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BATALLA DE CHAPULTEPEC

por kkkook | buenastareas.com

BATALLA DE CHAPULTEPEC

Por cuestión de estrategia militar, y así impedir que fueran enviadas tropas a combatir en el norte, la invasión comenzó en Monterrey y la Ciudad de México. Después de tomar el Puerto de Veracruz, los soldados estadounidenses siguieron la Ruta de Cortés. Previendo este avance, el ejército nacional se atrincheró en el Peñón de los Baños, que era la entrada natural a la ciudad, entre los lagos de Texcoco y Xochimilco. Sin embargo, los invasores, tal vez notificados, decidieron tomar un camino largo y complicado, sobre todo considerando que, por aquellos años, gran parte del valle de México aún era una zona lacustre y pantanosa. La infantería extranjera avanzó por la Sierra de Santa Catarina y a su paso enfrentó batallas como las de Churubusco y Padierna.

Por esta ruta, la mejor entrada a la ciudad era por Chapultepec. Justamente en la cima del cerro se localiza un castillo, construido como casa de descanso por el virrey Bernardo de Gálvez y Madrid en 1785. Para entonces, el Colegio Militar compartía espacio con un almacén de pólvora de la fábrica ubicada en Santa Fe. Con anticipación, se mandó desalojar tanto el almacén como el Colegio. La verdad es que el avancenorteamericano no fue sorpresivo. De hecho, se alojaron en el Ex Arzobispado de Tacubaya, donde, incluso, juzgaron a los integrantes del Batallón de San Patricio, que terminarían sus vidas en San Jacinto, en el corazón de San Ángel.

El caso es que durante la batalla del Cerro del Chapulín lucharon cerca de 50 cadetes más aproximadamente 500 soldados mexicanos. Actuaron con heroísmo, pero sólo uno de ellos era un niño, pues tenía trece años. Además, Juan Escutia no se envolvió en la bandera ni se arrojó al vacío desde lo alto; la bandera mexicana sí fue tomada por el ejército enemigo y estuvo en la Academia Militar de West Point. Los Estados Unidos la regresaron como un gesto de buena voluntad durante el gobierno de López Portillo (1976 – 1982).

La versión del cadete que se lanzó desde las alturas nació en 1878 durante la ceremonia conmemorativa no de la batalla del Castillo de Chapultepec, sino de la de Molino del Rey. Entonces, un poeta que nunca trascendió llamado Manuel Raz Guzmán, leyó una de sus obras donde menciona a Agustín Melgar, de quien dijo: “…pero tú, Melgar, rodeado de enemigos les disparas tu arma, y no teniendo esperanza, antes que rendirte te envuelves en el pabellónnacional y presentas tu pecho juvenil a las balas del invasor…”.

En efecto, Raz le atribuyó la heroica envoltura a Agustín Melgar, no a Juan Escutia ni a Juan de la Barrera.

Según algunas versiones recientes, esta historia nació con la muerte de Juan Escutia, quien, al parecer, no era cadete, sino soldado del batallón de San Blas. Durante el combate, se ubicó como tirador en lo alto del acantilado, pero fue alcanzado por una bala, así que cayó al vacío y se estrelló en una roca. Su nombre completo habría sido Juan Bautista Pascacio Escutia Martínez, y al morir habría tenido 20 años.

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