la extensión geográfica. Evidentemente, el dominio geográfico natural para un diccionario del español es el conjunto de los países que hablan esta lengua. Pero las enormes dificultades técnicas para abarcarlo, unidas a los estrechos límites de tiempo- incluso pensando en los límites posteriormente ampliados-, nos impusieron desde el principio, por puro realismo, no salir en esta primea edición de las fronteras del español de España. >>
En tercer lugar, en cuanto a la microestructura, el DEA constituye, por un lado, una obra descriptiva, es decir, aspira a reflejar la verdadera situación actual de la lengua, inventaría, por tanto, el léxico que se usa no solo el que debe usarse, al contrario de diccionarios que como el Académico según Seco caen presos de la norma:
<<Siempre la orientación descriptiva ha sido víctima de la orientación normativa que ha presidido la sucesivas ediciones del diccionario de la Academia y las obras pertenecientes a esta escuela […] Rufino José Cuervo señaló hace un siglo el peligro de esa orientación, particularmente si, como suele, parte de planteamientos puristas […] La Academia pretende ser al mismo tiempo notario y juez pero, en ella el juez se impone al notario. “Lo justo- decía Cuervo- […] es la combinación de los dos oficios: registrar todos los términos autorizados (es decir, suficientemente documentados), y añadir la indicación de su calidad actual, dándolos por anticuados […], por vulgares […], por impropios [etc.]” >>
Por otro lado, la microestructura del DEA, como todo diccionario general usual, presenta una compilación de definiciones y acepciones acompañadas de ciertas marcas morfológicas (categoría gramatical), sintácticas, modismos o, incluso, marcas diafásicas (jergal, literario, popular, rural, etc.) y sus correspondientes ejemplos. Ahora bien, el DEA se caracteriza ante todo por ser heredero del Diccionario de autoridades del siglo XVIII y como aquel presentará no ejemplos ad hoc sino citas, testimonios o ejemplos reales y delimitados, claro está, a las coordenadas espacio-temporales acordes al plan general de la obra. Este matiz genérico responde no tan solo a su sincronía contextual del plan del DEA sino, también, a un cuarto criterio diferenciador, la finalidad y el destinatario al que se dirige. Tal y como se establece en su texto preliminar, es un diccionario destinado a un amplio público entre el que pueden diferenciarse, por nivel de conocimientos lingüísticos e interés de consulta, dos grupos: por un lado, las personas con unos mínimos conocimientos gramaticales y, por otro lado, los grupos cuya profesión o aprendizaje se centra en la lengua esto es profesores o alumnos que, o bien tengan la lengua como materna o bien, como extranjera. Así, pues, el DEA no siendo un diccionario escolar, tiene una cierta finalidad didáctica, instrumental y práctica para responder a las consultas tanto del usuario común como aquellas surgidas en la enseñanza de la lengua española lo que se corresponde con su carácter semasiológico, es decir, descodificador:
<< […] cualquier lector, sin necesidad de especialización alguna, puede utilizar el diccionario para resolver de manera eficaz las dudas léxicas que se le presenten. >>
En último lugar, deben destacarse las fuentes léxicas de partida de la obra, un verdadero corpus documental de la lengua pero, sobre todo, la escrita representativa del uso lingüístico en cada uno de sus ámbitos, tanto en variedad como en cantidad como reflejo fiable de la realidad. La carencia de testimonios orales se debe a la imposibilidad de mostrar de forma fidedigna la realidad de los usos, sin embargo, el DEA intenta suplir esta falla con el léxico de la prensa que para Seco es muy semejante al de los grandes medios de comunicación (el cine, radio y televisión), pues, exceptuando la improvisación y la entrevista, son medios en los que se tiende en la expresión oral al modelo de la lengua escrita. Así, pues, Manuel Seco recalca que estos testimonios, siempre acompañados de su contexto son de cuatro órdenes: 1) publicaciones periódicas; 2) obras didácticas de enseñanza media o de divulgación; 3) obras literarias de diversos géneros, ante todo novela y teatro, 4) e impresos varios, como catálogos, folletos, prospectos e, incluso, la guía telefónica.
El Diccionario del español actual se presenta, en fin, como un diccionario general de lengua, monolingüe, semasiológico y didáctico-práctico, descriptivo del uso de la lengua, sincrónico y del español de España. Una obra de nueva planta que parte de un exhaustivo corpus documental real con la pretensión recopilar el mayor número posible de voces de su actualidad tal y como reza su título y cifra la siguiente afirmación de Seco en “Características del Diccionario”: <<Aspiramos aquí a registrar el uso real comprobado de una lengua en un espacio dado y en un período dado >>.
3. EVALUACIÓN FORMAL DE LA ESTRUCTURA
La estructura anatómica de un diccionario presenta tres órganos esenciales: la hiperestructura, la macroestructura y la microestructura. La labor lexicográfica debe unir la
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