Integración de problemas ortográficos

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UBICACIÓN DE LOS PROBLEMAS ORTOGRÁFICOS.

Los niños de 6º de primaria presentan problemas ortográficos en los siguientes temas: diptongos, reglas de acentuación y el uso correcto de los signos de puntuación.

Se les hace ver el error en el que se encuentran, pero como no tienen hábito de escribir correctamente se les dificulta el trabajo. El trabajo no es solo resaltar el error del alumno; sino que conozca y utilice las reglas básicas para realizar una correcta escritura y pueda hacer una autocorrección de sus escritos satisfactoriamente.

En este grupo hay 30 alumnos; de los cuales 14 son mujeres y 16 hombres. Se encuentra a su cargo solo 1 docente, el cuál imparte diferentes materias, pero en este tema solo se hablará sobre a materia de español.

Los alumnos se encuentran dentro de un nivel de conocimientos aceptable; ya que todos aprendieron a leer y escribir, por lo que este no presenta un problema para avanzar con las actividades establecidas.

Para formar en los niños los hábitos ortográficos, es necesario que uno como maestro conozca los aspectos tanto intelectuales como emocionantes de los niños; ya que, si existe una buena comprensión de los conocimientos, van a conocer las palabras que se le dan a conocer e identificarlas por sus características y va a tener mayor habilidad para escribir en las actividades sucesivas; tanto de trabajos formales como en los escritos libres.

OBJETIVOS GENERALES

• Promover en los alumnos de sexto grado de primaria, una correcta escritura mediante nuevas estrategias de aprendizaje.
• Mejorar el empleo adecuado de los signos de puntuación, así como conocer las reglas ortográficas
• Proporcionar el interés de la ortografía mediante técnicas de estudio adecuadas para cada uno, realizadas por el área estudiantil.

OBJETIVOS DEL DOCENTE

• Apoyar a los alumnos a conocer la ortografía.

• Desarrollar en ellos las habilidades requeridas para la correcta escritura.

OBJETIVOS DEL ALUMNO

• Aprender a escribir correctamente los diptongos, reglas de acentuación y signos de puntuación, impartidos por el docente.

• Encontrar la relación entre el uso de las letras, significados y signos de puntuación.

• Mejorar la forma de escribir sin miedo y correctamente.

DIAGNÓSTICO DEL CONTEXTO

Los errores ortográficos son por falta de lectura, pero también dependen de cómo los alumnos procesan la información.

Así, las personas con memoria visual, si tienen dudas de cómo se escribe una palabra, escriben para comprobar si coincide con su recuerdo visual. Pero una persona auditiva hace esta comprobación vinculando la palabra a su sonido, lo que lleva a cometer errores.

Cuando un niño está aprendiendo a escribir es normal que cometa muchas faltas de ortografía, pero pasado un tiempo, si continúa cometiendo una cantidad llamativa de errores ortográficos hay que descartar posibles problemas neuropsicológicos, como el trastorno de déficit de atención.

Una baja motivación.

Si el alumno se aburre en clase o no le interesa lo más mínimo lo que le mandan leer o escribir, es lógico que disminuya su atención al hacer dictados o al elaborar una redacción y esto le lleve a cometer más faltas.

Un exceso de reglas y excepciones.

A veces el alumno memoriza tantas normas, que necesita más tiempo que el estipulado en clase para poder asimilarlas bien.

El uso de un léxico inadecuado para su edad.

Si el alumno escucha palabras que no entiende bien y que no suele utilizar en su vida cotidiana, es mucho más probable que no las escriba como es debido.

La valoración que en su centro escolar dan a la presentación de sus textos.

Si el docente presta mucha atención al contenido que, a la forma, es comprensible que el alumno apenas que se esmere en cuidar ésta.

REGLAS ORTOGRÁFICAS

Se podría afirmar que el problema radica en que los docentes no reciben suficiente formación (inicial) en gramática, ni en ortografía. O que en realidad no tienen una cultura lectora que mejore la forma en que nos enseñan el idioma materno. Lo cierto es que enseñar ortografía es fundamentalmente el dominio de ciertas reglas ortográficas, que al ser comunicadas fuera de contextos comunicativos (como afirma el Enfoque Comunicativo Textual) se aprenden superficialmente.

Dominar el arte de escribir y saber resolver dudas lingüísticas con rapidez y eficacia son aptitudes con las que un educador transmitirá su amor por el trabajo bien hecho.

Un dominio razonable de la ortografía es como una buena presencia personal o unos buenos modales en la mesa: nos proporciona credibilidad, confianza y capacidad comunicativa. Asimismo, la falta de soltura en el manejo de las haches, las comas o las tildes nos resta poder no solo para transmitir nuestros propios mensajes sino para calibrar el alcance y las implicaciones ocultas de los que recibimos.

Estos factores se multiplican positiva o negativamente en el quehacer propio de cualquier educador y, muy especialmente, en el de un docente. Un docente que domina el arte de escribir, que sabe el modo de resolver con rapidez y eficacia las dudas lingüísticas con que se encuentra, que se siente consolidado en un edificio que construye diariamente con sus palabras habladas y escritas… ese es un docente que transmitirá amor por el trabajo bien hecho, respeto por el esfuerzo humilde en pos de un perfeccionamiento sensato, aprecio hacia la comunidad lingüística en que se encuadra el discurso personal.

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